La guerra mexicana y la violencia generalizada

"Un organismo en guerra contra si mismo está condenado"
-Carl Sagan

En este caso el organismo es la sociedad mexicana, que sufre en su totalidad los estragos de una supuesta guerra contra el narcotráfico, que contabiliza quince años, cientos de miles de muertos y que parece no tener fin. Guerra vendida como temporal cura contra un mal supuestamente visible, pero que en consecuencia arrastra a una cultura completa - a un país entero- hacia el precipicio y el estancamiento colectivo.

Porque cualquier conflicto de ese tamaño acaba influyendo en la complejidad de una sociedad, sus engranes, su funcionamiento, su moralidad y su ética. La guerra es costosa, se propaga como bacteria, y poco a poco va desgastando las bases del colectivo, su tejído social. 

Los presupuestos bélicos se incrementan fuera de toda proporción y lo que merma es la inversión en cultura, en salud, en educación. Las esperanzas de un futuro mejor se esfuman, los indicadores de una vida digna se desvanecen, reflejo de una economía vacía de sustancia y dirección.

Una economía paralizada conlleva a que las cosas no alcanzen. Se profundiza la frustración y la desesperación. Se pierde el respeto. Aumenta la violencia doméstica y se dispara el crímen, especialmente en sociedades como la nuestra, donde el patrimonio se cantea hacia un solo lado. 

Al mismo tiempo, una sociedad plagada por medios de comunicación de todo tipo sufre por la colonización de las incesantes imágenes, notas y narrativas de muerte, desafortunadamente haciendo negocio con el miedo que transmiten como su producto estrella. Esto aterroriza a una sociedad ya de por si azotada por la inseguridad, llevándola a niveles de desconfianza e incredulidad nunca antes vistos y mucho menos experimentados en carne y hueso propio.

Mi fantasía más trascendente es que finalmente logremos unirnos más allá de episodios violentos supuestamente cargados hacia un solo lado, para así, en conjunción totalizante, canalizar nuestra inconformidad como organismo unificado en contra de esa guerra que se perpetúa a costa de nuestras vidas, nuestra paz mental, nuestra dignidad humana, nuestra cultura y ciertamente nuestros impuestos, círculo vicioso que como va nos llevará a la auto destrucción.