Wednesday 24 November 2021

Consciencia incluyente

 La principal causa del sufrimiento humano es que se aferra a vivir de forma lineal -planeando y proyectando todo a largo plazo- mientras que el resto de los seres se adaptan al presente y a la esencia cíclica de la naturaleza.

Nos juramos amor eterno y establecemos compromisos e instituciones permanentes, pero nada de esto funciona si no se renueva y reinventa constantemente, aceptando que las crisis y las disoluciones son el hilo conductor de toda esperanza.
Por ende, tal vez la única forma de evitar que nuestros grandiosos planes fracasen es relajando nuestra ansiosa prisa por las metas y los resultados, para mejor enfocarnos en los caminos y los procesos, que sacrificamos por los lejanos futuros y los finales concluyentes.
Así será más evidente que el crecimiento en consciencia no es hacia arriba o hacia fuera del cuerpo en expansión excluyente, si no hacia adentro en integración y amplitud incluyente. Pero antes será necesario entrar en contacto con el resto de nuestro ser supeditado a las obsesivas prioridades de la mente.
Entonces, ser más consciente es aceptarse como un entrecruce de ciclos y transformaciones, que solo podremos reconocer cuando por un momento nos liberemos de las restricciones constrictivas de la mente, que organiza todo lo que percibe de acuerdo a fijaciones y delimitaciones conceptuales.
Hacer consciencia es voltear la mirada hacia adentro para observar al pedestal que carga a la mente, pero que no podemos ver porque nuestra mirada suele estar fija hacia el mundo exterior que registramos.
La paradoja más grande de todas es que para ampliar la consciencia -para incluir al resto de los seres con lo que convivimos-, primero tenemos que bajar un escalón mental para integrar todo eso que hemos olvidado y reprimido de nosotros mismos.
Cuando miremos hacia adentro y aceptemos nuestro lado oculto completaremos la circunferencia que somos, permitiéndonos mirar hacia afuera en inclusiva circunspección, dibujando así un ciclo más cercano a la naturaleza que nos compone.
Así seremos capaces de ver al amor como algo más cercano a la siembra y la cosecha, que a la eterna promesa y el compromiso institucional. Como una magia más cercana a la admiración y al agradecimiento, que a los límites y la habituación que lo van desplumando con cada una de sus exigencias y expectativas insatisfechas.

Wednesday 17 November 2021

Salida de EUA de Afganistán

 De todas las similitudes que hay entre el fiasco estadounidense en Afganistán y el de Vietnam, hay una que debería servir como moraleja y advertencia para aquellos que se les ocurra hacer lo mismo en el futuro.

Ninguna intervención que se haga por la fuerza, por mas humanitaria , pacifista o democrática que sea su fachada, va a lograr mejorar las condiciones de sociedades ajenas a la propia. Lo único que el intervencionismo hace es despertar y unir fuerzas que en condiciones normales jamás se pondrían de acuerdo, pero que en el invasor enemigo tienen la mejor excusa para aliarse.
Es mucho más fácil encontrar motivación y ganas para luchar junto a enemistades locales en contra de enemigos extranjeros en común -que invaden tu tierra y matan a tu gente-, que conseguir ánimo y lealtad ahí donde apenas y se cobra un sueldo militarésco, para luchar sin ninguna sazón más que la ambición y el expansionismo.
El Talibán, a quien los medios han demonizado -y que por cierto es un engendro del financiamiento de mercenarios por parte de EUA- no es el principal culpable de los más de 240,000 muertes afganas que resultaron de la ocupación.
Lo mismo que pasa hoy en Afganistán pasó en Vietnam y el resultado fue el mismo. Más producción de droga y más muerte y destrucción para los locales, así como la derrota geo política para el perpretador.
Los mercenarios que alguna vez ayudaron a los EUA contra la Unión Soviética en Afganistán, ahora se agrandaron y tomaron el control del país, concluyendo así la ocupación de 20 años con la humillación absoluta.
Lo más irónico es que el Talibán ya se está poniendo de acuerdo con China para integrarse con jugosas inversiones a la nueva Ruta de Seda, sin tantas condiciones como las impuestas por los pseudo humanitarios ex colonizadores.

Vacunación forzosa en USA

 Exigir a las empresas públicas y privadas que fuercen la vacunación a sus empleados no solo atenta contra los derechos individuales, también desprecia el orden constitucional mismo, ya que no existe ley alguna que apruebe el dictado del presidente Joe Biden.

Un dictado muy peligroso, ya que además, el presidente se quiere brincar a los gobernadores de los cincuenta estados de la unión, para imponer la totalidad de su mandato "sanitario".
Por lo tanto, si la posibilidad de replicar lo mismo surgiere en la mente del presidente de México, el responsable de evitar la acumulación de poder del ejecutivo sería la suprema corte de justicia.
En ese caso, el dilema sería: ¿Respetaría el máximo órgano de justicia las decisiones individuales de los mexicanos en cuanto a su salud y su propio cuerpo - como se falló a favor de la mujer y su propio cuerpo en el tema del aborto-, o la suprema corte sería selectiva, permitiendo que el presidente acumule más poder con la vacunación forzosa?

Carta publicada por el CEO de Telegram app, Pavel Durov:

 

" Generalmente asumimos que el mundo se está convirtiendo año con año en uno mejor. Pero en cuanto a las libertades individuales, ocurre lo contrario. La mayoría de los estudios demuestran que la humanidad es menos libre ahora que años atrás.
Hace 20 años teníamos internet descentralizado y un sistema bancario relativamente sin restricciones. El día de hoy, Apple y Google censuran información y aplicaciones en nuestros teléfonos, mientras que Visa y Master Card limitan qué bienes y servicios podemos comprar. Cada año entregamos más poder y control sobre nuestras vidas a un puñado de ejecutivos corporativos que no rinden cuentas, y que aparte no elegimos.
La mayoría de nosotros porta , por voluntad propia, dispositivos de localización qué permiten a las corporaciones usar nuestros datos privados, para después enviarnos contenido para mantenernos distraídos con entretenimiento de baja calidad. A diferencia de 20 años atrás, ahora estamos rodeados por cámaras de vigilancia, que en países como China utilizan inteligencia artificial para asegurarse que nadie se esconda.
En 2017, China sobrepasó a los EUA como la economía más grande del mundo por poder de compra, evidenciando que las libertades individuales no son necesarias para el desarrollo económico. Viendo el éxito chino, muchos países se hicieron autoritarios, restringiendo derechos humanos esenciales como la libertad de expresión, de movimiento y de asamblea.
¿Quién va a arreglar todo esto?
Las mentas más activas y creativas de nuestra generación están muy ocupadas jugando en la caja de arena llamada "libre empresa", o produciendo contenido digital para mantener a la mayoría pegada a su teléfono por mas tiempo. Muchos están tan distraídos con la abundancia de entretenimiento digital barato como para darse cuenta, y así poder evaluar críticamente la situación para tomar acción.
Contemplando esto, me pregunto cuál será el legado de nuestra generación. ¿Pasaremos a la historia como aquellos que permitieron que sociedades libres se convirtieran en pesadillas distopicas? ¿O seremos recordados como aquellos que defendieron las libertades que generaciones previas lucharon tanto para conseguir? "

No pidas, Se

 Pedirle al universo es lo mismo que pedirle a un dios, ya que lo seguimos viendo como algo lejano de lo cual no formamos parte.

Por eso más que pedir hay que ser uno con el universo, jugando nuestro rol como una más de sus partes. Ya que al transformar la fracción universal que somos, nos ayudamos a nosotros mismos.
Creando, proponiendo, compartiendo - refinando nuestra personalidad y carácter- es como sintonizamos con el todo universal. Así es como mejor nos comunicamos con el resto de las cosas y las personas que convivimos, y con las cuales nos gustaría coincidir en vida.
Por eso no tenemos que pedir nada en afán espiritual. Solo hay que sintonizar con lo que somos y lo que queremos recibir, despertando a nuestra mejor versión para ponernos a tono universal.

                                                                            

La Vida

 La vida se vuelve más ligera cuando aceptamos que las expectativas que otros tienen de nosotros son lo más pesado que podemos cargar, y que sus críticas y acusaciones no son más que el producto de sus propias expectativas insatisfechas.

La vida se vuelve más llevadera cuando reconocemos que las proyecciones inconscientes de otros son intentos de convencernos de algo que ni siquiera ellos están seguros, por lo que necesitan de nuestra aprobación para sentirse mejor con sus propias incertidumbres.
La vida se vuelve mucho más sencilla cuando admitimos que hay esfuerzos que no valen la pena hacer y batallas que no debemos luchar, ya que cada quien entiende, responde y actúa desde su propio historial y nivel de consciencia, y que por más que intentemos, no van a cambiar sus maneras ni las proyecciones que usan para protegerse de los idealistas de este mundo.
La vida se vuelve más simple cuando apreciamos la esencia cíclica y caótica de la naturaleza, para entender por que las cosas no se comportan como esperamos y muchas otras no salen como planeamos, y el por que algunos finales son apenas el comienzo de eternas y maravillosas aventuras.
Pero sobre todo, la vida se vuelve más satisfactoria cuando comprobamos que lo que damos es lo que recibimos, no siempre como crónica anunciada o como compensación directa, si no de la forma más inesperada, multiplicada y sorprendente.

                                                                            
                                                                                  


Apagón de Facebook

 A nadie debería de sorprender que Facebook y demás empresas de redes sociales prioricen el lucro monetario sobre cualquier otra cosa, como cualquier otro negocio privado.

A nadie debería tampoco sorprender que los gobiernos no hagan mucho al respecto, solo hasta que la opinión pública, afectada por los excesos de ciertas prácticas empresariales, exiga que la autoridad intervenga para regular y restringir legalmente.
Sin embargo, lo que pudiera parecer un intento político de frenar el crecimiento de empresas como facebook, en realidad tiene más que ver con un reacomodo de fuerzas en la punta económica de la pirámide de poder. Esto porque el Estado es sinónimo de la tecnología que ha ayudado a desarrollar desde la edad de piedra, y de cuya constante actualización depende para mantenerse relevante como el máximo ente administrativo de la sociedad.
Zukerberg y sus ricos y cibernéticos socios lo saben, por lo que es posible que el apagón de la semana pasada haya sido un golpe a la mesa de las negociaciones entre Estado y Big Tech, en torno a la imposición del nuevo paradígma tecnológico, que sera fundamental para equipar al Estado con la tecnología de punta de codigos QR y de pases de vacunación, fundamentales para el control social en una era de robotización, inteligencia artificial, monedas digitales, y cada vez más desempleo humano.
Más que estar metiendo en cintura a Big Tech, el Estado simplemente les está sacando más dinero, ya que al final no puede vivir sin ellos, como tampoco aquellos pueden operar sin la ayuda de los que hacen las reglas del juego.
Merida McCarthy, Katya Davila and 34 others
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Desconexión emocional y natural

 La naturaleza no requiere de conceptos ni etiquetas para ser y hacer lo que hace.

El que los usa y los abusa es el humano, ya que sin ellos no entiende su lugar en el mundo. Tanto así que en vez de descubrir la posibilidad universal latente en la naturaleza, la somete a su justificación de dominio.
Por eso la mente está llena de información, lo que por default nos hace proclives a detallar, exagerar y endulzar la píldora en torno a nuestra identidad convencional.
Somos promotores y vendedores de los conceptos que usamos para definirnos, aún sin el auto conocimiento suficiente para conectar con nosotros mismos y con la naturaleza que nos compone, y de la que por supuesta eficiencia nos separamos.
Por ende, la desconexión que sufrimos a nivel personal y social no es más que el reflejo de lo mucho que nos cuesta aceptar nuestra naturaleza y actuar desde ahí.
La mente entiende ideas, significados y lenguajes, pero muy pocas esencias, intuiciones y sentimientos, ya que estos no se piensan - se contemplan, se viven y se integran, y así nos re conectan con lo que somos.

Vacuna y legitimación de Estado

 La obsesión con una sola solución, un camino y una respuesta única para todo es un rasgo de la política autoritaria que busca imponerse sobre la multiplicidad de opiniones, pero sobre todo, sobre la incertidumbre que le es característica a la naturaleza. Por lo general la naturaleza nos ofrece varias posibilidades para resolver cualquier problema. Siempre existen varias formas para solucionar toda crisis, enfermedad o patología, sea esta de origen natural o cultural.

Sin embargo, varios gobiernos urgidos de legitimidad y prestigio han llegado al extremo de sacrificar su carácter plural y democrático al ejercer un control sobre la ciencia y los medios de comunicación de masa "apropiados", para presentar una visión monocromática y monotemática en torno a la pandemia.
Eso no quiere decir que la solución vacunera que se nos presenta como la única no funcione. El problema es que al presentarse como un supuesto consenso científico definitivo, se violan los cánones de la ciencia misma, que antes que nada es un método de prueba y error que constantemente actualiza sus descubrimientos al ritmo de sus nuevas observaciones.
En otras palabras, el enfocar la ciencia en una sola cosa para desenfocarse del resto la convierte en dogma. Enfoque y desenfoque también replicado por los medios de masa y la internet, que no permiten ya el cuestionamiento a los dogmas dictados por el Estado cientifista.
Cabe recordar que aunque no se hable de algo y no se comprueben otras maneras y formas de hacer las cosas no implica que no existan. Simplemente es cuestión de qué se enfatiza, qué se ignora y qué se censura y se deja fuera de la percepción pública.
A grandes rasgos y además del tema sanitario, la representación política se está friccionando fuera de toda proporción republicana, aquella que alguna vez coronaba a la opinión pública divergente y distinta.
La pregunta es, ¿por qué será que el Estado está llevando su poder al extremo para imponer su verdad y certeza sobre un debilitado nosotros, sacrificando en el proceso siglos de avances democráticos y de transparencia informativa ?
Es momento de empezar a conectar los puntos que ya se vislumbran para ir identificando lo que se viene para la humanidad con este nuevo paradigma tecnológico, amparado en un poder que sin ninguna pena nos muestra sus afilados colmillos.

Incluyendo al Ego

Tal vez lo que determine la calidad de lo que vamos a experimentar después de la muerte no son los pecados ni el karma -ni siquiera la condición de nuestra supuesta alma- si no la paz interior con la que enfrentemos nuestra despedida.
Se dice fácil, pero la verdad es que solo en raras ocasiones aquietamos la mente y estabilizamos las emociones que devienen en paz interior, por lo que se vislumbra difícil conseguirlo en el lecho de la muerte.
Por ende mucho nos ayudaría realizar la paz interior en vida también como preparación para nuestro adiós. Antes que nada habría que eliminar la angustia que nos genera la simplista posibilidad de un cielo o un infierno, a la vez que hacemos a un lado el determinismo ético del karma, que puede acabar siendo igual de requisitoso y culposo que el porvenir cristiano.
Después habría que aceptar que nuestro mayor y moribundo miedo es que la razón y las etiquetas con las que construimos identidad no sobrevivan al cuerpo, y que además nos confunden y distraen del hecho, de que la paz interior es la mejor forma de estar presentes y conscientes de los ciclos y las recurrencias de la naturaleza, el mejor antídoto para las ansiosas expectativas y los grandiosos futureos de la razón.
La paz interior nos ayudará a ver que nuestra esencia es lo que perdura y trasciende a lo que llamamos muerte, que no es más que la conclusión de nuestra identidad convencional en esta tierra.
Pero la paz interior no se logra abandonando y renunciando a todo en prematura despedida, si no trabajando y aprovechando al ego, que por algún curioso motivo se nos fue formando y que seguimos heredando, pero que en ilusoria y repentina pseudo espiritualidad decidimos destruir, para según nosotros, encontrarnos a nosotros mismos.
Por eso hay que aprovechar al ego para vivir al máximo y refinar nuestra autenticidad mientras dure la vida, para poder, con graciosa naturalidad, ir observando como se va suavizando a la par de los proyectos y los sueños que vamos cristalizando, gracias al voluntarioso director y motor de nuestras narrativas. (Me refiero al ego, no al egoísmo en que podemos caer cuando no lo observamos constantemente) De no usarlo así, acabaremos peleados con nosotros mismos en camino hacia la conclusión de nuestra vida, teniendo que soportar la incomodidad de un ego insatisfecho, que nunca se atrevió ni aventuró fuera de la zona de confort que caracteriza a las adormecidas y conservadoras mayorías.
Si no usas el ego ahora te va a calar cuando te vayas porque imaginarás que no te va acompañar para lo que sigue, aquello que proyectas como algo que tampoco podrás superar exactamente por lo mismo que no puedes ahora.
El ego es el puente entre lo normal y lo trascendente, que si no lo cruzas, te vas a quedar con las duda y las ganas desperdiciadas de saber que pudiste haber sido del otro lado del miedo ya en completa plenitud.
Por eso te aseguro que si lo utilizas para gozar y trascender en esta vida no te vas a estar arrepintiendo y reclamando en el lecho de tu muerte, ya que te habrás dado cuenta que no tiene sentido seguir cargando algo que solo sirve para realzar y realizar tu plenitud en este presente, y que seguramente no te va a servir a donde vayas.
Hay que transformar las experiencias en enseñanzas y hacerlas nuestro pasaporte para la muerte, bien conscientes de que siempre será mejor darlo todo ahora, que ansiarse por los múltiples y posibles escenarios que hemos tejido como culturas super mitologizadas. Solo así podremos ir sedimentado la tranquilidad que solo la autenticidad de la experiencia nos otorga, y que ningún dios ni fuerza sobrenatural puede delegarnos.
Y nunca olvides que tu despedida no es más que una transición hacia algo similar a lo que ya fuiste, ya que como muy bien dicen los sabios tailandeses, lo que viene seguramente será "same same but different" -lo mismo lo mismo pero diferente.