Wednesday 11 August 2021

Tratamientos experimentales

 En diciembre del 2020 muchos gobiernos aseguraban que la vacuna acabaría con la pandemia, sin embargo, dicha certeza contrastaba con la apresurada aprobación de productos farmacéuticos que no cumplieron con la totalidad de las pruebas, y que por eso se etiquetaron como "tratamientos experimentales".

Unos meses después, cuando oficialmente comenzó la campaña global de vacunación, varios grupos de científicos declararon que la vacuna no prevenía contagios, si no que solo reducía síntomas en la gente ya infectada con el virus. Esta información, al igual que la de "tratamientos experimentales", no se ventiló ni se discutió en los medios de comunicación, que mantenían la línea oficial del Estado, presentando a la vacuna como la solución definitiva a la pandemia. Irónicamente, las farmacéuticas nunca escondieron la descripción de su producto. Fueron los medios y el Estado los que simplemente enfocaron su optimismo en torno a la flamante campaña de vacunación.
Para julio de éste año circulaba la noticia de que nuevas variantes -por lo menos seis- habían agravado la situación sanitaria, justificando así la prolongación de la cuarentena, con todo y que la OMS y grupos de científicos tenían nuevos estudios que la descontaban como estrategia funcional.
Al mismo tiempo surgía información de países pioneros en la vacunación como Israel, Hungría, Singapur y Chile, en donde gente ya vacunada con por lo menos una dosis, formaba parte de la población que se estaba infectando con el virus. Los números en Israel hablaban de hasta un 50% de nuevas casos de personas infectadas post vacuna.
Estos y otros hallazgos son opacados por noticias más “relevantes” como la más reciente de Israel, que ya autorizó una tercera dosis. Pero realmente no se sabe si aspiran a erradicar al virus original que las primeras vacunas no pudieron, o si intentan combatir una o más de las variantes que ahora asechan al televidente. Hay quien dice que la tercera dosis será el inicio de una serie de actualizaciones, o sea, el equivalente humano de una app-licación telefónica.
Todo esto sucede mientras cada vez más países exigen a su población la vacuna para aspirar a las libertades de movimiento, asamblea y recreación que algunas vez gozaron, y que tienen que seguirse sacrificando en pro de algo para el cual todavía no existe certeza, y que comoquiera se presenta como una decisión de libertad o encierro, de vida o muerte, y de colaborador o enemigo de la patria.
Natacha Froloff, Ernesto Vinatier and 127 others
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Aventureros espaciales

 Así como los grandes exploradores de tierras lejanas -Magallanes, Marco Polo y Colón- requirieron de logros publicitados para convencer a sus respectivos gobiernos para que financiaran sus futuras aventuras, los actuales exploradores del espacio -Branson, Musk y Bezos- acaban de estrenar la etapa publicitaria de sus propias aventuras.

Pero al igual que sus ultra marinos antecesores, nuestros vaqueros espaciales contemporáneos no solo buscan hacer show para vender unos cuantos boletos para que tripulemos sus naves.
Tanto los aventureros de ayer como los de hoy son representantes de nuevos paradigmas tecnológicos y alianzas económicas entre iniciativa privada y Estado, cuyo fin es primero que nada reforzar la punta del sistema de aspiración social y de patentes.
Por lo que más temprano que tarde veremos como el show espacial rinde muchísimos más frutos a sus espectaculares inversionistas. Muy pronto se ofrecerán vuelos espaciales comerciales a quienes puedan pagarlos, pero también se harán jugosos contratos para el lanzamiento de satélites y cohetes de todo tipo.
Todo parte de una nueva industria de tecnología de punta, de la cual el Estado ciertamente será el mas beneficiado. Solo cabe imaginar el nacionalismo y patriotismo que esto provocará en USA.
Por eso no es necesario exhibir a políticos ni burócratas, ya que es mucho más fácil subsidiar a privados para después aprovecharlo en nombre de la innovación y la competencia. En este irónico y monopólico caso, el eximir de impuestos a los aventureros es igual a financiar una buena parte de sus aventuras.
La nave tipo pene que surcó los cielos no es más que un símbolo fálico de esa incestuosa relación entre política y empresa, cuyos intereses siempre están por encima de los hambrientos, los pobres y los súper contaminados de este planeta.

Crisis ecológica

 Cuando una ciudad rebasa sus límites ecológicos se nota. La contaminación abunda, el agua se acaba, los árboles y demás formas de vida mueren, el gris sustituye a lo verde.

Sin embargo, la política suele negarlo, ya que son realidades dolorosas que dificilmente cualquier partido que toma el poder por unos cuantos años pueda resolver.
Por eso es fundamental que la sociedad participe toda junta a favor de lo natural que es lo primero que a todos nos compete, dado que como sabemos, sin contrapeso real el sistema se mantendrá igual buscando crecer de la misma pero ya insostenible manera.
Una acción novedosa y urgente sería el re configurar las relaciones de poder actuales para equilibrar lo que ya se tiene, con la intención de recuperar algo de la calidad de vida que alguna vez se tuvo, y que por nuestros excesos colectivos hemos ido perdiendo. Ese es trabajo del gobierno.
Nueva política sería meterse de lleno a salvar lo poco que queda, transformando a la sociedad desde lo más profundo para re conformar la relación con el medio ambiente que nos da vida, y que al paso que vamos nos va a negar la posibilidad de una existencia plena como la soñamos.

Crisis en Haití y Cuba

 Muy significativo es que las injerencias, desestabilizaciones e intentos de cambio de régimen de Estados Unidos se limiten a pequeñas e indefensas islas vecinas sin grandes recursos como Haití y Cuba, y no en Corea del Norte, China, Rusia, Irán, Venezuela y básicamente el resto del mundo, como lo fue en décadas anteriores.

Definitivamente eso habla de una perdida de poder real, producto del hartazgo en torno a su imperialismo excesivo.
Este mundo ya no se divide entre buenos y malos / capitalistas y comunistas, como Washington y algunos otros tratan de seguir pintándolo, en afán de interferir en asuntos ajenos.
A cada país le corresponde arreglar sus propios problemas, independientemente de su sistema social.
Lo único que se puede ofrecer es ayuda humanitaria, incluyendo la eliminación de sanciones económicas y bloqueos comerciales, como el que Washington ejerce contra la Habana desde hace ya muchos años.
La comunidad internacional representada en las Naciones Unidas (ONU) ya se expresó en contra del embargo estadounidense -184 países-, pero la super potencia sigue sin escuchar el reclamo casi unánime del mundo.
Por lo que de seguir así, el “Tio Sam" perderá toda credibilidad e influencia a nivel internacional.

Países anti agencia internacional de energía

 A China, Australia y Japón ahora se suma Noruega, a la lista de países que se oponen a las más recientes declaraciones de la Agencia Internacional de Energía, que dijo que el mundo entero debe de frenar las nuevas exploraciones en gas y petróleo para poder cumplir con las metas de reducción de bióxido de carbono, impuestas como medidas ecológicas de aquí al año 2050.

La excusa noruega gira en torno al posible desabasto que pudiera generarse en los próximos años, si la demanda para los combustibles fósiles continúa y no existe algún proveedor para satisfacerla.
La otra parte de la excusa es la más obvia. Aunque están desarrollando energías alternativas, su economía simplemente no puede a estas alturas prescindir del uso, venta y exportación del petróleo.
Por su lado, China, el actual motor económico global, acaba de eliminar los subsidios para el desarrollo de energía eólica y solar, en tiempos en que se convierte en el principal importador y refinador de petróleo del mundo. La lógica detrás de esto es que su crecimiento, desarrollo y progreso, al igual que el de la mayoría de los países emergentes que se suman a su Ruta de Seda, necesitan de muchísima energía fósil para industrializarse y convertirse en sociedades de consumo, igual que las occidentales que ahora hipócritamente los critican por buscar hacer lo mismo que ellos.
Dicho de otra forma, la realidad en el terreno es que nadie quiere realmente perder influencia en la competencia energética, ya que el arriesgarse a hacerlo puede significar una derrota fundamental en el tablero geo estratégico y político del mundo.
El caso más evidente es el de Estados Unidos, que aunque supuestamente promete convertirse en la primera potencia totalmente verde, por otro lado sigue aprovechando del fracking, exportando gas liquido, y usando el sucio carbón, con por lo menos cinco plantas todavía en operación.
No es la primer vez que esto sucede en la historia, ya que alguna vez los defensores del bronce tuvieron que luchar para persistir ante el novedoso hierro, un metal ciertamente mucho más fuerte y funcional que el primero, pero que simplemente no logró establecerse hasta que el otro acabó desgastando por completo a sus defensores.
Por eso no hay que esperar mucho de la Agencia Internacional de Energía y de sus más fervientes seguidores, ya que hace apenas unos años defendían exactamente lo contrario de lo que hoy pregonan, proponiendo la desenfrenada exploración y explotación de recursos fósiles para satisfacer sus ambiciosas demandas y las del resto del mundo.

Se viene el control y la censura

 

Una cosa es que estés muy seguro de algo y otra cosa es que trates de forzarle a otros lo que para ti es muy obvio, limitando así su libertad de pensamiento y de toma de decisiones. Actitud anti científica y anti democrática.

Esto que sucede con las vacunas también empieza a contaminar las alguna vez horizontales y libres redes sociales.
Por que en vez de que la misma crítica y la desaprobación de los usuarios en torno a los comentarios de los demás sea lo que finalmente trascienda, lo que ahora acabará determinando si algo trasciende o no es un poder-central-jerárquico-moralista-cibernético.
Lo más irónico de todo esto es que nos utilizarán para justificar sus decisiones verticales, al preguntarnos si creemos que alguien rompe con la armonía del grupo, o si de plano es extremista.
Tristemente nos esperan tiempos muy manipulados e intervencionistas en éstas y otras latitudes....

De semáforos y encierros

 Solo cuando idéo, créo y comparto me siento parte de algo más grande que mi mismo, parte de esa comunidad tan platicada y a veces forzada a convivir mediante etiquetas e identidades.

No me refiero a hacer por hacer ni a hacer para ganar algo a cambio. No es cuestión de dinero, pero tampoco está peleado con el. Se trata de sentir la esencia de lo que somos al fusionar la actividad y su resultado con el sentimiento que se escurre hacia donde se juntan las aguas comunes.
Es cierto que antes de la cuarentena muchos de nosotros habíamos desplazado nuestro oficio hacia las computadoras -la internet y las redes sociales- ya que sin duda son una excelente herramienta para compartir desde lo más profundo para llegar a mucha más gente.
Pero eso de ninguna manera sustituye a la humanidad, al frente y frente y a la personalización de las emociones, las razones y los oficios que hemos perdido con el encierro.
Cuidado con convencerse del falso confort de la alta productividad y la eficiencia de las tecnologías que ensalzan a esta supuesta "nueva normalidad". Puede que se nos seduzca a creer que hay mucho que ganar, sin embargo, hay muchísimo más que ganar con el libre albedrío, la movilidad y la toma de decisiones integradas, todas ellas solo posibles y realmente trascendentes desde la plena libertad de consciencia y la plena potencialidad del movimiento.
Por eso, en torno a la contingencia cobid, no debemos permitir ser engañados con "luces verdes" que realmente son ámbares o amarillas en cuanto a las restricciones. No dejemos que se juegue con nuestras mentes y expectativas. LUZ VERDE es libertad absoluta, por lo que permitir menos que eso es sucumbir a manipulaciones psicológicas con fines políticos electorales.

Inyecciones de deuda

Las inyecciones que no escasean son las de instituciones financieras como el Fondo Monetario Internacional (FMI), que solo durante la improductiva crisis cobid han prestado 25 millones de millones de dólares a más de 80 países alrededor del mundo.
Es por eso que los efectos secundarios de las enormes deudas y los intereses sobre las mismas repercutirán no solo en el tesoro público y la gobernabilidad de las naciones, si no también en sus ya de por si débiles sistemas democráticos.
Entre más masa desesperada se genere menos decisiones racionales habrán, realidad que influirá dramáticamente en el curso del poder, el cual seguramente abusará del populísmo y el corto plazo para salir avante.
Las deudas implicarán más impuestos y mayor austeridad pública, lastimando al indeble tejido social, el cual ciertamente depende del gasto público que justifíca a cualquier tipo de gobierno.
Menos gasto social y más cuarentena creará más pobreza, la cual se irá acumulando junto a la que ya existía. Masa crítica para una política avida de prometer para ganar elecciones.
Peripecias de un anti científico, anti democrático y endeudado encierro.

Transmedia 7 de agosto

 https://soundcloud.com/radioudem/21-08-06-transmedia