Tuesday, 30 December 2014

Después de las amenazas

“Es momento que los asiáticos manejen los asuntos de Asia”

Xi Jinping (1953-) Secretario General del Partido Comunista de China

El enfrentamiento entre EUA y Rusia nos está distrayendo del empoderamiento chino.

Exactamente lo que Occidente quería evitar es lo que está sucediendo. Rusia y China se están acercando cada vez más para defenderse de los embates de sus
enemigos declarados.
La más reciente evidencia de ello es un nuevo acuerdo entre los bancos centrales de Beijing y Moscú, para la permuta crediticia de hasta $150,000 millones de yuanes, el equivalente a $24,000 millones de dólares. Esto quiere decir que China se acaba de convertir en un acreedor fundamental de Rusia, algo que ya se reflejó en el Rublo, moneda que por fin detuvo la caída libre   en su tipo de cambio con el dólar.

Los chinos están usando su fortaleza económica para salvar a otros países como Argentina y Venezuela, los cuales también aceptaron permutas crediticias similares.  De alguna forma puede decirse que Beijing está tomando la ‘estafeta endeudadora’ de Washington, por lo que gradualmente se irá convirtiendo en fiel copia de eso que tanto critica.  

No debemos olvidar que EUA es el mayor deudor de China, pero como suele suceder con todo adicto, el Tío Sam será el último en reconocer que está en serios problemas. Mientras esto acontece, Beijing teje su red comercial y de inversiones alrededor del mundo. Al día de hoy el dragón asiático cuenta ya con 28 acuerdos bilaterales para permutas como las mencionadas, lo que se suma a los múltiples apoyos al desarrollo de infraestructura en una plétora de países alrededor
del orbe.
Me imagino que se preguntará, estimado lector, como es que un país tan desigual como China puede estarse colando el superliderato del mundo. La respuesta más simple es que es casi imposible que potencias con aspiraciones de ese tamaño sean igualitarias y democráticas, ya que en su DNA tienen metida la idea de ser el mejor desde lo competitivo, y no desde
a cooperación.
La historia del American Dream nos puede ayudar a ilustrar el punto. El sueño americano no despegó realmente hasta la década de los cincuenta, algunos años después de que Washington le anunciara su estatus de superpotencia a los asistentes de la conferencia de Bretton Woods de 1944. El sueño americano fue la materialización de las fantasías de una clase media que se mantuvo vigente hasta finales de los noventa, pero ahora solo quedan algunos vestigios de esa
forma de vida. 
Los imperios se imponen de forma dura en un inicio, para de ahí poco a poco crecer con la intención de incluir en el desarrollo a cada vez más personas. Dicho esto, enfatizo que es muy factible que la igualdad nunca llegue a todos los chinos. No obstante, el poderío industrial y económico del país asiático se concentrará en las manos del Estado. En términos prácticos esto significa que no tiene que haber igualdad ni sistema republicano para que los militarizados líderes hagan lo que quieran en el mundo, como sucede ahora con EUA.

Esto quiere decir que no transitaremos a la tan añorada nueva era con el reinado chino. Simplemente tendremos un nuevo acreedor a escala global que sustituirá
a EUA.
Por lo pronto veremos más de lo mismo en cuanto a los embates occidentales en contra de Vladimir Putin, el rostro corporativo de la unión euroasiática. Los riesgos de seguir atizando el fuego financiero son varios. El primero es que Rusia se declare en default, absteniéndose de pagar las deudas que lo atan a los mercados globales. Esto destruiría al sistema financiero que nos rige, lo que seguramente conduciría a la guerra inmediata.  La otra opción es dejar de surtir combustibles fósiles a Europa, algo que se antoja difícil de acuerdo a la baja económica global y la barata oferta de petróleo árabe.

Una vez que se calmen las aguas podremos ver de nuevo las causas que llevan a algunos a sobreponerse. La dura realidad es que el poder está con los que mueven las maquinas, para fabricar los deseos materiales que posibilitan celebraciones materialistas como la Navidad.

Todavía falta para que Eurasia se declare independiente de Occidente, pero entre más se incremente la presión sobre ellos para evitar su amarre, más rápido veremos el rompimiento definitivo con ese orden internacional que ya no brilla por ausente.

Sunday, 28 December 2014

La calle es el termometro

´La policía está aterrorizando a la población´
-Denise Dresser (1963- ) politóloga mexicana

Las calles mexicanas se han convertido en arenas donde los gobernadores y presidentes municipales compiten contra el gobierno federal por la supremacía.

Parte de la estrategia de control priísta en su retorno al poder ha sido mantener esa ´guerra contra las drogas´ que justifica al enorme aparato militar que dispara el gasto público. He venido diciendo que esto es parte de un plan para contener los brotes de inconformidad, que se han agudizado de acuerdo a las circunstancias socioeconómicas del país.

Dicho esto, es importante resaltar que existen otras razones por las que al PRI le conviene mantener dicha estructura. Aquí entra el concepto de ´feuderalismo´ que estuvo en boga durante los sexenios panistas. Este se refiere al poder que amasaron los gobernadores en sus propios estados (feudos), debido a la reticencia panista de perpetuar el tradicional presidencialismo priísta. Una de las principales críticas de la oposición albiazul había sido específicamente esa, el que un presidencialismo recalcitrante era contraproducente para la democracia. Fue así que, cuando llegaron al poder, cedieron el poder totalitario del Ejecutivo al Legislativo. 

Es por eso que el PRI aprovechó a unas fuerzas federales disponibles para recuperar el terreno perdido durante dos sexenios. El mejor ejemplo de esto es Nuevo León, estado que años atrás fue llenado de elementos del Ejercito y la Marina bajo el esquema de ´seguridad´ que tiene más de una década con nosotros. La respuesta del gobernador del estado ante el intento de centralización del poder hacia la federación fue la creación de la Fuerza Civil, organismo público-privado que se publicitó como la respuesta local a los problemas de inseguridad. 

Cabe recordar que uno de los efectos de esto fue la propia disputa por el control de la ciudad de Monterrey entre el gobernador y la alcaldesa, cuando el primero aclaró que ´Las instituciones del estado de Nuevo León entran a todo el estado de Nuevo León, o sea, el municipio de Monterrey no es una isla, Fuerza Civil, la Policía Ministerial, todas las instituciones de seguridad del estado entran a todo el estado de Nuevo León, no nada más a un lugar u a otro, independientemente de las responsabilidades municipales que se tengan´. 

En este sentido, la lucha de poder entre estado y municipio era solo un capítulo de lo que sucedía como narrativa a escala nacional. Entonces, ese afán de proveernos ´seguridad´ terminó legitimando al aparato bélico, pero ahora también para ´solventar´ las disputas de poder locales y regionales. 

Esta carrera por ofrecer la mejor seguridad acabó siendo utilizada para realzar la imagen de los líderes ante una ciudadanía cada vez más aterrorizada por el constante incremento de elementos policiales y militares, los cuales ya comparten el mismo armamento. La policía de facto se militarizó cuando adquirió armas largas, lo cual puede verse como un mando único, por lo menos desde el equipamiento beligerante con el que todos se revisten. 

Pero la cosa no para ahí, ya que, por otro lado, la proliferación de hombres armados le ha servido al Estado como estrategia de contratación masiva, o sea, este crece cada vez más no solo en atribuciones, sino también en el tamaño de su nómina pública. El presupuesto para las fuerzas armadas y policiales ha aumentado astronómicamente sobre otros rubros, por lo cual no hay que sorprenderse de que el gasto público haya sobrepasado los límites de lo civilizado.

En su afán de centralizar el poder y predominar sobre los gobernadores, el Estado desató una lucha por las calles, esas venas públicas por las cuales alguna vez fluyó la sangre ciudadana. Es por eso que lo que vemos hoy sobre el concreto es el reflejo de la corrupción más anquilosada. 

Los baches y las pésimas calles siempre han sido el resultado de la negligencia cortoplacista, con la mentalidad de ´en el bacheo está el ganeo´. Sobre eso ahora hay que empalmar el hecho de que los presupuestos para seguridad se han comido a mucho del resto que se destinaba a servicios públicos de calidad. 

De manera casi medieval tenemos ahora a miles de policías montados sobre sus ´caballos de metal´ aterrorizando a la campiña con su paso súper luminoso. Hemos distorsionado la seguridad pública al grado de convertir a los policías en acosadores, apegados a una filosofía que criminaliza a la ciudadanía de antemano, ya que solo así puede justificarse su amplificada presencia.

Friday, 26 December 2014

Cuba, la asediada

´Estados Unidos debe respetar nuestro sistema político y económico´
-Raúl Castro (1931- ) Presidente de Cuba

Geopolítica, negocios e inercia electoral son algunos de los factores que influenciaron el acercamiento entre Cuba y los EUA. 

Similar a como sucedió con la privatización de un petróleo mexicano que ya era intercambiado en mercados internacionales, Cuba corroboró su adhesión a un sistema capitalista al cual ya pertenecía. Con esto me refiero al sistema económico al que forzosamente se transitó a partir de la década de los 90, cuando la caída de la URSS puso fin a los gigantescos subsidios que mantenían a flote a la isla. 

Fue ahí cuando el comandante tuvo que permitir la entrada de divisas como el dólar, para satisfacer –a través de los mercados internacionales– las demandas de una población acostumbrada a esperarlo todo de sus autoridades. Además, la expansión del turismo significó una derrama económica importante. Entonces, la combinación de una abundante reserva de divisas, aunada al surgimiento de una especie de clase media dedicada al emergente sector del turismo, ´aflojaron´ la estructura comunista implantada por la revolución.

Era cuestión de tiempo para que el capitalismo terminase de seducir a Cuba. Solo había que esperar a que envejeciese Fidel Castro y la primera ola de migrantes cubanos en Miami, los cuales ciertamente no aprobaron este acercamiento diplomático. No obstante, según una encuesta realizada en febrero de este año por el Centro Latinoamericano del Atlantic Council, 63% de la población cubano-estadounidense favorecía cambios en la relación con Cuba como los anunciados. Es posible que muchos de los encuestados sean jóvenes y que estén sedientos de aprovechar las oportunidades de negocio que se abrirán muy pronto. 

Es de acuerdo a estos cambios de percepción que se dio la decisión de la presidencia de los EUA, que tiene en Obama a un ejecutivo urgido de triunfos en política exterior. Esto de Cuba seguramente aliviará un poco la tensión que se había acumulado por las fallidas intervenciones en Ucrania, Libia y Siria. 

Dicho esto, es importante denotar que la moción estadounidense tiene un trasfondo electoral y geopolítico. Un par de años es poco tiempo en política, especialmente cuando se trata de Florida. Hay que recordar que fueron los votos electorales de ese estado los que finalmente le dieron la (dudosa) victoria a George W. Bush en el año 2000. Florida era gobernada por Jeb Bush, quien ahora desea postularse a la presidencia en las próxima elección del 2016. 

Y aunque el mismo Jeb Bush expresó su desaprobación sobre la restauración de relaciones con Cuba, es muy factible que cambie de parecer cuando se acerque el periodo electoral, cuando le toque enfrentar a una Hillary Clinton fortalecida por el accionar de Obama. El voto cubano será fundamental para la elección presidencial, y que mejor para Jeb Bush que tratar de mantener al estado de Florida bajo control Republicano.

Por el lado geopolítico era más que evidente que China y Rusia se estaban acercando demasiado a Cuba. En 2008 Dimitri Medvedev inauguró la primera Iglesia Ortodoxa Rusa, mientras que a mediados de este año Putin visitó la isla para sellar acuerdos bilaterales para la explotación de energía y el desarrollo de infraestructura. Asimismo, China, el segundo socio comercial después de Venezuela, también estaba acelerando su participación. Estoy seguro que Washington prefiere llenar de crédito en su papel a los Castro, los cuales por el momento dependen del dinero chino para financiar esos proyectos que los mantienen vigentes.

Otra urgencia de tomar Cuba era la de ponerle un freno a la integración del ´eje del mal´ latinoamericano que, con alianzas como el ALBA, la CELAC y UNASUR, venía construyendo alternativas reales a la difunta Doctrina Monroe (´América para los Americanos´). 

¿Y qué decir de la intención de terminar de reventar a una Venezuela que ha hecho de su interconexión con Cuba la base de su permanencia ideológica? No solo existen lazos económicos entre los chavistas y los Castro. La Habana es el epicentro ideológico de la Revolución Socialista venezolana, por lo que su alineación con el eje del norte asestará un durísimo golpe a las autoridades Caraqueñas. 

Por último, está la intervención del Papa y su Iglesia Católica. Aquí no me queda más que aclarar que la monarquía electiva que preside Francisco ha estado involucrada en política desde su fundación. En esta ocasión, el Vaticano busca mejorar su relación con Washington, todo mientras convence a los millones de cubanos del vigente prestigio de sus creencias organizada.

Tuesday, 23 December 2014

De apuestas y pasaportes vencidos

`A través de la historia, el país de la moneda del comercio mundial ha sido el del ejercito más poderoso´

-David Graeber (1961 -) antropólogo estadounidense 

  
Toda moneda nacional única pierde su valor cuando es secuestrada por la banca privada para sus apuestas.
Las monedas nacionales originalmente tienen una doble función. La primera es posicionar al Estado como el ente rector de la sociedad, por lo que el dinero lleva impreso los héroes nacionales y demás mitos que conforman lo que entendemos como patria. La segunda es económica, ya que las monedas son símbolos de exclusividad hacia esa misma autoridad que detenta el poder de su creación, una especie de deuda inicial que irremediablemente nos ata con el dueño del dinero.

Los bancos son desde el punto de vista económico y financiero el equivalente a las instituciones cívicas. Es así que mientras la escuela nos enseña la identidad pública y los valores colectivos que nos unen, la banca se encarga de circular por todo el país ese dinero impreso por el Estado. La autoridad aprovecha su relación con la banca para esparcir su tipo de cambio único, y con ello difunde los símbolos patrios como el del águila devorando a la víbora (el control del Estado sobre el pueblo).

En este sentido, la banca era, en sus inicios, un representante e intermediario del Estado para la vida económica y comercial de la colectividad a través del manejo del dinero como instrumento, similar a como los gobiernos estatales y municipales son representaciones locales de menor escala en cuanto a lo político. En pocas palabras, sin bancos sería imposible tener un territorio tan grande operando bajo un mismo sistema, algo que hoy damos por un hecho en México.

Es por eso que su privatización siempre ha sido un dilema. El acuerdo original del Estado con la banca pública era la de publicitar el dinero como símbolo mítico de poder, permitiéndole hacer su negocio mientras reciclaba la identidad nacional en forma de relaciones económicas.

El dilema se agudizó cuando la banca se globalizó, ya con disfraz privado, debido a que comenzó a usar los tipos de cambio nacionales como fichas de apuestas especuladoras. Con ello dio inicio el sistema internacional de expansión de la deuda, del que todo imperio depende para refrendar su poderío alrededor del mundo.

Es por eso que la globalización significó la privatización a escala corporativa de las funciones bancarias, suceso que marcó un parteaguas en cuanto al poder real de la política frente a unos apostadores que monopolizaron las monedas nacionales únicas. Evidencia de esto no solo la vemos en el poder de una banca transnacional que ayudó a posicionar al dólar como la moneda de reserva global, sino también en la compra del banco central público que imprime el dinero (la Fed) por esa misma banca privada que manipula las tasas de interés para maximizar la usura.

Esta privatización del dinero se justificó con la ideología del neoliberalismo, ya que supuestamente los libres mercados, y no los gobiernos, deben ser los regidores de toda interacción humana.

No es casualidad que el neoliberalismo como dogma haya surgido de las fauces de intelectuales, empresarios y banqueros privados. Ellos se desviven por convencer a los gobiernos de la `perfección´ de sus ideas, las cuales encumbran al individuo y sus deseos consumistas sobre el resto de los designios socioculturales. Fue así como el Estado se `convenció´ (lo compraron) de vender los bienes públicos a una iniciativa privada atenta en dejarle todo a las ‘leyes’ del mercado.

La verdad de las cosas es que la banca y demás intereses privados se cobraron la factura de siglos de apoyo a la circulación de la identidad nacional como moneda única. Para ello sedujeron a las autoridades a que permitieran la privatización de los bienes públicos, fenómeno que ciertamente incluyó a la población, quien intercambió su identidad de ciudadano por una de consumidor. Ulteriormente, el neoliberalismo convirtió a los asuntos públicos en arenas de competencia privatizadas. Esta ideología dogmática de emancipación y libertad limpiaría el camino para una cultura adicta al crédito que prioriza la incesante adquisición de bienes materiales de todo tipo sobre cualquier otra cosa.

Entonces no nos sorprendamos de nuestra desidentificación con los proyectos nacionales. Nos hemos dejado convencer de la importancia del dinero sobre todo lo demás, incluyendo los valores y prácticas que alguna vez nos dieron comunidad e identidad nacional.

Sunday, 21 December 2014

La banca corporativa destruyó al Estado-nación

“Los establecimientos bancarios son más peligrosos que los ejércitos  permanentes”
Thomas Jefferson (1743-1826) exPresidente de EUA

El modelo de Estado-nación tradicional ha fracasado en su afán de mantener  unidas a las mayorías, debido a los excesos de una banca trasnacional sin límites aferrada al dinero.

Ejemplos como EUA, España y México evidencian lo difícil que es tener bajo control a la banca privada, ese grupo de poderosos que no respeta  identidades nacionales más que en el papel.

Hay que recordar que las naciones se planearon para ser proyectos duraderos, basados en una identidad única para millones de personas que habitarían el “territorio nacional”. Para esto había que crear una moneda común, para consolidar el poder político y económico del Estado sobre los grupos que todavía hacían del trueque su forma tradicional de comercio. Para ello fue fundamental que el Estado fincase una relación cercana con los bancos, mismos que se fueron posicionando como los que movían el dinero, relación esencial en el camino hacia el progreso y el desarrollo socio económico de los pueblos.

El problema en este relato es que la banca gradualmente se fue fortaleciendo sobre otros elementos sociales, ya que le tocó ser el eje de la expansión del capitalismo, que despegó gracias a su maridaje con una industrialización dirigida por el Estado.

Es por eso que la regulación eficaz de la banca siempre fue una fantasía, ya que por su naturaleza los gobiernos requieren de préstamos constantes para financiarse, especialmente cuando crecen en tamaño y atribuciones. Por eso  la autoridad política terminó convirtiéndose en “mercenaria” de los dueños del dinero. 

La cosa se puso más interesante con la llegada de la era mediática e informativa de la Televisión y el Internet, ya que estas herramientas fueron las que le permitieron a la banca digitalizarse, con lo que finalmente logró emanciparse por completo del Estado, el cual aceptó la modernización de la banca como parte de la revolución tecnológica que movía al mundo. 

La banca privada hizo de la tecnología su mejor aliada, y fue gracias a ella que se dio la transición de dinero real al virtual de dígitos, ese que circula alrededor del mundo a través de las trillones de computadoras que posibilitan la era informativa.

Ya para cuando esto acontecía, la clase política había terminado de desregular las pocas barreras de escrutinio público que se tenían sobre la banca privada, hecho que la motivó a transformarse, de una meramente  comercial, a coronarse como banca de inversiones y especulaciones billonarias, o sea, casino-capitalismo.

El capitalismo financiero es un sistema económico que prioriza el movimiento de dinero virtual a velocidades increíbles en el ciberespacio, algo muy diferente a la fabricación tangible de cosas industriales. Fue así que la banca empezó a mover sus créditos y apuestas alrededor de todo el planeta en algo llamado “globalización financiera”, misma que exponenció su poder como nunca en la historia, convirtiéndolo en corporación trasnacional. 

Entonces, no hay que sorprenderse de que la banca privada ponga periódicamente de cabeza al mundo con su exuberancia irracional. Les han soltado demasiado poder, y lo han engrandecido por sus propios esfuerzos, aunque en el proceso hayan destruido todo orden legal, llevándose entre las patas a los políticos y sus proyectos nacionales, o sea, todo el proyecto de país.

La banca ha convertido al dinero en ideología, y su forma de vida de consumo nos ha empapado como nueva religión. Esta posmodernidad tecnológica le permitió a la banca crear sus propios símbolos, esos que nos seducen como consumidores, pero que a la vez nos controlan como servidumbre crediticia.

El mejor ejemplo de que la nación tronó como concepto funcional es el autoritarismo financiado que hoy impera, ese que el Estado utiliza para defender una idea que no pudo cuajar, por haberle permitido a un pequeño grupo de poderosos echarla a perder. 

De esto están conscientes algunas potencias emergentes como China, que han instalado un capitalismo de Estado para defender a la nación de los embates del desenfrenado capital. Es factible que con el tiempo esta idea colapse, pero la intención es tratar de controlar los flujos de crédito y la especulación hasta donde se pueda. Beijing sabe que lo que destruyó a América fue la ambición sin límites de su “aristocracia apostadora”, y en definitiva no lo quieren repetir.

Friday, 19 December 2014

De amenazas y estratagemas

“La primera panacea para un país mal administrado es la inflación de la moneda, la segunda es la guerra”

Ernest Hemingway (1899-1961) Escritor estadounidense

Con una votación del 100% y 98% respectivamente, el Senado y el Congreso estadounidense autorizaron el envío de armas letales a Ucrania, lo que representa una amenaza directa para Rusia.

Lo increíble es que el gobierno estadounidense actuara en contra de la opinión pública, la cual en Abril de este año –según la encuestadora PEW– se oponía en por lo menos un 67% a armar a Ucrania. Definitivamente esto no tiene nada de democrático. Encima de eso, las armas le serán regaladas a Kiev, ya que el país esta quebrado y no tiene con qué cubrir la factura.

Imagino la reacción del público si se diera cuenta de la verdadera razón detrás de esta agresión; tal vez responderían distinto. Como nos hemos dado cuenta, estimado elector, EUA está peleando a muerte la preponderancia de su dichoso petrodólar, esa moneda de reserva mundial que se sostiene sobre los mercados energéticos y financieros globales.  

La amenaza de guerra ´legislativa´ contra Rusia se suma a las declaraciones de Obama, quien dijo que los drones serían una buena opción para ´vigilar´ a dicho país. Por otro lado están las guerras financiera y energética que ya tienen rato en contra de los pivotes euroasiáticos. Ahí está la manipulación del mercado petrolero, que como sabemos nos esta costando carísimo a los mexicanos, pero también a los rusos, ya que su rublo está a punto de desintegrarse en completa devaluación debido a la baja del precio del petróleo.

En la columna pasada aclaré que la moneda rusa depende de los mercados internacionales para su tipo de cambio. No obstante, es factible que esta crisis obligue a la aristocracia rusa a profundizar las conexiones económicas y financieras con otros poderes emergentes. De ser así, la intención estadounidense de fortalecer a su moneda se vendría abajo antes de lo esperado. De hecho, la súbita revaluación del dólar tiene que ver con su estatus de moneda de reserva, la cual paradójicamente es la única fuente de confianza cuando los mercados se vuelven inseguros, como ahora. Comoquiera que sea, esa fortaleza del dólar es ilusoria, ya que cada vez EUA   necesitan  manipular  más los mercados para hacerlo brillar.

Es momento de hacernos para atrás, a fin de ver el mapa geopolítico y estratégico del mundo en su máxima extensión. Nos puede gustar o no la consolidación asiática, pero hay que estar conscientes que Washington está retando a Moscú en su propia esfera de influencia. La analogía histórica más cercana, en cuanto a este envío de armas, fue la Crisis de los Misiles de 1963 en Cuba, cuando la extinta Unión Soviética retó al poderío estadounidense en su propio patio trasero, algo que fue interpretado como una amenaza directa de guerra, como sucede ahora con lo de Ucrania.

Todavía no sabemos si Kiev recibirá armas nucleares para defenderse de Rusia, pero por lo pronto se le surtirá armamento con el potencial para iniciar una guerra convencional contra el ´enemigo´. Este manotazo va dirigido como advertencia a los poderosos del mundo multipolar como Rusia, ´invitándolos´ a que sometan sus políticas exteriores a las del imperio.

Entonces, lo que tenemos en la práctica no solo es la urgencia de detener la emergencia de nuevos jugadores mediante la manipulación de mercados de todo tipo para desestabilizarlos. Aparte está la manía de mantener esa visión unilateral liberal-demócrata capitalista, de la cual ya quedan pocos bemoles.  La Guerra Fría se peleó para reforzar al capitalismo como sistema frente al socialismo/comunismo. La diferencia con el hoy es que la confrontación occidental se hace para salvar una forma de vida que se ha desfondado por completo.

La política exterior y doméstica estadounidense ha sido secuestrada por corporaciones y grupos de cabildeo neoconservadores, que han despedazado la democracia y a la misma república en el afán de perpetuar su visión del mundo. Hay cada vez mas población doméstica consciente de esto, el problema es que se dificulta hacer algo frente a la maquinaria de guerra más asombrosa de todos los tiempos. Las fuerzas del capital se han aliado con el militarismo más extremo, y ambos han puesto en entredicho la gobernabilidad de la nación.

Ulteriormente, la regulación en el capitalismo fue igual de ilusoria que la igualdad en el comunismo. Ambos sistemas se vinieron abajo por la concentración del poder y la jerarquización de la sociedad, que terminó desprestigiándolos. Cuidado: no digo que el capitalismo ya no exista, lo que digo es que el cascarón Estado-nación, que en teoría lo contiene y le pone un freno, ha sido rebasado por la fáctica fuerza de un desenfrenado capital trasnacional.

Tuesday, 16 December 2014

Petrodolarizados hasta la médula

`El efecto tequila presiona a México otra vez´

The Economist, Diciembre de 2014

La crisis de baja productividad de la economía mexicana se agrava debido a nuestra dependencia del petrodólar, moneda de la cual no podemos deslindarnos por haber alineado nuestro sistema con una visión neoliberal del progreso.

No es casualidad que estemos viviendo el inicio de una crisis similar a la de 1982, cuando la debacle del precio del petróleo obligó al recién inaugurado Miguel de la Madrid a someterse a la vacuna neoliberal de EUA y su FMI, eventualidad que marcó un parteaguas para la profundización de nuestra relación con el petrodólar.

No debemos olvidar que el petrodólar nació en 1973 de la intención estadounidense de expandir su influencia alrededor del mundo. Esto significó la `liberación´ del dólar de su convertibilidad en oro, para mejor anclarse en los mercados petroleros globales, esos que empezaban a ser fundamentales para todos los países en desarrollo del planeta, que incrementaban sus demandas de petróleo para cumplir con sus metas de industrialización.

La idea era que con todo y crisis México podía salir adelante, ya que tarde o temprano el precio del petróleo regresaría a niveles sostenibles para una economía como la nuestra. Y aunque el petróleo mexicano se mantuvo bajo el control de Pemex durante y después de la crisis, para 1982 nuestro país ya se había adherido bastante más al sistema del petrodólar y la globalización neoliberal de EUA.

La Reserva Federal estadounidense se convirtió en el determinante de la política económica de muchos países, ya que estos tenían la obligación de participar cada vez más de ese dólar, que la globalización posicionó como la moneda clave para mercados de todo tipo. Pero como era de esperarse, el gobierno en Washington comenzó a abusar de su privilegiada posición mediante la impresión de dinero, a la cual se vieron forzados debido a la baja en el crecimiento, producto de una disminuida producción industrial. La re-localización (externalización) de su industria en otras regiones del mundo con menores costos de mano de obra, aunado a la consolidación de las finanzas como forma de mover grandes cantidades de capital, hicieron creer a la clase empresarial estadounidense que la situación no haría más que mejorar.

EUA afianzó su hegemonía global gracias al estatus de su dólar como moneda de reserva internacional, pero su indiscriminada impresión transformó al sistema tradicional de desarrollo en uno basado en la exportación de inflación (por la difusión de dinero impreso sin límites), como también por las deudas esparcidas por un FMI amparado en los mercados liderados por el petrodólar.

La crisis de 2009 puso fin a la legitimidad de dicha moneda de reserva, ya que muchas economías que dependían de ella sucumbieron junto a los trillones de dólares de especulación que desaparecieron entre las entrañas del sistema financiero.

Entonces fue cuando potencias emergentes como Rusia y China se dieron cuenta que para mantenerse vigentes habría que sustituir al dólar con algo nuevo, y por eso empezaron a comprar las enormes cantidades de oro que hoy los tienen enfrentados al imperio. Además, la crisis de 2008 detonó los acuerdos bilaterales swap (intercambio) de divisas que hoy están poniendo en entredicho al petrodólar.

Es cierto que Beijing y Moscú tienen muchos dólares de reserva, junto a bonos del tesoro estadounidense, pero también lo es que la consolidación de Eurasia como polo económico, político y militar se está gestando mediante trueques de materias primas y recursos energéticos, como de swaps bilaterales en divisas nacionales ajenas al dólar de EUA.

Todo esto sirve para entender la situación actual mexicana. La devaluación del peso evidencia lo atados que estamos a nuestro socio comercial. En ese sentido, economías que dependen de petróleo proveniente de mercados tradicionales basados en dólares, como el nuestro, sufren devaluaciones cuando el petróleo baja de precio. Esto es natural. Lo malo es que esto sucede en momentos en que la productividad y el crecimiento también apuntan a la baja.

Sunday, 14 December 2014

Inquisición corporativa


“´El secretario general cree que la prohibición de la tortura es absoluta y no negociable´”
-Stéphane Fujarric (1965-) vocero del secretario general de la ONU

Como era de esperarse, los centros de tortura de Guantanamo y Abu Ghraib eran solo la punta del iceberg del tortuoso autoritarismo de los EUA.

El comité de inteligencia del Senado publicó apenas 600 paginas de un reporte total de 6,000, que incriminan a la CIA en actos de flagrante tortura durante el periodo de 2002 a 2006, lapso que marcó el inicio de la caza de brujas “terroristas” de George W. Bush.

Dicho reporte sacó a relucir las dichosas “técnicas de interrogación realzadas”, eufemismo para la violación sistemática de los derechos humanos de los miles de supuestos terroristas. El Senado concluyó que las técnicas no funcionaron, ya que no se consiguió información relevante. Ademas de torturar inocentes, los métodos de tortura aplicados fueron mucho más graves de los originalmente reconocidos por la CIA, institución que no vaciló en manipular a los medios de comunicación, tergiversando los hechos con alevosía y ventaja.

El diablo está en los detalles. Resulta que hay más de 54 países involucrados en esta tortura enquistada y validada por Washington, ya que es el mismísimo Poder Ejecutivo que ha venido utilizando a la CIA como herramienta coercitiva de política exterior. El reporte del Senado compromete indirectamente a Bush y a siniestros miembros de su gabinete como Donald Rumsfeld y Dick Cheney, los cuales forman parte del notorio grupo de neoconservadores que secuestraron a la república estadounidense desde la década pasada.

La CIA no escatimó en cuanto al dinero que destinó para corromper a los gobiernos foráneos, ya que literalmente se construyeron centros de detención tipo cárcel en sus países. Entre los inculpados están Polonia, Rumania y Lituania, miembros de la OTAN que andan muy bravos contra la resurgíente Rusia, y que por ende han apoyado a Washington en aventuras como estas.

Pero la cosa no para ahí, ya que se supo que la CIA subcontó, también con fondos públicos, a psicólogos y contratistas privados –entiéndase mercenarios– para hacer el trabajo sucio. Esto es natural, ya que los Estados siempre prefieren pagarle a dementes expertos en violencia para que hagan lo que sus ejercitos profesionales no deben hacer.

Entonces lo que tenemos es a las fuerzas armadas del Estado exportando ´libertades´ a balazos, mientras que los psicólogos ´profesionales´ prostituyen el discurso científico para justificar la perversión mental. Encima de todo están los contratistas privados, corporaciones del terror que se encargan de darle el ´empujóncito´ final al ´enemigo´, ese que por azares del destino está parado sobre los recursos del imperio.

Imagino que de esto estará consciente el poder legislativo de EUA, el cual saca todo a relucir por dos razones. La primera tiene que ver con el balance de poder de la exrepública estadounidense, la cual ya no contrapesa debido a los excesos del Poder Ejecutivo, que ha convertido a la CIA en un brazo armado corporativo de política exterior. Pegarle a la CIA es sacudir a la presidencia, con la esperanza de que el mismo Obama y futuros mandatarios respeten la normatividad implícita. En pocas palabras, los legisladores quieren poner la casa en orden restaurando el equilibrio institucional, pero lo están haciendo sin afectar directamente a su líder actual y a los partidos políticos.

Lo segundo responsabiliza a la CIA misma, organización puente entre los que desarrollan la inteligencia y los que formulan las políticas públicas de la nación. Si no se mete en cintura a esta “águila” desbocada, la imagen de EUA pudiere afectarse todavía mucho más.

Aquí es donde caben las declaraciones de la prensa (gobierno) china, que en una de sus criticas dice que “EUA debe limpiar su patio trasero primero y respetar los derechos de otros países para resolver sus propios asuntos”.

Ya sabemos que la tortura, al igual que el espionaje, son tan antiguos como la civilización. Lo grave es que esta crisis de legitimidad se da en momentos en que la autoridad moral de EUA se ha deteriorado, al punto que cada vez se dificulta más ponerle ejemplos a otros pueblos.

En 130 años de poderío de EUA han pasado de la intervención en los asuntos del mundo (Open Door Policy con China, circa 1880) hasta él tratar de forzar a sus dogmas a los demás por la garganta como ahora. Esta agresividad está ya institucionalizada, y lo que sucede en cuanto al autoritarismo en casa es el simple reflejo de lo que acontece afuera de ella.

Desconozco las motivaciones de esos “ingenieros sociales” que se mueven y pegan en nombre de la libertad y la democracia. Si lo que quieran es asustar, habría que recordarles que esa forma de proceder le es característica de un animal encerrado, que ataca lleno de miedo cuando se le arrincona.

El torturar podrá ser patriótico, pero fuera de casa existen otros seres que piensan distinto. Si nadie va a juicio por tortura, estimado lector, esté seguro de que la filosofía del ´fin justifica los medios” terminará de llevarnos a todos de encuentro.

Thursday, 11 December 2014

Colapso de la coalición de Netanyahu

`El proyecto de ley que Netanyahu quiere pasar es como los explosivos de un atacante suicida´

-Dr. Alon Ben-Meir (1937-) profesor judío-iraquí

En Israel, el colapso del gobierno de coalición, liderado por el primer ministro Benjamín Netanyahu, sucede en momentos en que la presión internacional para la legitimación del Estado palestino se incrementa.

El despido de los ministros de Justicia y Finanzas, los cuales eran considerados el centro del espectro ideológico del poder, significó el final del orden parlamentario actual, por lo cual próximamente tendrán que organizarse nuevas elecciones. En esta línea, el propio Netanyahu dijo que la nueva elección servirá para reforzarlo a él y a su postura política en el poder.

Dicha postura es considerada como cada vez más radical por gobiernos varios, especialmente los europeos, los cuales han venido modificando su perspectiva sobre Israel. Es en ese sentido que se dieron las novedosas resoluciones europeas a favor del Estado palestino. Solo falta que el primer ministro François Hollande apruebe la resolución que su Parlamento ya pasó abrumadoramente a favor de Palestina para que Francia se sume a España, Irlanda, Suecia y Reino Unido en el tácito oprobio a la política exterior de Israel.

La verdad de las cosas es que las políticas económica neoliberales de Netanyahu, al igual el tratamiento de los palestinos, los árabes y otras minorías israelíes,  han venido radicalizándose seriamente. Aquí cabe el contencioso proyecto de ley que algunos aseguran fue el detonador de la crisis política actual. La intención fallida de Netanyahu era la de cambiar el estatus del país en el papel para de alguna manera alinearlo con su forma de operar de los últimos tiempos. Lo que el `Bibi´ desea es que Israel sea reconocido como un Estado nación judío, lo que en la práctica equivale a fronteras políticas determinadas más por homogeneidad étnica que por otra cosa.

Hoy en día es prácticamente imposible decir que existen países étnicamente homogéneos, salvo posiblemente el Japón, que en sí es un archipiélago aislado del resto de Asia. Entonces, no solo es ridículo tratar de aplicar una visión del siglo antepasado en un mundo contemporáneo que ha trascendido el modelo clásico de Estado nación. Es también casi imposible sellarlo en tierras en donde hace mucho tiempo existen otros grupos humanos, los cuales desde su propio ángulo tienen una legitima demanda sobre un pedazo que consideran su casa.

Dicho esto, es necesario dejar de sorprenderse por el accionar de la `teocracia´ burocrática israelí, la cual sigue poniendo en entredicho al pueblo judío que preside. Mucho del combustible para estas visiones de ultraderecha emanan de los antiguos textos religiosos, los cuales han sido ‘sacralizados’ en un sentido político, con ganas de mantenerlos como el lubricante para las relaciones sociopolíticas y culturales de su población.

De hecho, una parte del antagonismo del centro político que se rebeló tiene que ver con la relación de Netanyahu con elementos de la extrema derecha, la cual incluye a ultranacionalistas y demás lideres religiosos, los cuales esperan obtener capital político de su cooperación con el Estado. Es por eso que es muy factible que el próximo gobierno de coalición incluya a estos álgidos elementos como sus aliados, lo que al final acabará arrastrando al centro de gravedad político todavía más hacia la derecha.

Nada de esto es casualidad. Por un lado está el apoyo popular a la expansión de los asentamientos israelíes en tierras palestinas, los cuales no han cesado con todo y enojo de la comunidad internacional. Por otro lado está la demografía y la cambiante estructura social del país. La tasa de fertilidad de los judíos ultrareligiosos ha rebasado a la del israelí promedio, por lo que de alguna forma puede decirse que esto se está empezando a reflejar en la representación parlamentaria.

No solo es a Palestina que el gobierno israelí le ha faltado el respeto sino también al vecino sirio, al cual acaba de atacar otra vez en clara violación a su soberanía. La excusa, como siempre, es la misma, esa que justifica la violencia en nombre de un fin mayor, aunque los medios sean igual de terribles que las metas trazadas. Pero la cosa no termina ahí, ya que, según algunas fuentes, el nuevo comandante del Ejercito Libre Sirio, fuerza abiertamente antiBashar Al-Assad que lucha en  estas tierras, fue entrenado en Israel por nada menos que la Mossad, lo cual, de comprobarse, implicaría una vez más al Estado genocida de Israel en la ingeniería social de sus vecinos.

Habrá que ver cómo le va al nuevo gobierno israelí en un Medio Oriente tan cambiante, región que transforma cada tercer día sus polaridades de aliados y enemigos. La intensificación de la influencia rusa, que hace unos días sumó a Turquía entre los convencidas, será algo que en definitiva cambiará los roles y las expectativas de los mandones de la política y los negocios. Me pregunto si EUA estará tomando nota de todo esto, o si de plano ha metido al asunto en el cajón de la negación y la disonancia cognitiva para siempre.

La pulpa del pueblo

`¡Aquí estamos de fiesta, entonces!´

 -Marcelo, taxista  de Montevideo, Diciembre de 2014

`Cualquier cosa es mejor que eso que me contás sobre México´, exclamó Marcelo en camino al destino que le solicité en Montevideo el pasado sábado por la noche.  Su incredulidad llegó al tope cuando describí al batallón de policías que asechan `nuestras´ calles por nuestro `bien´, provistos de armas largas y patrullas que parecen semáforos descompuestos.

Le platiqué de lo difícil que se había vuelto el ocupar los espacios públicos libremente sin ser molestado de inmediato por esos supuestos defensores de lo republicano. `Nos hemos convertido en sospechosos comunes´, le dije con tristeza en mis palabras, a las cuales atendió con un silencio cargado de emoción. 

Continué diciendo que me sorprendía en demasía el observar a la gente sentada en las banquetas y las orillas de la calle raspando ese espacio público que en el Uruguay todavía le corresponde al pueblo, que nunca perdió por haber llevado los menesteres de la `seguridad´ al extremo como nosotros.

Marcelo se reía a carcajadas cuando veía mi cara de asombro durante nuestro traslado al bar de mi elección, ya que las calles estaban llenas de felices trasnochadores que simple y sencillamente caminaban de arriba a abajo, peinando las calles en búsqueda de esas sensaciones que le son naturales al ser humano.

Recalqué que el Monterrey en el que crecí era igual, pero que con el tiempo los gobiernos conservadores nos fueron convenciendo de la intrínseca maldad de la noche, ese rato en donde los miedos se exacerban en todo sentido, catapultados por la incesante propaganda que ha coronado el miedo sobre el resto de las emociones  comunitarias.

Imagino que la escasa, sigilosa y rudimentaria policía con la que me topé es el reflejo de la gente  autónoma con la que interactué, la cual no perdió su oportunidad de preguntarme sobre la situación mexicana. Pocos podían creer por la que atravesamos, ya que desde su óptica no se debe llegar al extremo de la dictadura para arreglar problemas que por sistema no se resuelven con más autoridad y leyes.

Fue ahí, en el departamento de las normas, reglas y leyes que más me impresioné. Confieso que vi y sentí un pueblo sin prisas, que por lo visto no corre esa carrera materialista  que nosotros hemos endiosado y colocado encima de nuestras prioridades colectivas. Queremos ser mejores que los demás, lo triste es que hemos limitado esto a tener más y derrocharlo. Creo que por eso hemos reforzado las diferencias culturales y económicas que nos han dividido. No niego que vi marcas y autos de lujo por acá, pero esto definitivamente no es lo más sobresaliente ni determinante para esta sociedad que no lleva prisa.

Otra cosa que observé es que la gente tiene acuerdos tácitos, esos que sabemos son necesarios para evitar el cintarazo como último recurso. Tampoco vi gente fumando mariguana por doquier, pero lo que sí escuche es a muchos decir que les importa un cacahuate lo que el resto haga con sus vidas.

Interesante fue la identidad nacional como concepto, la cual no jugó  papel clave cuando lo saqué a relucir durante la plétora de conversaciones que sostuve con los que estuvieron disponibles para escucharme. En lo que sí estuvieron de acuerdo es en lo afortunados que son de estar localizados entre dos potencias en competencia nacionalista como Brasil y Argentina, lo cual consideraron mucho menos dañino que la ubicación mexicana, atrapada por el hechizo de la orgullosa súper potencia de  EUA.

La vida me pareció cara en Uruguay, los precios se parecen más a los de Monterrey que a los del vecino Buenos Aires, donde la moneda va en camino a desfondarse como la nuestra. Un amigo fue muy claro cuando me explicó que las cosas son así para pagar el Estado de bienestar estilo escandinavo que le ha valido al Uruguay el ser la `Suiza de las Américas´.

En esto no me queda duda que el gobierno de Mujica y su Frente Amplio ha sido fundamental, lo cual me hace pensar que en el Uruguay el gobierno es el reflejo positivo de una sociedad igualitaria en otro nivel de consciencia colectiva, el cual pudiere resumirse en dos palabras: inclusión y tolerancia.

Uruguay es el pivote de la nueva era, era de comunidades despiertas y autosustentables sin conflictos identitarios. Lo que viene es funcionar de acuerdo a tus propias necesidades y exigencias –el autogobierno– esperando poco de una burocracia la cual debe representarte con dignidad.

José Mujica es la epítome del concepto del filósofo rey de Platón, ese que debía gobernar por el bien de la comunidad y no por las ventajas que la política traía a sus participantes.


Correo: juanguerra@hotmail.com

JUAN CARLOS GUERRA: Licenciado en Estudios Internacionales por la UDEM, con Maestría en Sociología por la Universidad de Essex, Reino Unido. Especialista en Teoría Social y Política. Actualmente locutor y analista del programa de radio Global-es, en la Universidad de Monterrey.


Sunday, 7 December 2014

Despídanse de Turquía

“Enfocaremos nuestros recursos energéticos en otras direcciones”
Vladimir Putin (1952-) Presidente de Rusia

Turquía ha dado un paso decisivo hacia el orden euroasiático liderado por Beijing y Moscú, al aceptar la construcción de un gasoducto ruso a través del país.

Dicho gasoducto sustituirá al cancelado South Stream, que originalmente iba a surtir el sureste europeo desde Rusia a través de Bulgaria, uno de los miembros más débiles de la Unión Europea (UE).

El motivo de la cancelación por parte de Putin tiene que ver con la presión que Bruselas está ejerciendo en contra de Moscú desde el comienzo de la crisis ucraniana, lo cual paradójicamente le está costando muy caro a una UE pobre en energéticos.

El dilema de Bruselas gira alrededor de la competencia abierta, o sea, que los negocios en los que la UE participa deben, en teoría, promover la pluralidad de jugadores en todo tipo de licitaciones. 

Lo curioso es que a South Stream les asustó por ser un plan del monopolio de gas ruso Gazprom, aunque por otro lado no hayan movido un dedo en contra de aventuras similares (también dominadas por Gazprom) en casos como el ucraniano (por donde Rusia surte la mayoría del gas), así como el gasoducto Nord Stream (que surte directamente a Alemania a través del Báltico). 

Parecería que la UE no confía en su patio trasero balcánico, donde yacen miembros como Croacia, Eslovenia, Hungría y Bulgaria, los cuales cada vez más desentonan con una desentendida y centralizada unión. South Stream iba a ser una excelente fuente de ingresos para ellos, ya que habían contemplado el cobro de tarifas de transito para mejorar sus economías.

Ulteriormente, el estar poniendo en entredicho a los miembros menos favorecidos por decisiones de política exterior, evidencia lo lejos que se está de la igualdad y la democracia en la UE.

En cuanto a Turquía, es un hecho que la potencia de 76 millones de habitantes ha optado por Eurasia y la consolidación de su membresía con la Shanghai Cooperation Organization (SCO) liderada por China. 

Ankara actualmente es socio de diálogo en la SCO, la naciente contraparte de la OTAN en Asia. Las razones para su bajo perfil con la SCO son varias, pero la fundamental es que Turquía es a su vez miembro de la OTAN, ese grupo militar que ha transformado su postura defensiva en una de ofensa pura. 

Erdogan seguramente se hartó de la postura estadounidense en Medio Oriente, que está alebrestando y armando a los kurdos para presionar a Ankara para que sea el eje de los ataques en contra del Estado Islámico.

Esta batalla contra ISIS no es más que una excusa para redibujar el mapa energético de la región, algo que Turquía sabe muy bien, y que muy posiblemente influenció su decisión de acercarse con Rusia.

El nuevo gasoducto ruso tendrá capacidad para mover 63,000 millones de metros cúbicos, de los cuales una buena parte se quedarán en Turquía. Dicho esto, es importante saber que se fijarán algunas terminales de gas en la frontera con Grecia, para que los excedentes se coloquen con alguno de los países balcánicos, con la condición de que el “reino”de Bruselas no reniegue por ello. 

Además del gas, Putin llegó a un acuerdo con Erdogan para el uso de sus monedas nacionales en vez del dólar, con la clara intención de incrementar un comercio bilateral ya de por si importante. Asimismo, Putin ofreció ayuda económica y tecnológica para la incipiente industria de energía nuclear turca, lo que en términos prácticos le facilitará a Ankara el abandono del uso intensivo de carbono como energético a favor de ambas opciones propuestas por Moscú.

Déjeme dimensionar el tamaño de este paquete, estimado lector. Primero que nada, hay que dejar claro que el sueño europeo de recuperar Constantinopla (Estambul) en un sentido geopolítico e histórico se ha esfumado por completo. Es cierto que un Erdogan autoritario e islamista se ganó el oprobio de la cúpula europea. No obstante, el tener a Turquía bajo la esfera de influencia de la UE era algo clave, ya que dicha movida le iba a servir al viejo continente para expandir sus mercados, como también para cerrar la pinza de la seguridad continental en el sureste con un miembro actual de la OTAN.

La organización militar liderada por Washington pierde cada vez más credibilidad. Por eso es muy factible que en un tiempo no muy lejano también perderá a su único miembro euroasiático, una Turquía que no es respetada como la segunda fuerza armada terrestre después de la de EUA.

Putin también habló con Erdogan sobre Siria, país cuya supervivencia depende del cordón umbilical ruso. Ahora que Turquía ha encontrado un nuevo proveedor de energéticos en Moscú ya no necesitará con urgencia el gas qatarí. Aparte, esto hace innecesaria la eliminación de Assad para pasar por Siria un gasoducto. Es muy plausible que Putin haya condicionado su ayuda en la permanencia de Assad en el poder.

En conclusión, Rusia ha extendido su esfera de influencia bastante más en Medio Oriente, acción trascendental para ese nuevo orden mundial geoestratégico, ínterconectado con tuberías, puertos, carreteras y vías de comunicación asiáticas.

Thursday, 4 December 2014

De soberanías y derechos civiles

`El precio de la libertad es la eterna vigilancia´

-John Philpot Curran (1750 1817) político irlandés

La nueva ley antiprotestas representa la fase terminal de la centralización del poder en México como parte de un proceso que tiene más de tres décadas agudizandose.

En esa línea, lo que sentó las bases de lo que vivimos hoy fue, primero, la centralización del poder económico, después la centralización del poder político y militar y, por último, la centralización de las libertades civiles, o sea, la limitación de las mismas como parte de una estrategia de `seguridad y orden´.

La centralización del poder económico se ha venido dando por sistema desde principios de los 80, en algo conocido como neoliberalismo. Este dogma ideológico tiene entre sus principios ideas la reducción del poder del Estado a favor de la privatización de los bienes y servicios públicos, en teoría para eficientar la economía y hacerla más competitiva. No dudo que esto pueda ayudar en algunas instancias, pero cierto es que en México uno de los resultados de esta mentalidad es que el Estado ha perdido mucho control e influencia sobre la iniciativa privada, que en nuestro caso es mayoritariamente transnacional.

La justificación para la venta de las paraestatales es que el gobierno se iba a aplicar con más escrutinio y regulación pero, como vimos en el caso de la venta del petróleo, las `regalías´ con las que se pagó a la clase política lubricaron la relación entre lo público y lo privado de forma corporativista, como con lo de la notoria ‘‘Casa Blanca”. La realidad es que la regulación simplemente no se dio, ya que, como nos hemos venido dando cuenta, se ha profundizado el entrecruce de intereses entre política y negocio como no se veía desde el liberalismo clásico de Porfirio Díaz.

Este `virus´ neoliberal, que afecta a cada vez más países, se concentra mucho más en Norteamérica, geografía que incluye al maestro (EUA) y al aprendiz (México) del sistema. Como dije en columnas anteriores, México es la fallida `estrella´ neoliberal contemporánea, así como alguna vez le tocó al Chile de Pinochet echarlo a andar en Sudamérica.

La segunda etapa, la de la centralización político y militar, sucedió como efecto de lo primero, ya que la burocracia mexicana, irónicamente, nunca redujo su tamaño, como debió hacerlo según la teoría neoliberal que exige un Estado pequeño para agilizar las cosas. De aquí es de donde emanaron grupos de interés mixto como Atlacomulco, cuyos miembros han fungido como los acaudalados operadores de la maquinaria del sistema de este lado de la frontera.

Cabe agregar que de este injusto contexto es de donde también saltaron los distintos grupúsculos de narcotraficantes, los cuales se armaron para atender unos mercados de distribución domésticos mucho más grandes y ambiciosos. A esta mezcla explosiva hay que agregar la disparidad económica y la inmovilidad social, factores que se convirtieron en el generador de carne de cañón para una mafia delictiva empeñada en esa movilidad social extraviada.

Aquí es donde podemos colocar la pieza llamada ‘‘fuerzas armadas”, las cuales se volvieron una urgencia debido al incremento de violencia a nivel nacional desde finales de los noventa, periodo en donde empezaron a calar las reformas privadas del Tratado de Libre Comercio (TLC).

Todo esto nos lleva como consecución lógica a la instauración de una cultura sociopolítica de corte autoritario, la cual, por consecuencia, recoge libertades civiles a la población como si se tratase de juguetes que no le pertenecen. Esta forma de entender la política suele seguir un guión muy antiguo pero muy repasado por nuestra especie, en donde lo que impera es la desconfianza y la limitación de la plétora de libertades que solo los regímenes republicanos pueden presumir.

Entonces, no debemos sorprendernos de nuestra involución hacia una forma de vida que corona al concepto de soberanía clásico, en donde el que manda es el soberano rey mismo en detrimento de su población. Asimismo, sería bueno voltear a ver el resto de las soberanías –la financiera (dependencia en el FMI, banca privatizada), la energética (petróleo vendido), la alimentaria (importando el 42% de los alimentos) y la territorial (influjo de agentes americanos, Iniciativa Mérida)– para corroborar que hemos perdido nuestro poder ciudadano en este tortuoso camino.

Es en ese sentido que el Estado irrumpirá en los Ayuntamientos locales para reventarlos. Estoy de acuerdo que la balcanización del país no es positiva, pero igual de dañino es querer aniquilar el germen de autogobierno que está naciendo como obvio resultado de la centralización del poder a todo nivel que ha descobijado a las mayorías.

Ocupar espacios públicos de forma pacifica es hacer uso de nuestro derecho de asamblea y libre asociación.

Privarnos de estos derechos, en supuesto afán de prevenir protestas sociales, va en contra de la Constitución y, por ende, es ilegal.

Centralizar es oponerse a la delegación y la autonomía.

La centralización del poder equivale a una mala representación, y el flagrante autoritarismo es su disfraz.