Thursday 26 April 2012
Tuesday 24 April 2012
Friday 20 April 2012
Thursday 12 April 2012
El Amor es aceptación
La cultura occidental nos ha
vendido la idea del amor como un concepto, algo que se recoge durante la vida para regocijarse con el.
En este sentido la visión es dualista, el objeto amado esta separado del que lo
ama. Lo que se presume con esto es la insuficiencia del buscador, que no logra
realizar nada hasta que se haya topado finalmente con ese objeto que le abre la
posibilidad de experimentar el amor.
El amor platónico, por su lado,
presenta una punto de vista que
pudiese incluir esto ultimo, pero esta seria solo una etapa en el camino hacia
una forma mucho mas abarcadora e ideal de
amor. Esto quiere decir que el objeto amado pudiese representar
convencionalmente un espejo en donde uno proyecta, pero del cual toma a su vez
ese aprendizaje de amor que el otro da. Con la pareja se puede aprender que el
amor consiste en compartirlo algo en conjunto, que pero finalmente debe ser
abandonado, en la búsqueda de formas mas sublimes y ciertamente mas sutiles de
amor. Pero esto es
significativamente distinto a
buscar tomar de esta otra parte lo que nos faltaba, con la intención de llamar a eso amor.
Otras concepciones del amor lo
colocan en si como el motor de la fuerza divina, una energía que funciona como
el cemento de la vida misma, que mantiene animadas a las criaturas orgánicas
dondequiera que estén. Bajo esta perspectiva, el amor o energía ulteriormente
se presentan como caminos hacia el desarrollo personal y colectivo de los que
lo ponen en practica. Y aunque todos estamos hechos de eso, no todos estamos
conscientes de ello. Esto porque
en vez de reconocerlo ya en nosotros mismos, preferimos buscarlo afuera, en ese
afán de complemento y suplemento que tanto nos refuerza la
cultura en que vivimos.
Es cerca del corazón en donde reside el chacra numero cuatro
(anahata) - que según el sistema
tártrico de oriente – es el centro energético del cuerpo que esta relacionado
con el amor incondicional, mejor entendido como la compasión. El elemento que
simboliza este chacra de color verde es el aire, que equivale al desapego. Eso quiere decir que para
llegar metafóricamente a la compasión se debe primero haber trascendido a la
tierra (supervivencia), el agua (emociones) y al fuego (ego). El fuego es el
acaparador de la identidad, la asertividad, el dinamismo, la dominación y la
voluntad de control - todo esto
situado en el plexo solar en el cuerpo.
Pero la mayor ironía es que se
puede estar viviendo perfectamente desde el ego, confundiéndolo con todo lo que existe como potencial
de desarrollo para las personas y
sociedades. De hecho se puede decir a grandes rasgos que es desde ahí donde nos
relacionamos y desde donde hemos construido la civilización, incluyendo nuestra
justificación de la de la sumisión de las demas especies y la naturaleza. Aquí
es desde donde opera la visión dualista
occidental del amor, donde el ego
busca un objeto que le sirva para reconfortarse a si mismo. O sea, que
es muy posible que el objeto amado realmente represente un depositario
proyectivo de lo que para nosotros es el amor. En ese sentido, el otro nos
sirve para reforzar nuestro ego. Esta forma ciega de amor es la que nos ha
engañado a pensar que no hay nada mas allá de esa ‘certeza’ misma, estrategia
que con seguridad nos esclavizara
a una vida conceptual. Comoquiera que sea, esta forma de vida si puede ser
placentera, pero lógicamente será
un obstáculo al reconocimiento que esa forma de ‘amor’ es solo la punta del iceberg de la consciencia,
en su ardua lucha para identificarse con
el espíritu mismo.
La forma común de entender la
vida dice que lo que se percibe se
hace en función del ego, y es ahí
donde cabe perfectamente esa idea
del amor como reforzamiento de la
identidad personal. Los Hindú llaman a esto Maya - la ilusión de creer que lo
que percibe el ego es lo verdadero y lo único que hay. La solución a esto,
entonces, es el hacerse consciente de que solo somos una fracción del espíritu,
y que el darse cuenta de ello es trascender el ego, con el objetivo de lograr la auto-realización del Ser - en celebración como espíritu
- la fuente de todo. Pero no es
necesario el deshacerse de nada en el camino, ni del ego mismo, ya que el
espíritu esta en cada etapa, esto porque camino, energía y consciencia, son
todas emanaciones conceptuales del
espíritu. Es por eso que el ego solo se trasciende, aceptándose solamente como
una parte del desarrollo.
Una vez logrado esto el amor a
esas alturas tendera a ya no distinguir entre sujeto y objeto. El amor, la
conciencia y la energía - que en términos prácticos son lo mismo – se acercan a su destino final, pero la forma en
que se avanza es simplemente en consciencia. Por eso, paradójicamente, entre
mas se hace consciente uno de ello, mas se simplifica esa realización. Lo
difícil aquí es trascender al ego, ya que tendemos a confundirlo con el capitán del barco en detrimento de la
consciencia.
Toda sustancia viva es parte del
espíritu porque esta compuesta de
espíritu. En esta línea el espíritu utiliza los ojos y oídos humanos para verse
y escucharse a si mismo en ese nivel de percepción. El espíritu (dios, para
algunos) utiliza los diferentes niveles de consciencia para ayudar al conductor del vehiculo
material a darse cuenta gradualmente. Es por eso que – a diferentes velocidades
- todo ser vivo tiene la capacidad
para su propio despertar.
Entonces, al hacerse mas consciente se posibilita la des-identificación
con las funciones del cuerpo y el ego que las dirige. El cuerpo aquí es visto
solo como un vehiculo - un recipiente – que obviamente esta hecho de espíritu
materializado. Pero ulteriormente la clave es trascender la parte material para
verla como lo que es, una emanación mas densa que sirve para hacerse consciente de esa etapa en la cual se vive, pero solo como escalón hacia las siguientes formas mas sublimes de despertar.
¿Pero como hacer algo practico
de toda esta explicación tan abstracta?
Sencillamente hay que ver a la aceptación como el eje del desarrollo
personal. Cuando lo vemos así lo hacemos desde el chacra verde, que en el
cuerpo representa la afirmación y la continuidad del amor del espíritu. Es aquí
por donde fluirá la consciencia en su camino hacia los reinos mas sutiles de
espiritualidad. Pero primero tendrá
que cruzar el puente de la aceptación/compasión para poder visualizar
otras posibilidades de desarrollo personal mucho mas sutiles. La aceptación es a su vez una
forma de auto-compasión, la cual es necesaria para sentir primero en carne
propia lo que deseamos sentir hacia otros. Si hemos logrado llegar hasta aquí
habremos dejado atrás la etapa mas difícil de todas, la identificación absoluta
con el ego.
El aceptarse seria la primera
parte del compromiso de sanación, para después de ahí extender esta visión de
compasión hacia los demás. Y como dijo el Dalai Lama, ¿porque buscar
desesperadamente a una sola persona para depositarle nuestro amor si se los
podemos compartir a todos lo que habitan esta tierra?
Wednesday 11 April 2012
El poder de la repetición como propaganda
'Si tu dices una mentira
lo suficientemente grande y la repites constantemente, la gente eventualmente
se la creerá. La mentira puede ser mantenida solo durante el tiempo que el
Estado pueda proteger a la gente de las consecuencias políticas, económicas y o
militares de la mentira misma. Entonces se vuelve vital para el Estado el
utilizar todos sus poderes para reprimir el desacato, ya que la verdad es la
enemiga mortal de la mentira, y por extensión, es la mas grande enemiga del
Estado.'
-Joseph Goebbels, ministro de
propaganda Nazi
La
gente se alarma cuando se le postula la posibilidad de que su gobierno utilice
tácticas que históricamente han servido para el control social. Cuando se dice que el gobierno mexicano
lleva a cabo practicas fascistas no quiere decir inmediatamente que sean
iguales a las que los gobiernos del mismo
Hitler o Mussolini utilizaron. Lo que digo es que los Estados buscan perpetuarse a como de lugar,
y si sus políticas publicas
necesitan justificarse como legitimidad para ellos mismos como burocracia, pues
la repetición absurda de algo se
convierte en una forma de
propaganda, la cual como nos dice la introducción, ha sido una herramienta
clásica en el afán de moldear a la opinión pública a través de la historia.
El
ejemplo en cuestión es la política de la repetición de la supuesta
justificación de la guerra que
peleamos todos en pro de la seguridad. Se nos vende seguridad – porque
estamos seguros que es lo que más nos hace falta – pero nos damos cuenta que
por la misma se nos tiene aterrorizados. Esto quiere decir que aunque el
problema original pueda realmente existir, la solución puede acabar también
convirtiéndose en un problema – y en justificación para más gastos burocráticos y crecimiento del Estado- como lo vemos en México.
Veo que vamos en camino a convertirnos en una sociedad autoritaria, ya que un
signo de esto es la alarmante realidad de que ya legitimamos la violencia como
camino social.
Nos
damos cuenta que existe una política clara - concertada - en plantear una realidad de telenovela para
un país que teóricamente lucha contra el mal, una que se presume tendrá un final feliz. He dicho hasta el cansancio que esto es
sólo un paliativo para una sociedad inconforme con las diferencias de riqueza y
de cultura tan abismales, claro legado de haber olvidado a grandes sectores de la
comunidad, que ahora utilizan caminos ilegítimos para movilizarse. Y mientras
nuestras televisiones nos dicen que vamos ganando la guerra, el mundo observa (y
opina) como nos desmoronamos como concepto de nación. México está peleando contra si mismo dentro de un coliseo
que esta delimitado por sus fronteras políticas. Pero esta realidad estructural
nos aparece como fragmentada y diluida
a través de las pantallas
de nuestras televisiones, que nunca nos presentan el contexto, ni el análisis,
ni el trasfondo de las cosas. Sólo se nos venden las piezas, ya que así
aseguran una novela mucho más extensa y obviamente más costosa. A cada quien
nos toca un pedazo de la miserable teleserie que por ahí promete nutrirnos de
esperanza, dada la realidad tan de maquillada que nos presenta.
La
realidad que percibimos está construida por la televisión, pero también
participan las formas de hablar institucionales y las que nosotros mismos
reforzamos en el día a día en nuestra comunicación. Y aunque no niego que algunos creen que exista algo que justifica esta forma violenta de
responder, creo que la forma esta
siendo exagerada para exacerbar la cultura del miedo, que como bien sabemos, le
es muy útil a nuestros lideres aquí y en cualquier otra parte del mundo. Estamos llevando el miedo a donde vamos, si es que nos
atrevemos todavía al salir de nuestras casas.
A lo
que quiero llegar con todo esto es que muchas veces el discurso y las ideas
hablan sobre algo que no resuena
con lo que sucede ahí abajo, en el terreno mismo al que refieren. Es muy claro
que la represión fisica de la cual somos victimas se dreproduce en nuestras mentes – en nuestra
psicología social – y prueba de ellos es que la llevamos cargando a cualquier
lugar que nos dirigimos.
Te
propongo dos formas para probarlo. La primera es retirándote completamente de
la ciudad – del contexto en donde se da todo esto - para probar con ello que no hacen sentido esas ideas o formas
de hablar que hacen lo que somos
dentro de esa mismo lugar donde habitamos. La represión solo funciona porque
nuestra mente es social, nuestra convivencia y lenguaje son el resultado de compartir eso mismo con
otros dentro de un espacio definido - y ciertamente televisado - donde constantemente lo reciclamos. Por eso nuestras vacaciones se han convertido en una forma de ‘autonomía
mental’ donde logramos huir de la realidad que vivimos en nuestros lugares de
origen. La otra es que practiques cualquier disciplina que te haga ‘salirte’ de
esa realidad mental sin necesidad de abandonar la urbe que te constriñe con
tanta confusión; una especia de ‘sedición simbólica’. Para esto la meditación
es excelente.
Lo
importante de ambas es aprovechar la
observación de la mente desde otro ángulo para ver como esta se nos ha llenado de miedos que nos
generan ansiedad, culpa y vergüenza. Nos hemos convertido en victimas de las ideas que constantemente nos
repetimos los unos a los otros. Estamos cambiando la cultura en el camino.
La
ansiedad existencial es ya de por si algo difícil para los humanos como para
estar cargando miedos ajenos. El miedo es la mejor forma de control que el ser
humano ha inventado. Entonces,
¿por que seguir arrastrándonos de esta manera en nuestra búsqueda de libertad?
Friday 6 April 2012
El control social institucional como reflejo de la (des) civilización
Al miedo generalmente se le asocia de forma interdisciplinaria con la parte oscura, desconocida e inconsciente de la naturaleza del ser humano. Para ejemplos están, el complejo reptiliano de la neurociencia, los bloqueos de los chacras inferiores para el tantrismo oriental, la supervivencia y las necesidades primarias de los psicólogos evolucionistas, el subconsciente psicoanalítico y sus mecanismos de defensa, el bio-poder foucauldiano, et cetera. Todos estos son ejemplos de estructuras que se aproximan a o que albergan directamente al centro energético de donde emanan las emociones que identificamos con el miedo. Pero fundamental es aclarar que el miedo es compartido también por otras especies, las cuales muchas veces nos demuestran con su lenguaje corporal que posiblemente lo estén sintiendo, y que la forma en como lo expresan pudiese ser interpretado como ansiedad; emoción con la cual nosotros también estamos muy familiarizados. La ansiedad suele ser el efecto psíquico de experimentar emociones como el miedo. Es una manera de canalizar esas energías hacia la consciencia y la mente. La ansiedad es el efecto vivo, una manera de sentir que algo sucede en relación a nuestra forma de percibir e interpretar el mundo.
Pero en el humano esta dupla miedo/ansiedad cumple con funciones colectivas y sociales también, aparte de las obviamente relacionadas con el bienestar de cada quien. Y aunque no trato de concluir con un largo historial de investigación en estos temas de corte psicológico, si me gustaría denotar que para mi hay dos mecanismos de corte mas psicológico-social que conectan al miedo y a la ansiedad con los fenómenos sociales externos con los cuales desarrollamos nuestra cultura. Pero para esto es necesario poner al ego, al self - en si a la identidad personal - como la clave. Es de aquí de donde puedan emanar otras emociones y o formas de control institucional como lo son la culpa y la vergüenza. Ulteriormente, el miedo es la base de la mayoría de los organismos en su afán de sobrevivir, pero solo el hombre lo ha diversificado como resultado de su búsqueda mental de anclarse en el mundo para dejar huella, como no lo hace ninguna otra especia.
En ese sentido muchas instituciones con las cuales cohabitamos son el reflejo de nuestro afán y progreso civilizatorio, donde hemos almacenado y delimitado colectivamente lo que apropiado e inapropiado en relación a nuestras conductas individuales, mismas que se tuvieron que ‘pulir’ para poder organizarnos en comunidades que trascienden (pero incluyen) a los individuos.
Freud decía que el hombre para civilizarse debía ceder parte de sus necesidades e impulsos personales y privados. Aquí por ejemplo pone a la culpa como el mecanismo que mantiene bajo control al individuo, que dejado a su suerte, y bajo condiciones normales y en ausencia de súper-ego (consciencia moral), buscaría la plena satisfacción de sus impulsos, cualesquiera que estos fuesen. Ese coraje que siente la persona por no poder hacer lo que guste en un ambiente compartido se sublima como culpa, haciendo de este sentimiento una forma de regimentar las individualidades, sublimándolas para lograr su homologación con otros que también pasan por lo mismo. La culpa es el mecanismo que indica nuestro descontento con la civilización de la cual participamos.
Por otro lado, para el sociólogo ingles Anthony Giddens, la estructura fundamental que regimenta al individuo en torno a la normatividad y demás reglas sociales es la vergüenza, ya que esta es la que le dice internamente al self interno que algo esta mal en torno a lo que se experimenta y percibe en relación a otras personas y sistemas de valores que están ‘ahí afuera’ de su campo perceptivo. Participamos con el otro y seguimos la cultura para pertenecer, evitando con ello la critica y el abandono.
Pero me gustaría sintetizar ambos como mecanismos de defensa del ego, y por ende, de la identidad individual. La culpa esta relacionada con la transgresión de los limites que se imponen desde el exterior. Las instituciones que participan en la indoctrinación del individuo son varias, pero los mejores ejemplos son la familia, la educación, y las religiones. Estas de alguna ‘conforman’ las ideas y los pensamientos que albergamos, ya que aunque podamos ser muy racionales con nuestra forma de pensar y de ser en el hoy, detrás de todo esta nuestra niñez como almanaque de vida, en donde a grandes rasgos se nos inscribió lo mas apropiado para el momento. La culpa es un sentimiento de insuficiencia normativa, de no llenar las expectativas. Esto se ejemplifica con la relación que tenemos con nuestro sistema de valores y de moralidad - de el cual somos una mera fracción – pero que es compartido con otros dentro de una misma cultura. La culpa se refiere a nuestra responsabilidad sobre acciones y conductas. La moral victimiza y acomoda; encarrila.
Por su propio lado, la vergüenza se refiere más a los sentimientos sobre la legitimidad de la narrativa o biografía de la persona que vamos construyendo con el tiempo. Suele relacionarse con el auto-estima y con la pena de no cumplir con lo que la sociedad hace y espera de nosotros. La vergüenza pudiera relacionarse más con la ética que la moral, ya que la primera contiene valores admirados como los apropiados para lograr una vida satisfactoria, mas que el compararse con un correcto pensamiento o conducta como lo es la moral y por ende la culpa. Un ejemplo de institución que se basa en la vergüenza como idea de control (o conjunto de ideas, discursos y narrativas culturales) es la sociedad del consumo. Esta es una que ha fijado ciertos valores materiales como la base del ‘buen vivir’ en distintas sociedades alrededor del planeta. Nos da vergüenza el no pertenecer con cierta moda o estilo de vida, y eso al final nos genera ansiedad por el temor que nos causa el no cumplir con esa forma de vida. El consumo se ha convertido en una excelente forma de control (¿y progreso?) social.
Pero lo mas curioso de todo es que los valores o sentimientos opuestos de cada emoción, como lo es la reparación en relación a al culpa, y la auto-estima y el orgullo en relación a la vergüenza, son estímulos que se obtienen como resultado de una ‘correcta’ interpretación de esos mismo valores con los cuales se le indoctrino a la persona. Es ahí donde surge la pregunta, ¿qué tipo de emoción(es), entonces, son las que nos indicarían que llevamos una vida propia y autentica? Confieso no tener la respuesta.
Para eso termino proponiendo al SER y la FANTASIA como posibles caminos hacia la auto-realización.
* El miedo generalizado del hombre a SER – y la resultante despersonalización - es lo que mantiene funcionando a la civilización. ¿Se podrá SER y formar parte de algo a la vez?
* La fantasía crea expectativas, irrespectivo del hecho de que muy posiblemente estas no sean satisfechas en la realidad. Pero al existir previamente a la posibilidad de ser aterrorizada y bloqueada por el miedo – en sus diferentes disfraces como la culpa y la vergüenza - la fantasía es el motor y el elixir de la creatividad. ¿Será la fantasía una herramienta para la liberación humana?
Wednesday 4 April 2012
Life / la vida
Freeing ourselves from the constraining aspects of time can help us to deconstruct our fear of death. In this sense we can fashion a more loose sense of self identity, in order to better experience the subtleties of life in this material plane.
But ultimately, by realizing the immortality of our essence, we can liberate ourselves from an limited and embodied sense of awareness - that which derives from an encapsulated sense of being and perceiving - conventionally sustained as a fraction of ego.
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Al liberarnos de los aspectos mas constrictivos del tiempo podemos deconstruir el miedo a la muerte. En este sentido podemos diseñar una identidad personal mas libre, en el afan de mejor experimentar las sutilezas de la vida en este plano material. Pero ulteriormente, al realizar la imortalidad de nuestar esencia, podemos liberarnos de una percepcion corporalmente limitada - esa que deviene de experimentarnos como estar conscientes dentro de algo cerrado, que supuestamente se sostiene como una fraccion de ego.
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Al liberarnos de los aspectos mas constrictivos del tiempo podemos deconstruir el miedo a la muerte. En este sentido podemos diseñar una identidad personal mas libre, en el afan de mejor experimentar las sutilezas de la vida en este plano material. Pero ulteriormente, al realizar la imortalidad de nuestar esencia, podemos liberarnos de una percepcion corporalmente limitada - esa que deviene de experimentarnos como estar conscientes dentro de algo cerrado, que supuestamente se sostiene como una fraccion de ego.
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