Sunday 29 November 2015

El peón kurdo

‘‘En política nada sucede por accidente. Si algo sucede es por que así fue planeado’’
Franklin D. Roosevelt (1882-1945) trigésimo segundo presidente de los EUA
El armisticio propuesto por Vladimir Putin no le sirve a Turquía ni a Occidente, y ahí yace la causa del derribo del avión ruso. La velocidad con la que Putin ha frenado la caída de Assad y las agresiones de ISIS han obligado a sus múltiples patrocinadores a buscar alternativas para alargar el caos que los beneficiaba previo a la incursión rusa.
No obstante Washington prefiere evitar un enfrentamiento directo con Moscú, y por eso es que sus medios masivos declararon que el avión ruso no había cruzado el espacio aéreo turco cuando fue alcanzado por los misiles del F-16 de Ankara.
Es así que señalar, indirectamente a Turquía como la responsable del siniestro sigue varias lineas lógicas.
La primera es que el Pentágono por fin reconoce que debe negociar con Rusia la distribución de poder geo político en el nuevo orden de Medio Oriente. Entre otros objetivos, cada bando desea influir efectivamente en la evolución de las demandas kurdas para la creación de un estado–nación propio, proyecto que tiene ya algunas décadas en el tintero.
Hay que recordar que Henry Kissinger les prometió un país propio a los kurdos durante la crisis que EUA generó entre Iran e Irak en el pasado. Originalmente los kurdos fueron apoyados con las armas que sobraron de la guerra de Vietnam, esto para evitar la consolidación de Saddam Hussein como el todopoderoso de Irak, particularmente porque éste tenía como su principal aliado a la Unión Soviética.
El apoyo que Kissinger había brindado a los kurdos les fue retirado cuando el Shah de Iran (títere de Washington) se consolidó como un contrapeso efectivo al régimen Baathista de Hussein. Con ello se esfumaron las esperanzas nacionalistas kurdas. Encima de esto Washington se hizo de la vista gorda cuando Hussein gaseó a los kurdos en venganza por su concertada insurgencia.
En ésta ocasión Washington está malabareando varios asuntos, entre ellos la intención de recuperar cierta influencia sobre el destino de los kurdos, que ahora controlan algunos de los principales puntos de producción petrolera del difunto Irak. Los kurdos estaban siendo financiados otra vez por Occidente para combatir a ISIS antes de la llegada rusa. Los EUA le volvieron a clavar el puñal por la espalda a los kurdos, ya que el Pentágono priorizó el restablecimiento de las relaciones con Turquía, las cuales se habían deteriorado por el apoyo a los kurdos, acérrimos rivales de Erdogan. Ahora el plan del Tío Sam es jugar con ambas fichas, la kurda y la turca, para agudizar su enemistad.
Hace unos meses Ankara autorizó a Washington el uso de su base aérea de Incirlik, hecho que simbolizó el relanzamiento de dicha relación, en detrimento de lo que ya había con los kurdos. El interés principal de EUA es mantener a un miembro clave de la OTAN, ya que en diciembre del año pasado Ankara se acercó peligrosamente al Acuerdo de Cooperación de Shanghai (SCO). Asimismo Erdogan había concluido con Putin la construcción del gasoducto Turkish Stream a través de tierras turcas, lo cual de concretarse (el derribo del avión lo postergará ) hubiere transformado la geo estrategia energética de Medio Oriente y Europa a favor de Rusia.
La otra razón por la cual EUA quiere seguir participando en Medio Oriente es perpetuar su petrodólar al frente de los mercados energéticos del mundo, buscando así refrendar su vilipendiada hegemonía global. Sin embargo, EUA ya no podrá construir un oleoducto desde el futuro Kurdistan a través de Siria. Tampoco continuará lo del petróleo robado por ISIS, ya que Putin está destruyendo los camiones, y en si toda la operación ilegal (mayoritariamente turca) que financiaba parte de la aventura ISIS. Por eso es que todos los ojos están ahora sobre los kurdos, incluyendo los de Rusia, Israel y Francia.
La caída del avión le da un motivo clave a Putin para influir en los kurdos, ya que la creación de un estado propio para el milenario pueblo sería la arma perfecta para contrapesar a EUA, así como al beligerante y neo Otomanista Erdogan.
Por su parte, se sabe que a raíz de los atentados en París, Francia se lanzó contra ISIS haciendo uso de la cláusula de defensa mutua con la Unión Europea (UE). Esto llamó la atención de EUA, ya que bajo circunstancias normales las potencias miembro saben que cuentan con el apoyo de la OTAN para ‘legitimar’ intervenciones (cruzadas) de gran envergadura.
Lo que motivó a François Hollande a actuar por cuenta propia es primero es el afán de ejercer una política exterior de corte nacionalista, e independiente de la poderosa y renuente Alemania, así como de las debilitadas UE y OTAN. Francia tiene prisa por involucrarse con los Kurdos junto a Israel, ya que esto le aseguraría una renovada vigencia como poder pos colonial en Medio Oriente, a la vez que fortalece su relación con un potencial proveedor legitimo de petróleo.
Israel, por su lado, necesita apoyar la creación de la nación kurda para proveerse también de petróleo- dado el déficit que provocará la destrucción del proveedor ISIS. Por otra parte, Tel-Aviv necesita a la potencial nación vecina kurda como estado bufón, esto para aligerar y disuadir las fricciones internacionales acumuladas por su expansionismo sionista. Un Kurdistán independiente debilitaría a Iran, Irak, Siria, y Turquía, justo lo que Israel requiere para prolongar el ghetto palestino y cristalizar su sueño territorial bíblico.

Saturday 28 November 2015

Umbrales/ El Libre Albedrio

Global-Es / Imperialismo financiero

Caldo de ciudadanía


'Cuando la gente ve algo como amenaza instintivamente se identifica con su opuesto político'
La temperatura social y política en los EUA ha rebasado los límites para la convivencia civilizada. El racismo institucionalizado está siendo reforzado por los medios de masa, para ser capitalizado por una burocracia que intenta seguir armando al país hasta los dientes.
Muchos de la clase política, como algunos miembros del Partido Republicano y el Tea, están participando directamente en la organización de mítines anti-refugiados con grupos de extrema derecha. Estos grupos siempre han existido en los EUA, pero ahora están tomando más fuerza debido a la crisis socioeconómica.
La prolongada crisis ha exacerbado los ánimos contra la raza negra y los latinos. De hecho, muchos mexicanos están comenzando a regresar a México, ya que la falta de empleo, sumada al tono beligerante de políticos como Donald Trump, los tiene aterrados.
Hace unos días un grupo de supremacía blanca irrumpió en una protesta organizada bajo el nombre 'Las vidas negras importan' en la ciudad de Minneapolis. El saldo de dicha irrupción fue de cinco personas de raza negra asesinadas. Este hecho está suscitando protestas en la ciudad.
Lo mismo está sucediendo en otras ciudades como Chicago, en donde la muerte de otro miembro de la raza negra, llamado Laquan McDonald, que fue abatido por un policía que le disparó 16 veces, tiene a mucha gente inconforme en las calles. Los asesinatos y la brutalidad policiaca se han salido de control.
Y qué decir del más reciente mitin político de Donald Trump, en el que otro miembro de la raza negra fue golpeado, acto aprovechado por el demagogo para enfatizar su retórica del odio. Por otro lado, Trump está proponiendo vigilar las mezquitas, así como también obligar a los ciudadanos que profesen el Islam a portar insignias que los identifiquen como tal, algo que Adolf Hitler hizo con los judíos durante el auge del nazismo.
Encima de todo esto, los 14 años de guerra contra el terrorismo definitivamente están causando estragos en la población. La propaganda de buenos y malos a la que se han sometido está destruyendo la concordia desde lo psicológico hasta lo colectivo. La gente naturalmente busca la salida a su descontento culpando a otros.
Este contexto –de racismo institucionalizado y de terror paranoico– está influyendo en las actitudes contra los ciudadanos musulmanes, así como en los potenciales refugiados sirios y demás migrantes.
Un 54% de la población, según la última encuesta de Washington Post, no quiere a los refugiados sirios en tierras estadounidenses. Asimismo, 74% apoya la intervención contra el ISIS, mientras que 60% estaría de acuerdo en enviar tropas terrestres. La síntesis de todo esto es más militarismo, exactamente lo que el complejo-mediático-industrial y militar desea.
Todo esta histeria contra los musulmanes se parece a la paranoia que hubo contra los judíos en los EUA previo a la Segunda Guerra Mundial. La revista Fortune publicó en 1938 una encuesta que aseveraba que menos del 5% de la población estaba a favor de abrir las puertas a los refugiados judíos que huían del fascismo.
En ese sentido, otros medios inflamaban ese discurso, al publicar escritos que decían que los judíos eran nazis disfrazados, similar a como el día de hoy algunos aseguran que los refugiados sirios son miembros encubiertos del ISIS.
Por ahí también se decía que los judíos venían a robarle el trabajo a los americanos, mientras que otros juraban que los judíos (no cristianos) buscaban infiltrarse para propagar la revolución. La excusa más risible de todas era que los judíos fraguaban una conspiración capitalista para hundir la economía de los EUA.
Me queda claro que la historia siempre se repite. La ignorancia popular siempre es aprovechada por los que los 'lideran' para lograr sus siniestros objetivos políticos.

Tuesday 24 November 2015

La guerra contra el efectivo

'Los bancos de EUA y Europa están tratando de desarrollar un sistema de transacciones sin dinero en efectivo'
Harald Malmgren (1935- ) Asesor presidencial estadounidense
La eliminación del dinero en efectivo empoderaría aún más al sector financiero sobre la ciudadanía, la cual sufriría una considerable pérdida de privacidad.
Dicha medida debe ser tomada con cautela, ya que no está pensada para favorecernos.
Las razones detrás de la descabellada intención son:
Primero, la banca quiere expandir sus tentáculos especuladores sobre la sociedad, específicamente en lo que tiene que ver el con la emisión de la deuda y la usura. Eliminar el papel y las monedas equivale a neutralizar cualquier mecanismo tangible de intercambio, facilitándole al sistema la administración tecnológica de la economía. Sin rastro físico se volvería mucho más fácil jugar con las cifras como si fueran apuestas.
El efectivo te protege de fluctuaciones repentinas en la economía, como el colapso de la bolsa de valores, la bancarrota de alguna organización, o la manipulación de la tasa de interés.
Segundo, el sistema financiero desea incentivar todavía más el consumo que se ha deprimido desde la crisis de 2008. Ademas, las tasas de interés de 0% hacen casi imposible que la gente quiera tener su dinero en el banco, por lo cual muchos han optado por guardarlo en sus casas.
Suprimir el dinero en efectivo forzaría a la gente a entregar sus ahorros personales, que serían intercambiables por crédito digital. Esta drástica transformación en la cultura económica tendría como efecto la proliferación de todavía más crédito para el consumo, tendencia que viene al alza desde la aparición de las tarjetas de crédito a partir de la década de los 80.
La tercera razón es profundizar la supervisión y vigilancia de las finanzas del pueblo, que de facto estaría entregándole mayor poder a los ‘arquitectos del intercambio’. Para este fin se usarían súper computadoras como las que ahora permutan cifras en fracciones de segundo. No hay que olvidar que muchas veces estas maquinas son las que potencian el robo a gran escala, como pudimos atestiguar con la apertura informativa en relación al modus operandi de Wall Street.
Tal vez la mayor tecnologización del intercambio financiero prevendría la evasión y el fraude fiscal. Sin embargo, en la práctica tendría que cambiar la cultura que tenemos, que permite que las grandes fortunas no paguen impuestos por supuesta conveniencia colectiva. Actualmente la ‘reforma financiera’ mexicana le dio más poder al Estado y a la banca sobre el deudor (espionaje), pero eso no resultó en más libertad civil. Asimismo, el Estado ha hecho lo propio, modificando leyes para lubricar su intrusión en asuntos ciudadanos. Es por eso que la idea de canjear otra forma de interacción humana más por sistemas automatizados de utópica inspiración me parece aterradora.
La cuarta razón es el lógico afán de la banca de incrementar sus cobros por transacción, lo cual bajo un esquema sin dinero en efectivo elevaría el riesgo para el cliente frente al sistema. La privatización de la banca le enseñó a México que los bancos nunca limitan su avaricia. Entonces, ¿para qué facultarlos más?
En resumidas cuentas, eliminar el dinero en efectivo empoderaría todavía más a la corporación, esa que en nombre de las libertades individuales ha arrasado con la representación política y la república misma. Fue gracias a la posmodernidad informática –con su aceleración de procesos virtuales a escala global– que la corporación logró ‘zafarse’ del control del Estado-nación que le brinda su domicilio fiscal. Sin dinero en efectivo la corporación reforzaría sus lazos horizontales con otras corporaciones, simplificando la imposición vertical de directrices múltiples para sus clientes.
El dinero alguna vez valía por el peso de sus mecanismos, como eran las piedras que se cargaban o los metales con que se acuñaban. Esto dio paso a la impresión de billetes como notas promisorias. O sea, el poder de intercambio fue gradualmente desvinculándose del portador para terminar en los ‘brazos’ del emisor. Esto es exactamente lo que le ha permitido manipular el destino de la sociedad. Hoy estamos secuestrados por las corporaciones financieras privadas, que no contentas con eso, ahora planean desaparecer al dinero  cual truco de magia.

Sunday 22 November 2015

De ilusiones y promesas

'Si la riqueza se generalizara  dejaría  de conferir  distinción'
George Orwelll (1903-1950) escritor  británico.

El Estado neoliberal  acabó coartando las libertades individuales en su afán de controlar a una sociedad profundamente desigual.  Fue así como regímenes alguna vez democráticos acabaron emulando el despotismo oriental –como el de China o Rusia– que tanto critican.

Las razones fundamentales son:

Primero, el incremento desproporcionado  de las burocracias como respuesta moralista  a la liberación  del individuo que, en ascenso socioeconómico encontró nuevas formas de expresión.  Un buen ejemplo de esto es la prohibición y la persecución institucionalizada de las drogas, profundizada bajo Richard Nixon y replicada por México. La consolidación de la clase media urbana suele devenir en el consumo de ciertas sustancias, algo que dentro de un esquema de libre mercado y libertades individuales debiese ser perfectamente admisible. Sin embargo el Estado vio con recelo la liberación del individuo,  algo totalmente  contrario a lo que  se presume como discurso político.  Hoy somos testigos de cómo esa hipocresía incongruente ha sido puesta en entredicho por una sofocante y costosa militarización.

Después esta la ingeniería social que se ha vuelto tan común en Occidente, que mediante la imposición de sistemas de represión y vigilancia, limitan la libertad de movimiento y  asociación, entre otras cosas. 
Y que decir del capitalismo neoliberal como se vive ahora, ese que externaliza la industria,  el trabajo y el espacio público en afán de reducir los costos operativos. Lo que la sociedad perdió en este proceso fue la bien balanceada república, que se requiere como mínimo para que la ciudadanía pueda jugar  a la democracia.  Lo que quedó en su lugar es una representación política alejada, mas preocupada por centralizar el poder y controlar el descontento. La epitome de éste fracaso es la concentración de la riqueza, de forma super desproporcionada, en unas cuantas manos.

Por el lado cultural el neoliberalismo logró estandarizar a la sociedad de forma escandalosa, similar a como hacen las religiones. Un buen ejemplo de esto es el dogma del hiper consumo como camino a la supuesta emancipación existencial del individuo. No nos damos cuenta, que aspirar a tener lo que unos medios de masa venden como lo mas deseable, es similar  a rezarle al mismo dios y practicar los mismos rituales.

El poder de la televisión logró simplificar los símbolos de estatus al grado de estandarizar el gusto, emparejándolo para simplificar la producción de bienes y servicios asequibles.  Esta generalización de patrones de consumo ha sido muy productiva para los pocas corporaciones que nos han zombificado como seres materialistas. Su propaganda de ‘lo más apropiado’  ha logrado limitar  nuestra libertad  de decisión  de forma considerable.  En esta línea, el hecho que usemos   las mismas marcas y estilos de moda, es analógico a las limitadas opciones de vestimenta de la sociedad soviética o la maoísta.
 
Otra forma de limitar la libertad individual es endeudar al máximo, efectivamente sometiendo a la persona a los designios de la banca. Es así como estas y otras corporaciones occidentales  colectivizan a la sociedad y su cultura, pero en un sentido financiero.   El comunismo chino y el soviético colectivizó la agricultura  con efectos desastrosos. Nosotros hicimos lo mismo  con los millones de deudores, que esperan su turno para  empaparse de la movilidad social tan añorada.

Hay que tener muy en claro que el crédito no es un buen substituto al dinero en efectivo, y mucho menos para un trabajo de salario digno.

Los embargos a la propiedad privada son ahora practica común bajo el capitalismo neoliberal. ¿No se suponía que era el comunismo el que arrebataba la propiedad privada?

La degradación de las libertades individuales en Occidente ha sida un proceso  de altibajos discontinuos.  Dicho proceso,  que Fernand Braudel llama la 'larga duración', comenzó su ascenso durante  el Renacimiento italiano,  con su énfasis  en el potencial humano liberado del yugo religioso. Su auge fue el liberalismo clásico del Imperio Británico. El colapso definitivamente se está dando en la Norteamérica  y la Europa contemporánea, que alguna vez presumieron sus imbatibles  libertades de hiperconsumo individualista. Se suponía que el individuo finalmente seria liberado del opresivo poder  del   Estado omnipresente, pero como podemos presenciar, estamos muy lejos de ello.

Friday 20 November 2015

De oro y otras novedades

'El sistema del dólar como moneda de reserva contribuye a la desigualdad'

'Joseph Stiglitz (1943- ) economista de premioNobel


La batalla por el Medio Oriente es también una por el control de los mercados y el tipo de cambio global.

Mucho se ha hablado de la supuesta independencia energética del Tío Sam gracias al fracking. Aunque ésta fuere cierta, eso no implica que la misma le aseguraría el control de los mercados internacionales, ya que en éstos participa el resto del mundo. Entonces, la razón principal de su insistencia en Medio Oriente, ademas de nuevas oportunidades de negocio, tiene que ver con que buena parte de los mercados energéticos todavía utilizan al dólar como instrumento de  cambio, hecho que deben defender a toda costa de la competencia de otras potencias.

El petrodólar comenzó su reinado en 1973 cuando EUA se vio forzado a negociar con Arabia Saudita –el líder de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). La creación de dicho cartel terminó con la abundancia de petróleo barato, que le había permitido al Tío Sam crecer de manera imbatible desde finales de la Segunda Guerra Mundial, con todo y Estado benefactor.

Fue por eso que Richard Nixon se vio forzado a abandonar el patrón oro con que se había apoyado al dólar desde el establecimiento del orden económico y financiero en Bretton Woods en 1944. Otra razón era la urgencia de contener el ‘virus’ del comunismo soviético mediante la expansión del capitalismo.

Por eso ‘‘dolarizaron” los mercados internacionales. Había que afianzar el control de los destinos del tercer mundo para arrebatárselos a Moscú. Encima de todo esto EUA alcanzó su pico petrolero en 1972, por lo que se vieron obligados a comenzar con la indiscriminada impresión de dinero que hoy los ahoga en deuda a ellos y muchos otros.

Además de fungir como contrapeso a los desmanes de Occidente en Medio Oriente, Rusia actualmente busca restablecer las relaciones y negocios con el mundo islámico que perdió tras el colapso de la Union Soviética. Para ello, Putin cuenta con el apoyo de China, superpotencia industrial emergente del mundo, que a su vez tiene como prioridad superar lo hecho por EUA.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha retardado la inclusión del yuan chino a la canasta de activos de reserva internacionales (SDR), que básicamente está dominada por monedas occidentales, incluyendo al yen japonés.

Esto motivó a los chinos a desarrollar su propia versión del FMI, el Banco Asiático de Inversión en Infraestructura (AIIB), que representa una potencial alternativa a la actual arquitectura financiera global  liderada por EUA.

Lo que más aterra al Tío Sam es que Beijing está fundiendo todo el oro que ha adquirido durante los últimos años. Dicho oro está siendo vendido por los bancos centrales occidentales a sus similares en Oriente, siendo el más beneficiado el chino, que según fuentes extraoficiales acumula ya más de 10,000 toneladas.

Entonces, regresar al patrón oro para legitimar la consolidación del AIIB y el yuan –buscando así sentar las bases de un nuevo orden económico, financiero y comercial global–, equivaldría a trascender al FMI y el andamiaje impuesto por EUA en Bretton Woods.

Algunos dicen que China no está lista para esto, ya que almacena más de $3 y medio millones de millones de dólares como reservas internacionales. Sin embargo, otros analistas comentan que el punto de inflexión está cada vez más cerca, ya que las constantes fricciones geopolíticas en regiones como el Medio Oriente y el Mar de la China Meridional, sumadas a la desgastante absorción de deuda e inflación estadounidense, terminarán, tarde o temprano, por colmar la paciencia de Beijing.

Hace 200 años Napoleón Bonaparte se disputó con el Imperio Británico la imposición de pesos y medidas para sus respectivas poblaciones. Ahora vemos como los chinos han optado por el sistema métrico para tratar de enterrar –con sus nuevos lingotes de oro de un kilogramo– el legado liberal de las libras esterlinas y el dólar estadounidense, que alguna vez se ancló en onzas de oro.

Es por eso que mientras Vladimir Putin enfrenta a Occidente para tratar de reformar la institucionalidad mundial vigente, China trabaja en silencio para cristalizar su contraparte.

Tuesday 17 November 2015

La balcanización de Occidente

'Debemos prohibir la fe islámica en Francia'
Robert Chardon (1949-) exalcalde francés 

Una opinión pública cada vez más en contra de la guerra está siendo aterrorizada mediáticamente para aceptarla.
Los autores materiales de cualquier siniestro de envergadura salen sobrando. Lo que importa es observar cómo el sistema utiliza las estrategias de siempre – la propaganda televisiva y la manipulación de las instituciones– para persuadir a la renuente población a la violencia.
Francia se está viendo forzado a unirse a la débil coalición de los supuestos ‘aliados’, liderados por EUA. El enemigo fundamental no es el ISIS, sino la Rusia de Vladimir Putin, que por el momento tiene la autoridad moral gracias a su tangible ofensiva contra el ISIS.
Al puro estilo de La Odisea del Espacio de Stanley Kubrick, el patriarca francés se dirige con garrote en mano al charco de petróleo en Medio Oriente. Sin embargo, es determinante tener muy claro que no es sólo el hidrocarburo lo que se pelea, sino la lucha geoestratégica por control del territorio y la potencial salida al mar del bloque Eurasiático.
Es así como en estas tierras arrecia un conflicto múltiple, facilitado por el vacío de poder creado por la intromisión occidental, que de facto eliminó a Saddam Hussein y que ahora insiste en Bashar Al-Assad, el último baluarte de secularismo en la región.
Para lograr esto se recurrió como siempre a las ‘abejas estandarizadoras de la opinión’. Éstas se desplazan a través de los medios, radicalizando y perforando la mentalidad de la masa, para después colarse hasta sus emociones, encrespándolas en sumisión paranoica.
Los que ganan con esta crisis son los patriotas nacionalistas, que están aprovechando lo sucedido para militarizar aun más la relación doméstica con la ciudadanía y las relaciones exteriores con las excolonias como Siria. El Frente Nacional de Marine Le Pen vindica su extrema ideología con los cruentos acontecimientos. No hay que olvidar que la situación de los migrantes ya era tema caliente en Francia, por lo que la curiosa aparición de algunos pasaportes sirios añade más leña al fuego.
Los que pierden son muchos. Primero que nada está la ciudadanía francesa, a la cual se le ha canjeado su República por un Estado policiaco de corte neocolonial.
Otra que pierde es la opinión pública, esa que ya no apoya guerras desde la razón democrática, y que por eso es aterrorizada para ser cooptada en sacrificio de sus libertades civiles. Tristemente el fundamentalismo de extrema derecha resuena cada vez más que la redundante democracia.
Y qué decir del proyecto europeo, el cual ya de por sí sufría los incesantes embates migratorios, así como del desempleo generalizado y la falta de representación política estructural desde Bruselas.
Los ataques de Paris tenían como objetivo mayor a la misma Unión Europea, la cual fue violentada por una estaca que se clavó sobre su eje franco-germano, el corazón y motor del ambicioso proyecto supra nacional. El bombazo durante el partido de fútbol entre ambos países es el mejor símbolo de ello. Es por esto que el cierre de fronteras que se vislumbra, aunado al desastre en la coordinación de políticas migratorias, pudieren representar el fin de la concordia continental.
Otra que paradójicamente pierde por su debilitamiento es la ‘coalición de los desanimados’ de la OTAN, ya que ni Alemania ni Inglaterra están de acuerdo en seguir las aventuras imperialistas del Tío Sam en Medio Oriente. Esto no sólo se ve reflejado en la negativa de ambos de participar de dicha coalición, sino también en su acercamiento con Eurasia a distintos niveles. La ‘City’ de Londres ya estableció un acuerdo financiero con Beijing y su yuan, mientras que Alemania, que recientemente se negó a participar del TTIP (Asociación Trasatlántica para el Comercio y la Inversión) sutilmente se aproxima al nuevo orden multipolar.
Otro que pierde, aunque no sea tan evidente, es el grupo mercenario ISIS, ya que el mundo entero se ha percatado que es un comodín para la guerra de civilizaciones. Dicho de otra forma, el ISIS ha sido desenmascarado como una excusa para perseguir y aniquilar al mundo islámico.
La formula de la incremental violencia es la siguiente:
La Lucha de Civilizaciones de Samuel Huntington es la justificación para intervenir en tierras musulmanas, o sea, el vehículo.
El discurso de la guerra contra el terrorismo es el plan de ataque, el volante del vehículo.
El 1984 de George Orwell es el control de daños, es decir, los cinturones de ‘seguridad’ para la renuente población.
Problema-Reacción-Solución. 


Sunday 15 November 2015

De reglas y pragmatismos

‘‘Regular es crear las condiciones para la imposición de todo tipo de restricciones y límites a la comercialización, propaganda y consumo de un producto’’

Cesar Gaviria (1947-) político colombiano

Toda regulación implica certificar algo para facilitar su control y el de la sociedad que lo utiliza. 

A diferencia de la regulación, la legalización sí libera al producto o servicio de su previa criminalización, permitiéndole al individuo, a las asociaciones civiles (A.C.) o a la misma iniciativa privada que participen de la comercialización, como sucede con el alcohol y el tabaco.

El caso de la regulación es distinto, ya que implica que el Estado se hace cargo, con el objetivo fundamental de sublimar los efectos sociales de la distribución y el consumo de lo que se regula.

Uruguay, el primer país que se atrevió a regular y legalizar al mismo tiempo la marihuana es un caso curioso, ya que ley que se aprobó es realmente un híbrido adaptado a las particularidades de su sistema social. O sea que con todo y que se legalizó, es el individuo, las A.C. y el Estado los que ahora tendrán poder sobre la planta, pero irónicamente no la iniciativa privada, como en teoría aplicaría bajo una legalización tradicional.

La razón principal es que Uruguay es gobernado por una social-democracia de corte socialista, donde el Estado se encarga de gran parte de la economía de aproximadamente 3 millones de personas. Es en este sentido que puede decirse que Uruguay nacionalizó su relación con la marihuana, de acuerdo a la prioridad de los intereses públicos de la comunidad.

Lo primero que se estableció con la modificación de la ley fue corroborar la descriminalización que ya existía en la teoría y la práctica. El consumo casual ya era tolerado, pero la nueva ley oficializa su uso. Esto quiere decir que el Estado simplemente reconoció algo que el pueblo ya practicaba por decisión propia, y ahí radica el gran avance político.

Esto no quiere decir que la ley haya sido aprobada sin contratiempos. Un dilema fundamental es la participación del Estado en el negocio, algo que sería muy difícil en México por la corrupción imperante.

No hay que olvidar que regular y legalizar implica arrebatarle el negocio ilícito al narcotráfico. Muchos le temen al hecho que el Estado adquiera otra manija de control sobre el pueblo, debido a los nuevos poderes de observación y control que el monopolio sobre el negocio de la mariguana le otorgan a la autoridad.

Mientras tanto, lo que el gobierno de José Mujica logró con la modificación a la ley fue exculpar a la planta de su presencia urbana, al vez que toleró a los individuos en su relación privada con ella. Estos pueden tener hasta seis plantas en su casa para consumo doméstico, pero sin derecho a venderla en la calle. Aparte, se reforzó la influencia de las A.C. (clubes de autocultivo de hasta 45 miembros) como entidades autónomas.

Parece que por fin el Estado comenzará con la siguiente etapa, que consiste en la producción de la marihuana dentro del territorio nacional, aunado a su distribución en farmacias, de hasta 40 gramos por persona registrada por mes.

México escogió un método distinto para su legalización, de acuerdo al tamaño del mercado y la cruenta e impopular guerra contra el narco. Una ciudadanía claramente en contra de la planta (66% según, El Universal) dificulta la legalización por la vía legislativa, por lo cual se recurrió al pragmatismo no ideológico del poder judicial para eludir al pueblo.

Hay que aclarar que las cuatro personas que impusieron el amparo representan a la A.C. y no al individuo constitucional, ese que se valida con la democracia electoral o el referéndum.

Esto quiere decir que es plausible que intereses geopolíticos y económicos estén afectando la decisión de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. 

Esperemos que esta bomba mediática de humo verde no sea la antesala para la inmediata comercialización y privatización de la marihuana, camino que desaprovecharía la oportunidad de sintonía pública como la del caso uruguayo.

Sin consulta ciudadana ninguna ley genera eco colectivo.

Sunday 8 November 2015

Los alquimistas de la verdad

La mota se ha vuelto tan buen negocio como los alimentos veganos, por eso es que los hombres de las batas blancas están usando su poder para modificar nuestras consciencias a favor de sus ‘ilustradas’ decisiones.
Hoy como siempre los expertos son ellos, que desde arriba manipulan los numeros y las letras amparados en dios, el rey o la misma ciencia. Independientemente de si existe o no una verdad objetiva y absoluta, los que guían nuestros destinos se comportan como si existiera, ya que sin ésta no habría manera efectiva de controlar a la colectividad.
El objetivo ulterior es refundar a la sociedad de acuerdo a paradigmas determinados por ellos mismos, los cuales en algún día no muy lejano volverán a incomodar a los del poder, lo que los llevará nuevamente a modificar las ‘verdades convencionales’ para alinearlas con el statu quo.
Con ello me refiero a los intereses económicos encubiertos, los cuales sabemos que siempre han determinado las relaciones de poder de la humanidad. Imagine usted, estimado lector, que al modificarse una ley como la de la mariguana, o al hacerse una declaración institucional como la de la Organización Mundial de la Salud en torno a la carne procesada, inmediatamente comienza la transformación de la opinión de le gente, lo que a su vez influye en la moralidad pública. En pocas palabras, existe una triangulación directa entre ley, opinión y moralidad.
Una enseñanza determinante de todo esto es que el ser humano sigue y seguirá emitiendo juicios sobre asuntos y cosas que le incomodan, de acuerdo a la organización social imperante.
Es así como de la noche a la mañana un sistema acepte sus fallas –como la muy obvia de los procesos industriales–, los cuales ya sabíamos que eran dañinos. Es positivo que finalmente esto se haya reconocido. Sin embargo, debemos abrir las ojos a la realidad detrás de los fabricantes de la verdad. Estos sólo actual cuando les conviene y no cuando realmente se necesita.
Me pregunto si ahora se atreverán a criticar al resto de los procesos industriales como el plástico, los fármacos, y el azúcar, o si de plano hay por ahí todavía mucho negocio como para no afectarlo. La respuesta obvia a esta cuestión es que no lo harán hasta que no sea rentable hacerlo.
En cuanto a la mariguana queda claro que el Estado busca ‘comprar’ algunos minutos de exposición mediática, con el espectáculo de los cuatro individuos, que irónicamente no la consumen, pero que gracias a un amparo obtuvieron el derecho al auto cultivo.
Esta estrategia fue elegida de acuerdo a la crisis de estado de derecho que vive un país en guerra civil, que ha violentado los derechos humanos fuera de toda proporción. La opinión pública de nuestra conservadora cultura está claramente en contra (hasta en un 67%, de acuerdo a algunas encuestas). En este sentido el ‘sablazo judicial’ del amparo le servirá al Estado para influir en la sociedad, de acuerdo a la triangulación ley, opinión, moralidad, que describí anteriormente.
En pocas palabras, la situación del país no es la óptima para que el legislativo plantease una iniciativa como la de la legalización, y por eso es que se recurrió a lo jurídico para instaurar el cambio por goteo.
Dicho pragmatismo jurídico contrasta drásticamente con el statu quo ultra conservador de políticos como el ‘‘Bronco’’, que prácticamente se alineó con el Papa y su curia ultra conservadora, en cuanto a su postura contra las drogas.
La mayor incongruencia es que ésta ‘cabina del deseo’ jurídica de los cuatro amparados sirve a intereses políticos y económicos, que están por encima de lo social. Evidencia de ello es que el Departamento de Estado de los EUA, que durante décadas había criticado cualquier intención mexicana a favor de las drogas (incluyendo lo que hizo Fox a favor de la despenalización), ahora ha dicho que cada país debe decidir sobre sus propias políticas.
Esto sigue la lógica de la inminente legalización a nivel federal de aquel lado.
Le apuesto lo que sea a que Hillary Clinton usará la legalización nacional como argumento para derrotar a Donald Trump en las próximas elecciones presidenciales.

Wednesday 4 November 2015

De transfusiones fallidas

La importación de petróleo ‘ligero’ frackeado de EUA significa el fin de la intensiva industrialización mexicana del siglo pasado.


Dicha industrialización detonó la gran urbanización del país, la cual se hizo posible gracias a la masiva emigración del campo, o sea el éxodo rural. Fue así como millones de campesinos migrantes establecieron la estructura social básica urbana a la que hemos estado acostumbrados, pero que hoy se ha puesto en entredicho debido a la escasez de oportunidades de trabajo.


En un sentido, México ha transitado hacia la era de servicios informáticos y financieros, pero también es cierto que las mayorías no están incluidas en esto. El estado benefactor quedo atrás –derrumbado–, ya que por un lado la ideología neoliberal a la que nos aferramos justifica el desmantelamiento (privatización) de lo público en pro de lo privado. Por otro lado, la acelerada globalización en la que participamos ha vuelto redundante a muchas personas, las cuales simplemente salen sobrando en esta economía de externalización y automatización de procesos productivos. Dicho de otra forma, la clase trabajadora mexicana ahora tiene que competir con el resto del mundo, incluyendo a las cada vez más comunes máquinas y robots.


En vez de responder con una estrategia sensible para enfrentar la transformación socioeconómica que sufrimos, el Estado lamentablemente da prioridad a la ‘seguridad’ sobre todos los demás rubros. Una de las más afectadas es la educación pública, la cual técnicamente era la herramienta fundamental para colocar al trabajador mexicano a un nivel relativamente competitivo a escala global.


Pemex alguna vez fue el emblema del desarrollo estabilizador nacionalista, eje fundamental que ‘lubricó’ el surgimiento de aquella clase media que nos posicionó en el mundo como potencia manufacturera. Esa movilidad social ha desaparecido por muchas razones, pero una principal es que el motor industrial que le daba chispa se ha enfriado.


Cuidado, no digo que la industrialización haya desaparecido por completo. Sin embargo, los índices están a la baja, ya que muchos de los procesos de las cadenas productivas ahora son hechos en otras latitudes.


Cierto es que el petróleo es un recurso no renovable, que en el caso mexicano está por agotarse. No obstante, estar acudiendo al vecino del norte para pedir una transfusión de crudo ligero es el mejor símbolo –además de la corrupción institucionalizada– del pésimo manejo y la poca previsión en torno al petróleo, empresa y producto básico del Estado y la sociedad. Esto no lo digo en un sentido nacionalista, sino estratégico. Es raro el país que actualmente se deshace de algo tan esencial para su desarrollo, como lo podemos constatar con los noruegos.


La alta densidad poblacional de las grandes ciudades mexicanas es un producto del siglo pasado industrial que endiosó al hidrocarburo, ese que sedujo a millones de campesinos a abandonar su hogar tradicional a favor de una mejor vida en la ciudad. Ese esquema hoy ha caducado, y la mejor evidencia de ello es la informalidad del 58% de la población económicamente activa. Simplemente no hay con qué pagar el gasto corriente de la nación, y por eso es que se han inflado tanto las deudas privadas.


Ha llegado el momento de liberar a las grandes poblaciones para que regresen al campo, o por lo menos a ciudades mucho más pequeñas que las megalópolis que ya conocemos, para que desde ahí puedan hacer la vida digna que la gran ciudad prometió pero nunca acabó otorgando.


Para que eso suceda tendrán que darse algunos cambios drásticos. Lo primero es detener la guerra fallida contra ya no sabemos qué, ya que ésta justifica el militarismo rampante y la represión, lo cual resulta en la desaparición de las libertades civiles de la población. Lo segundo es revertir la centralización de poder y la privatización de todo lo público, ya que esto nos tiene en plena decadencia monopólica.

Sin acceso a la tierra no hay vida no alimento digno para las mayorías.