Wednesday, 11 August 2021

Países anti agencia internacional de energía

 A China, Australia y Japón ahora se suma Noruega, a la lista de países que se oponen a las más recientes declaraciones de la Agencia Internacional de Energía, que dijo que el mundo entero debe de frenar las nuevas exploraciones en gas y petróleo para poder cumplir con las metas de reducción de bióxido de carbono, impuestas como medidas ecológicas de aquí al año 2050.

La excusa noruega gira en torno al posible desabasto que pudiera generarse en los próximos años, si la demanda para los combustibles fósiles continúa y no existe algún proveedor para satisfacerla.
La otra parte de la excusa es la más obvia. Aunque están desarrollando energías alternativas, su economía simplemente no puede a estas alturas prescindir del uso, venta y exportación del petróleo.
Por su lado, China, el actual motor económico global, acaba de eliminar los subsidios para el desarrollo de energía eólica y solar, en tiempos en que se convierte en el principal importador y refinador de petróleo del mundo. La lógica detrás de esto es que su crecimiento, desarrollo y progreso, al igual que el de la mayoría de los países emergentes que se suman a su Ruta de Seda, necesitan de muchísima energía fósil para industrializarse y convertirse en sociedades de consumo, igual que las occidentales que ahora hipócritamente los critican por buscar hacer lo mismo que ellos.
Dicho de otra forma, la realidad en el terreno es que nadie quiere realmente perder influencia en la competencia energética, ya que el arriesgarse a hacerlo puede significar una derrota fundamental en el tablero geo estratégico y político del mundo.
El caso más evidente es el de Estados Unidos, que aunque supuestamente promete convertirse en la primera potencia totalmente verde, por otro lado sigue aprovechando del fracking, exportando gas liquido, y usando el sucio carbón, con por lo menos cinco plantas todavía en operación.
No es la primer vez que esto sucede en la historia, ya que alguna vez los defensores del bronce tuvieron que luchar para persistir ante el novedoso hierro, un metal ciertamente mucho más fuerte y funcional que el primero, pero que simplemente no logró establecerse hasta que el otro acabó desgastando por completo a sus defensores.
Por eso no hay que esperar mucho de la Agencia Internacional de Energía y de sus más fervientes seguidores, ya que hace apenas unos años defendían exactamente lo contrario de lo que hoy pregonan, proponiendo la desenfrenada exploración y explotación de recursos fósiles para satisfacer sus ambiciosas demandas y las del resto del mundo.

No comments:

Post a Comment