Sunday, 31 May 2015

Bárbaros en la puerta

“Al final todos somos hombres ordinarios”

Nosotros y ellos, canción escrita por Pink Floyd

La crisis migratoria entre Europa y África es, en parte, el resultado del neomercantilismo occidental.

En este sentido, el migrante de color y religión islámica es un chivo expiatorio sutil, ya que no se resalta su malevolencia, sino la fragilidad de su cultura. Hoy como ayer, el ‘otro’ alimenta una narrativa que le sirve a la clase política para avanzar a sus encubiertas agendas.

Se hablan maravillas del Imperio Romano de antaño y, de hecho, todavía en la actualidad no hemos podido superar algunas de sus edificaciones arquitectónicas y formas de organización social. Dicho esto, es importante puntualizar que la mayoría de los pueblos con los que el Imperio interactuó fueron tildados de bárbaros, enemigos que a su vez justificaron una mayor expansión de todo lo romano.

La verdad es que estos supuestos enemigos acabaron destruyendo a Roma como consecuencia de siglos de abusos en su contra. Simplemente, si no hubiera habido tanto expansionismo, no se hubiera dado el contacto con pueblos tan diferentes al romano.

Las cosas son distintas ahora, ya que Europa no es ni la sombra de lo que fue el Imperio Romano en cuanto a su fortaleza y unificación, por lo menos en su primera etapa. Hoy EUA es el Imperio en turno, pero la forma de tratar al otro no ha cambiado mucho. En esta línea, la prisa y las maneras del Tío Sam en África y Medio Oriente son una respuesta desesperada y errónea a la creciente penetración e inversiones chinas.

El discurso orientalista se mantiene, ese que da por un hecho que la cultura occidental es superior en todo rubro a las demás del orbe. El problema es que esta visión ideológica conforma mucha de la política exterior hacia África y Medio Oriente, las fuentes principales de la migración indeseada que tienen a Europa tan ‘preocupada’.

Los medios están presentando a los migrantes bajo una óptica peyorativa, prácticamente infantilizándolos. Esta narrativa mediática se adhiere al televidente a nivel emocional, ya que se reduce a la víctima a sus ‘defectos’, que son realzados para justificar la política continental de ‘humanitarismo’. Es así que la Unión Europea (UE) no sólo se ha convertido en una unión de transferencias financieras que mantiene con vida a una periferia débil mediante transfusiones de deuda (Grecia, Portugal, Irlanda), la UE también está tomando atributos de unión de transbordos al presumir el capital moral suficiente para mover las poblaciones de migrantes de acuerdo con sus propias necesidades.

Lo que no se dice, y algo de lo que me enteré acá en Italia gracias a algunas entrevistas, es que el supuesto humanitarismo de Estado está siendo pagado con los impuestos de la ciudadanía, a la cual está dirigida la campaña mediática emotiva. Asimismo, el negocio del humanitarismo es controlado por la mafia local, la cual se encarga de ‘reabsorber’ ese dinero que el gobierno destina a cada migrante como asistencialismo.

Detrás de todo esta parafernalia humanitaria está la manipulación de los mercados laborales europeos y las fuentes de materias primas de África y Medio Oriente. Esto porque la mano de obra barata y los recursos naturales siguen siendo una urgencia para las corporaciones trasnacionales. Por eso es que Bruselas está discutiendo la posibilidad de militarizar la costa de Libia, sitio fallido por donde últimamente transitan la mayoría de los migrantes provenientes de muchas partes del continente africano.

En vez de dirigirle más odio al que llega, sería mejor analizar las causas de la migración, la cual sólo en Italia se cuadruplicó durante 2014, según la Organización Internacional para las Migraciones (IOM). Definitivamente no puede ignorarse la realidad que los propios gobiernos africanos le han creado a su gente. No obstante, no es ninguna casualidad que Libia sea el principal puerto de embarque para la incesante movilidad. El vacío de poder que dejó Muamar Gaddafi está siendo explotado por los traficantes de personas, quienes se aprovechan de la ingobernabilidad para hacer negocio. Ulteriormente, la mentada democracia que se implantó a la fuerza en Libia simplemente no floreció.

El capitalismo salvaje utiliza a algunas ONG (¿recuerda a KONY?) para suavizar su violento intervencionismo, así como en el pasado el senado romano se jactaba de conquistar territorios y poblaciones ajenos por su propio bien. Por eso no debemos permitir que esta pantalla mediática emotiva nos disuada del hecho de la permanente lucha por los corazones y las riquezas de sociedades mucho menos poderosas. Esta nueva violación postcolonial se lleva a cabo ridiculizando a la gente en los medios, para con ello facilitar el control de su destino.

Somos desplazados

“En México existen un total de 281,400 desplazados internos debido a la violencia ligada al tráfico de droga”

Centro de Vigilancia de Desplazados Internos, Ginebra, Suiza

La parálisis económica de Norteamérica, aunada a la incesante guerra y la violencia, están desplazando a grandes cantidades de población dentro de México.  

Este fenómeno es algo nuevo para nosotros, ya que la migración a la que estábamos acostumbrados era la que se iba para el norte, hacia los EUA.

Primero hay que puntualizar que esa migración literalmente se frenó debido a factores domésticos de nuestro vecino, el cual está pasando por uno de sus peores momentos en lo socioeconómico y lo geopolítico. 

El 11 de Septiembre del 2001 marcó un antes y un después para el aparato de seguridad de Washington. Los trágicos avionazos en NY legitimaron la militarización de las policías y de la frontera con México, esto de acuerdo con el guión del acto Patriota, que al parecer se quedó como más prioritario que el mismo orden constitucional. El Tío Sam cerró la parroquia debido a su incontrolable paranoia, por eso reforzó las chapas de la puertas como nunca.

Otra razón por la que nuestro vecino endureció su relación migratoria con México es su difícil situación económica, misma que viene agudizándose desde la caída del castillo de naipes financiero de 2008. Si a esto le sumamos el profundo desempleo de décadas de privatización y externalización de su industria, nos quedará claro el porqué se niega a la mano de obra barata que le proveíamos. Simplemente no se ha restablecido esa poderosa actividad económica que justificaba a más gente en su mercado laboral. 

Otra razón por la que se fortaleció la frontera fue para poder subsidiar más eficientemente esa guerra contra las drogas que hoy le peleamos (Iniciativa Mérida) como chivo expiatorio. Esta estrategia, con sus debidas acepciones, es la misma que aplica para Siria, Irak y muchos otros, pero todo facturado a nombre del terrorismo. 

De hecho no es casualidad que otras organizaciones internacionales nos comparen ya con Siria e Irak en cuanto al número de muertes. Con todo y propaganda y la telenovela mediática que busca disuadirnos, nuestro país es ya uno de los más notorios de todo el orbe en cuanto a su crisis  humanitaria. Es natural que nos duela aceptarlo, pero la única forma de trascenderlo es reconocerlo como tal para lograr romper esa disonancia cognitiva colectiva que mantenemos para refutarlo. 

Regresando a lo del estudio suizo, quiero aclarar que la organización que lo elaboró no analizó a detalle las causas exactas ni el porcentaje de responsabilidad de las mismas. El IMDC (por sus siglas en inglés) se limitó a mencionar a la amenaza perpetua del narcotráfico y al Estado mismo como culpables, ya que lo de los 43 ya le fue atribuido a quien detenta el poder político de la nación. No obstante, nuestras autoridades no sólo no han reconocido su participación en la matanza, sino que tampoco aceptan oficialmente al desplazamiento interno del que nos alerta el reporte.

Algo interesante es que el mundo entero por fin se está atreviendo a llamar las cosas por su nombre. Estamos por cumplir 10 años desde que Calderón lanzó al Ejército contra un enemigo inquebrantable, que no hace más que crecer gracias a la ingenua prohibición de algo que sigue llamando la atención por ilegal. No tocamos las leyes ni a los bancos que lavan las ganancias del narco, pero seguimos creyéndonos el cuento de que triunfaremos en esta cruzada moralista contra esos ‘malitos’ que se multiplican cada día. Ulteriormente, esta guerra no sólo provoca muerte, sino también muy graves  desplazamientos poblaciones, los cuales están provocando el sufrimiento y la transformación de la estructura social del país.

En la siguiente columna continuaré con los desplazados internos, pero desde la óptica de la desigualdad del neoliberalismo y sus privatizaciones, que en su avaricioso afán de comprarlo todo afectan las relaciones humanas y de producción de nuestra nación.

De migración y propaganda mediática

`La emergencia: migración y terrorismo´

Encabezado de periódico local de Siracusa, Sicilia, 23 de mayo de 2015

La Unión Europea está pasando por una de sus etapas más difíciles en cuanto a la migración extranjera, pero algunos medios lo han convertido en uno de los asuntos más  controversiales del momento.

De hecho, uno de los países que más ha hecho del asunto algo fundamental para su opinión pública es Italia, debido a su cercanía geográfica con África, uno de los continentes que más sufre de problemas relacionados con el movimiento y el desplazamiento de su población. Comoquiera que sea, la migración es algo que trasciende lo meramente nacional, ya que ésta trastoca a todos los miembros de la UE.

No se necesita más que abrir cualquier periódico que esté a la mano para darse cuenta de que los medios están haciendo del tema migratorio uno de los más importantes para la sociedad.

Lo triste es que algunos de ellos están resaltando ciertos elementos raciales, entremezclándolos con el terrorismo para tratar de hacer llegar su mensaje; sin embargo, al hacerlo están polarizando e inflamando más el asunto. 

Ayer me tocó analizar un periódico aquí en Sicilia, una de las regiones que más migrantes de la UE recibe mediante barcazas repletas de gente proveniente de países que atraviesan profundas crisis, lo que en algunos casos es la guerra perpetua.

Lo que no me gustó es ver en la misma página el perpetuo discurso de las fechorías de ISIS y el de  la migración, de alguna forma tratando de puntualizar que el Islam es el culpable de mucho de lo que acontece. Por ahí también venía una nota sobre una investigación fallida que se le hizo a un peregrino tunecino en Roma, el cual era sospechoso de haber perpetrado el atentado en el Museo del Bardo en la capital de Túnez, hace un par de meses. El detenido no fue encontrado culpable del asesinato de 20 personas, pero comoquiera que sea el texto  alertaba al lector –manipulándolo– para que hiciera una conexión mental específica con la migración ilegal como fenómeno.

Se le hace ver al lector que la identidad religiosa y cultural del que llega es incompatible con la europea, por lo cual es mejor no dejarle entrar, con ello evitando mayores conflictos de identidad y de adaptación a la sociedad. Lo malo es que, al presentarlo así, lo que se acaba haciendo es afectar en el camino a la población migrante que ya habita en el Viejo Continente, de la cual irremediablemente dependen, y que comoquiera ya fue estereotipada y estigmatizada por sus características raciales y sociales. Ulteriormente, esta actitud tiene un tinte etnocentrista, ya que tácitamente se reconoce que la cultura europea es intrínsecamente superior a las que se le cierra la puerta.

Lo que no se dice es que detrás de todo existe una realidad socioeconómica en el mismo continente europeo que dificulta la mayor entrada de gente al mercado laboral. Simplemente hay mucho desempleo como para permitir el influjo de otros, para competir por el poco trabajo que queda en ciertos sectores específicos, como son los servicios. De hecho, se está discutiendo en Bruselas la posibilidad de que la migración de ahora en adelante se rija por indicadores macroeconómicos –como son el PIB y la tasa de desempleo– para determinar las cuotas de personas a las que tal vez pueda permitírsele el acceso.

Si hacemos un recuento de la emigración hacia Europa, descubriremos que fue la etapa poscolonial la que más vio llegar gente de distintas partes de África, Medio Oriente y el sur de Asia. Fue gracias a todo ellos que se pudo transitar a la era de servicios, esa que le permitió a millones de europeos el poder disfrutar de una calidad de vida excepcional.

A los extranjeros se les delegaron muchos de los trabajos manuales que diversos locales ya no querían hacer, pero lo que al parecer no se previó es que tarde o temprano eso iba a modificar la propia cultura europea en el proceso.

Por otro lado, no podemos cegarnos ante la terrible situación que viven ciertos países con crisis social y política, las principales causas de la migración. Muy bueno sería tomar en cuenta decir que también existe culpabilidad occidental en casos concretos como el de Libia, el cual fue literalmente reventado por una coalición liderada por Washington en 2011. En este caso, lo que sucede es un desplazamiento poblacional, efecto natural de la falta de un Estado funcional y estable, pues fue removido a la fuerza por algunos monopolistas de los geopolítico.

En la siguiente columna continuaré con el tema migratorio, enfatizando el fenómeno del desplazamiento interno como producto de la guerra civil y el despojo que le es común al  nuevo mercantilismo que vivimos el algunas regiones del mundo.

Saturday, 30 May 2015

Los fofisanos y la estética como discurso

'Te presentamos  a los “fofisanos”, un nuevo tipo de hombre, un nuevo estilo de vida que atrae a cada vez más mujeres, marcando tendencia en la moda masculina en el mundo.'

-Roberto Barajas,  para  el sitio web Fernanda Familiar

No hay percepcion directa, existe un filtro mental para todo, ya que no somos simples espejos que reflejan lo que ven sin juicios de por medio. Para mi la belleza es la capacidad de poder ver, escuchar, tocar, oler y probar lo que sea sin distinciones.  No obstante, es posible que la estética si sea algo concreto,   que con sus lineas y contornos precisos se estimule a nuestra mente de cierta forma, seduciéndola a que dispare   emociones primigenias.  Dicho de otra manera, hay ciertas cosas y fenómenos que nos atraen más que otros, y  de aquí es donde  nos basamos para emitir juicios estéticos de acuerdo a cierta jerarquía y reglas propias.

La construcción social de la estética y  la belleza es otra cosa. Manejar estos  conceptos como 'buenas nuevas mediáticas',  presentándonos lo apropiado a seguir, es adscribirle símbolos, conceptos y significados adicionales a nuestra ya de por si condicionada percepción.  Se nos monta  otra capa de filtro, para que desarrollemos  otro 'nivel' y gama de percepciones. La intención de los medios es dirigir los juicios del lector y televidente hacia ciertos fines. Desde el punto de vista económico la persuasión estética  no es más que otra forma de segmentar  mercados, buscando peinar la masa en busca de todavía  más utilidades.

El cuerpo espartano deja de ser negocio, ya que sólo sirve  para diosificar ciertas lineas de productos. El fofisano sirve para vender estilos de vida más realistas y mucho más numerosos, esos que van más de acuerdo  con la  pésima alimentación y sedentarismo de la gente común. Se invita a los más  entrados en edad y kilos a  que regresen al paraguas del bienestar de la cultura mediática del consumo.


Es asi que de la noche a la mañana lo que antes era mal visto  ahora es presentado como aceptable por los medios, que sacan del armario a estrellas de cine apagadas y pasaditas de peso para relucirlas, arrojándolas  a la palestra con un segundo y más grueso disfraz.


La TV construye la belleza como las revistas, pero su poder es mucho mayor. Por un lado trata de convencerte de que te sientas bien  como te ves, mientras que por el  otro,  irónicamente, lanza una perpetua promoción de la peor chatarra y estilos de vida que nuestra civilización ha fabricado. Ulteriormente, la manufactura de las 'tendencias' es una arma para controlar a  nuestro cuerpo, sus emociones y sus bolsillos. Esto es lo que delinea el guión  de su ambiciosa  estrategia de mercado.

Thursday, 21 May 2015

De absolutismos y recurrentes independencias


'Un cambio siempre deja el camino abierto para el establecimiento de otros'
               -Nicolás Maquiavelo (1469-1527) escritor  italiano 


La falta de representación política y los problemas macroeconómicos han debilitado la confianza en el Estado italiano.

Esto pudiere poner en entredicho al joven proyecto nacional de apenas 150 años, el cual comoquiera que sea, perdió su ímpetu debido al sacrificio en soberanía que fue necesario para ingresar a la Unión Europea (UE).

Algo similar sucedió en el pasado, cuando una confiada Iglesia medieval olvidó sus alrededores para priorizar la propagación de su catolicismo a escala europea, ya que para el Siglo XI había surgido un serio competidor a su poder ideológico y económico en lo que hoy es Alemania. 

Este proceso tuvo dos efectos. 

El primero fue contraproducente para la causa de la Iglesia, ya que la eventual consolidación de sectarismos como el Protestantismo Luterano irremediablemente dividió al continente en creencias, economías y sociedades distintas, apuntalando la derrota Católica. El segundo efecto fue positivo para los territorios que hoy conocemos como Italia, ya que su gente aprovechó el resquicio que se abrió mientras la institución religiosa romana (hambrienta de poder) se ocupaba de asuntos geopolíticos en otras latitudes.

De este contexto surgió el periodo renacentista, que vio desarrollar poblaciones urbanas y mercantiles en poderosas ciudades-estado como Florencia, Génova, Milan, Nápoles y Venecia.

Fue durante este periodo de competencia entre ciudades y regiones donde emprendió el mecenazgo, el mercantilismo y la banca, todo patrocinado por príncipes y comerciantes, que en su actuar económico catapultaron a las colectividades que lideraban hacia la modernidad del capitalismo.

Es cierto que el polo económico de Europa se movió hacia el norte a partir del Siglo XVII, ya que fueron las sociedades protestantes las que mejor aprovecharon el naciente capitalismo. Dicho esto, la Iglesia nunca reconoció su derrota, por lo que se aferró a tratar de mantener a Italia bajo su yugo. Por eso fue tan difícil que el Estado nacional moderno cristalizara. Sólo hasta finales del Siglo XIX fue que se consolidó un país a la usanza actual, gracias a Giuseppe Garibaldi.

La renuencia a una nación e identidad comunes no solo provenía de la Iglesia, si no también de las regiones que compitieron y se enriquecieron entre si durante el Renacimiento. Evidencia de que nunca se consiguió una total homogeneidad social es la ausencia de un sentimiento nacionalista a gran escala en la actualidad. 

Asimismo, la división cultural, económica y política que existió en el interludio centralista (entre el control absoluto de la Iglesia y el Estado moderno), se mantiene todavía entre el norte (Padania) y el sur (mezzogiorno) del país. Esta simbólica frontera se sigue exacerbando, debido a la crisis económica y la perdida de influencia de Roma ante Berlin y Bruselas y su UE. De hecho, hay un partido político italiano –la Liga Norte– cuya ideología gira alrededor de la fractura definitiva de la nación en por los menos dos partes.

Perdura una tradición de disensión e insurgencia civil desde el Imperio Romano, que acostumbró a muchos a resolver sus problemas sin recurrir a una autoridad externa. En pocas palabras, los italianos han tenido que luchar por un espacio público autónomo desde antaño. 

La protesta generalizada de la educación pública del pasado 5 de mayo es vivo ejemplo de ello, ya que profesores y maestros de todo el país paralizaron su labores, supuestamente para frenar la centralización del poder educativo y la privatización de sus funciones académicas.

Nada de esto es nuevo, ya que las primeras universidades europeas, (cuna del pensamiento critico e independiente ) fueron inauguradas en ciudades como Salerno (Siglo X) y Bologna (Siglo XI). En este sentido, la suspensión de actividades académicas ha sido una arma usada desde la Edad Media, época en que la Iglesia tenia la consigna de prohibir el conocimiento ´transgresor´. 

Ulteriormente, la Roma política de ahora esta inmiscuida en los asuntos continentales como la Iglesia medieval en el pasado, instancias que han sido permisivas para una identidad popular en constante flujo.

¿Entonces, podrá acaso el pueblo italiano, otra vez, aprovechar el vació político contemporáneo – de profundos desempleo, de perdida de soberanía, de deuda pública, de excesiva corrupción, de externalizacion de la industria, y de incesante neoliberalismo– para liderar a otros europeos hacia un modelo de descentralización, en donde las regiones y las comunidades mismas sean lo más importante para los involucrados?

Wednesday, 20 May 2015

De misiones incomprendidas

‘‘Siempre obedientes y sujetos a los pies de la santa Iglesia’’

Santo Tomas de Aquino (1225-1274) teólogo y filósofo católico 

Las organizaciones no gubernamentales (ONG) contemporáneas son, en un sentido, extensiones de la cultura que las patrocina, aunque se vendan como difusoras de lo mejor que la civilización ha ideado. Es por ello que muchas veces son rechazadas por las autoridades del país en las que se establecen. 

Qué mejor que traer a la memoria la forma en cómo estas operaban en tiempos pasados, usando la comparación histórica para mejor analizar lo que hoy sucede. Las órdenes Franciscanas, Dominicas y Jesuitas de la Edad Media tardía propagaban distintas visiones del cristianismo. No obstante, éstas no se desplazaban como hordas mendicantes itinerantes, como si hacían aquellos profetas rapsódicos que, sin lealtad a patrones ni banderas, atravesaban la campiña.

Los ‘atletas de Cristo’ respondían a valores institucionales determinados por facciones particulares de la Iglesia, las cuales por lo general coincidían con el vértice papal. La monarquía electiva católica las justificó como necesarias a partir de que se dio la consolidación de la Iglesia como institución religiosa, aunada a la centralización del poder absoluto en la figura patriarcal de Pontífice. Sólo así fue posible imponer el conservadurismo organizacional sobre esa tradición monástica nomádica autónoma que proliferó durante el Oscurantismo. 

Entonces, estas ‘legiones’ cumplían, además del discurso que cada una exponía, con el objetivo ‘trascendental’ de expandir la ideología católica. Durante el proceso se incautaba nueva feligresía, la cual era seducida para abandonar sus creencias tradicionales a favor del hijo de Dios y del hombre, y con ello cimentaban las avenidas ideológicas que, gota a gota, incrementaban el poderío de la institución occidental.

En cuanto a detalles, los Franciscanos practicaban el pacifismo austero, ya que debían ser a la vez ejemplo y liderazgo para el olvidado y el oprimido, mejor reconocido por su etiqueta de pobre.

Los Dominicos estaban más orientados a clases o segmentos de la población más favorecidos y mejor colocados, por eso dependían de un discurso mucho más escolástico que el de sus colegas Franciscanos.

De los Jesuitas, ya sabemos que fue una ‘legión’ educada enciclopédicamente para competir en Europa con el naciente protestantismo, y que gracias a esa dura y bien letrada experiencia es que se pudieron encaminar hacia Latinoamérica. Éstos fueron enviados a ‘conquistar’ las mentes y los corazones de los millones de indígenas que vivían enclaustrados por la espada de la colonia española.

El trabajo de dichas órdenes no causó tanta inconformidad en su momento, ya que como sabemos, todos, con sus debidas acepciones, rendían pleitesía y respeto al mismo Dios cristiano.  Las estrategias de cada una eran distintas, pero lo que no variaba era la obligación de convertir a aquellos que por ‘desgracia’ todavía no conocían la ‘buena nueva’. Fue por ello que, aunque existieron fricciones, las mismas no hundieron su barco misionario, por lo menos mientras el Estado político no irrumpió en la escena social con su laicidad moderna.

La cosa es diferente en el mundo actual, ya que aunque no son lo mismo, las ONG patrocinadas por algunos gobiernos son también un mecanismo sutil para propagar cultura e ideología. Así como en el pasado el cristianismo fue considerado por sus atletas como el óptimo credo a seguir, hoy la democracia es proyectada como algo universal. 

Las misiones no gubernamentales de ahora podrán presumir un secularismo en el sentido tradicional del término, apuntalando la separación oficial de Iglesia y Estado. No obstante, lo que hacen éstas –en el papel de organizaciones autónomas– es sembrar ideales democráticos y liberales, como si ello fuere intrínsecamente lo mejor posible (eso sin tomar en cuenta si los fundadores son congruentes con ello). Por eso es que las ONG son percibidas con desconfianza por los jerarcas receptores, quienes se dan cuenta de la misión encubierta de los patrocinados.

Cuidado, no digo que todas las instituciones de ese tipo hagan esto, lo que digo es que en distinto grado muchas acaban incomodando al país sede, debido a la renuencia cultural, histórica y política de algunos, quienes simplemente piensan y se comportan distinto a nivel poblacional y burocrático. 

Fue exactamente a través de una red de ONG en Ucrania que Washington financió la animadversión hacia las autoridades prorrusas, algo que fue abierta y despóticamente señalado por Victoria Nuland con su famosa frase de los $5,000 millones de dólares. Esta ‘diplomática’ reconoció sin remordimiento que se patrocinaron gobiernos leales a la idiosincrasia estadounidense a través de las organizaciones no gubernamentales. Por eso no hay que sorprenderse, pues, del confuso desenlace en Kiev y sus alrededores territoriales frente a esta lucha hegemónica entre distintas visiones del mundo.

Vladimir Putin y XI Jinping, de China, entre otros mandatarios, han actuado directamente para erradicar a muchas de las ONG, que como explico, estimado lector, han sido acusadas de ser sucursales occidentales infiltradas en aquellas latitudes.  

Por eso le recomiendo que analice no sólo las hojas y las ramas del árbol que se planta en otros lados, sino también las raíces y el sedimento que lo sostiene para descubrir lo que realmente motiva a este tipo de organismos.

Sunday, 17 May 2015

La verdad siempre flota

‘‘Soy mejor americano que el 99% de los de la Casa Blanca’’

Seymour Hersh (1937-) periodista estadounidense

Según un periodista de prestigio de nacionalidad estadounidense, la narrativa de la muerte de Osama Bin Laden presentada por el presidente Obama es falsa.

La historia original, comoquiera que sea, no era muy convincente, ya que no se  mostró el cuerpo del occiso y supuesto líder de Al Qaeda. Hay que recordar que, en teoría, el cuerpo se arrojó al mar, lo cual de alguna manera  era muy dudoso, ya que había que tomar en serio la palabra de esos `expertos´ que fabrican mitos y leyendas.

Fue en 2003 cuando la supuesta amenaza de las armas de destrucción masiva justificó la invasión de Irak, falsa aventura que al día de hoy sigue provocando sufrimiento a una de las civilizaciones más antiguas del mundo. No sólo se comprobó que Bagdad no tenía dichas armas, si no que también se ventiló que esa estratagema fue y ha sido la excusa para legitimar la interminable serie de invasiones que tienen a Medio Oriente en llamas.

La más reciente investigación, que niega la versión oficial, corrió a cabo de Seymour Hersh, el periodista que hace algunas décadas reveló las masacres de civiles durante la Guerra de Vietnam. Él dice que Bin Laden fue capturado por los pakistaníes desde el 2006 y que a partir de esa fecha se le tenía detenido en el país, hasta que los `navy seals´ estadounidenses lo mataron a sangre fría, eso sí, durante la `táctica´ operación anunciada por el mandatario en Washington, en mayo de 2011.

Hersh nos dice que, según sus fuentes, Bin Laden no estaba armado con el rifle de asalto AK-47 que la declaración oficial anunció, así como tampoco hubo ninguna mujer que se interpuso entre los asesinos y el afamado guerrillero. Lo que el reporte que esta causando furor alrededor del mundo dice es que Osama no portaba armamento y que, no obstante, lo mataron a quemarropa. Lo curioso es que al parecer se respetó su rostro, ya que los  balazos fueron recibidos únicamente por el cuerpo, información también proporcionada por los allegados al periodista.  Posteriormente, los ‘‘seals’’ se deshicieron del cadáver, pero no en la forma en que se aseveró en los medios.

Otra actor clave en el reporte es Arabia Saudita, el cual financió el cautiverio pakistaní de Bin Laden, ya que lo menos que la monarquía de dicho país quería era que los estadounidenses lo encontrarán y, con ello, que pudieren cuestionarlo hasta el cansancio. Su miedo era que se afectasen las relaciones entre la principal potencia petrolera y el imperio ya que como sabemos, las cosas estaban color hormiga desde que se supo que los pilotos que volaron los aviones el 9/11 eran en su mayoría sauditas.

La relación entre Riad e Islamabad es natural por su afinidad religiosa, pues ambos comparten el sunismo como visión del Islam. Dicho esto, los servicios secretos americanos sospechaban que la monarquía deseara un arma nuclear desde hace mucho. Islamabad, por su lado, no quería perjudicar su relación con Washington, ya que la misma viene fortaleciéndose y financiándose desde que el general Pervez Musharraf se convirtió en el mejor aliado del Tío Sam en el sur de Asia, como valuarte regional de la guerra contra el terrorismo de Occidente.

Como podemos ver, estimado lector, las cosas siempre están mucho más politizadas de lo que se reconoce. En el caso de Osama Bin Laden, como muchos otros chivos expiatorios a través de los tiempos, habían demasiados intereses entrecruzados como para creernos el cuento de que los americanos lograron entrar sin mayor problema a un país lejano, violando en el camino la seguridad de los servicios secretos y el Ejército, todos instalados en Abbottabad, el corazón de la defensa de la nación.

Fundamental para descifrar todo este acertijo está el hecho de que Obama peleaba la reelección en 2011 cuando dio el magnánimo anuncio, mismo que representó una bocanada de oxígeno para su campaña. Casi 10 años habían transcurrido desde los ataques de las Torres Gemelas, por lo que la población  estaba mucho más que lista para el desenlace del mito Bin Laden. Por eso no hay que sorprendernos con fiascos peliculescos como el narrado. Este ha sido el hilo conductor de toda nuestra historia `civilizada´.

Thursday, 14 May 2015

Aprender a ser / Identidad y educaciòn

De boicots y lealtades oportunas

`Considero los asientos vacantes no como una demostración de fuerza, sino como símbolo de nuestra derrota´

Silvio Berlusconi (1936-) exprimer ministro italiano

La decisión de los principales líderes occidentales de boicotear el desfile militar en la Plaza Roja, donde se celebró el 70º aniversario del triunfo soviético sobre Hitler y sus nazis, evidencia el deterioro de las relaciones con Rusia.

Muy entendible fue dicho gesto, de acuerdo a la guerra propagandística que se viene librando en contra de Vladimir Putin desde que el cuasi zar subió el tono de su protesta en contra de los andares de EUA y la OTAN. Haber asistido a dicho evento hubiese mostrado cierto grado de aprobación para el líder del Kremlin.

Dicho esto, es importante también considerar que ni Washington ni Londres han reconocido la honrosa actuación del Ejercito rojo y el mismo pueblo ruso, sin los cuales hubieres sido difícil derrotar al nazismo germano. No hay más que recordar las terribles batallas de Kursk o la de Stalingrado, o el congelamiento del regimiento completo de soldados en las heladas estepas rusas para darse cuenta que, sin el apoyo de Stalin, la guerra seguramente se hubiere extendido mucho más.

Las cifras hablan por sí solas. Las estimaciones varían de acuerdo a las referencias, pero la mayoría arrojan entre 24 y 28 millones de muertos para el bando soviético.

Por el lado de los Aliados (exceptuando Polonia y China), mismos que boicotearon el desfile de la semana pasada, Francia tuvo el mayor numero de pérdidas humanas, con 550,000, seguido por Reino Unido, con 450,000, y EUA, con 420,000. 

Para  dimensionar esta cifras es fundamental saber que la Segunda Guerra Mundial fue principalmente una confrontación terrestre, la cual requirió de enormes sumas de personas para ejecutarse. Las batallas aéreas y navales palidecen en relevancia cuando se les contrasta con lo que sucedió sobre tierra. Sólo así es posible entender la astronómica cantidad de muertes soviéticas, las cuales, en un sentido, fueron sacrificadas para salvar a la madre Rusia.

De ninguna manera trato de demeritar heroicas intervenciones como la Batalla de Bretaña o el desembarco estadounidense en Normandía. Lo único que hago es enfatizar el consenso de muchísimos historiadores, entre ellos occidentales, en cuanto al determinante papel jugado por la URSS en aquella conflagración mundial. Apenas ayer leía en el Washington Post y el Independent de Inglaterra sobre cómo los soviéticos literalmente derrotaron a Berlín por sí solos.

En cuanto a la geopolítica contemporánea, el desfile del 9 de mayo marcó un parteaguas, ya que los asientos vacíos fueron ocupados por dos piezas clave del  rompecabezas del poder. Sentado a la derecha de Putin estaba el premier chino Xi Jinping, asistencia que corroboró los recientes acercamientos y lealtades entre ambos gigantes Eurasiáticos. A la izquierda de Putin se sentó Nursultan Nazarbaev, líder de Kazajistán, quien ha sido  fiel a Moscú desde el colapso del comunismo. De hecho, fue la figura presidencial kazaka una de las más influyentes en la creación de la Comunidad de Estados Independientes, compuesta por 10 de las 15 exrepúblicas soviéticas. Además, Nazarbaev participó en la fundación de la Unión Económica Eurasiática, por lo que hoy es referido por Putin como el `padre´ de esta Unión.

Protocolo aparte, el indicador más significativo de que la estrategia bélica ha cambiado fue la armada china navegando junto a la flota rusa del mar Negro. En esa línea, el Ejército chino marchó a lado del ruso en la Plaza Roja. En pocas palabras, Beijing y Moscú están dispuestos a unir fuerzas para defenderse de quien sea.

A través de los tiempos los jefes de clanes, tribus, ciudades o naciones han buscado aliarse con quien sirva sus interés de acuerdo a la conveniencia del momento. Por eso es que Rusia fue aliado de Occidente mientras Hitler estaba vivo, así como ahora es permisible que Israel se alíe con Arabia Saudita en contra del fantasma chiíta iraní.  Para predecir las alianzas que surgirán sólo hay que observar la guerra mediática y su proyección de demonios civilizatorios provisionales.

Tuesday, 12 May 2015

La mancha voraz

‘‘El reino de la libertad se encoge ante la terrible lógica del capital’’

David Harvey (1935- ) teórico social británico 

El capitalismo neoliberal es la fuerza social más avasalladora que el hombre ha desatado, ya que pone en entredicho la gobernabilidad de cada vez más culturas alrededor del mundo.

El capitalismo acumula y redistribuye el capital, prácticas que se facilitan dentro de contextos urbanos, ya que favorecen la concentración de los recursos y la información, así como la centralización del poder y las técnicas para incrementar las ganancias.

Y aunque en el pasado existió una forma incipiente de capitalismo mercantil, no fue realmente hasta que nos terminamos de acomodar entre edificios que se consolidó la economía que hoy nos da significado. 

El Estado y la religión organizada presumen su influencia sobre el desplazamiento del capital, pero no logran dar alcance al sistema que endiosó al dinero sobre las demás virtudes colectivas. Su magia reside en cómo mesmeriza a los individuos y las colectividades por igual, haciéndoles creer que el dinero –la herramienta de control que más ha penetrado el cascarón de identidad del hombre– puede realmente llenar todos los vacíos existenciales del ser.

El neoliberalismo es el disfraz ideológico del capitalismo contemporáneo, que animado por su consumismo adictivo mantiene bien lubricado el interés de la gente. Estatus y movilidad social son sus promesas, comodidades que por siglos estuvieron disponibles sólo para la nobleza. Se nos dice que podemos ascender en lo social si adquirimos esos bienes y servicios que le son característicos a los nuevos héroes de la pantalla; las celebridades.

Según el clero de la mercadotecnia, no es necesario ser aristócrata para conectarse con los discursos  estéticos más refinados, ya que el consumo es revestido de emotividad para personalizar la experiencia y desarrollar el buen gusto. Lo que no se nos dice es que para integrarnos a esta vanguardia tenemos que duplicar o triplicar nuestra carga de trabajo, o en su defecto, someternos a la ‘fuentes’ de crédito para  canjear nuestra libertad por esa deuda perpetua que conduce al estilo de vida tan añorado.

El templo principal de esta nueva religión es la banca, la cual se aprovecha de nuestros deseos y necesidades para enriquecerse, y de paso  engrasar al resto de la maquinaria capitalista. Es tan potente que incluso ha conseguido sobreponerse a los gobiernos y a la comunidad que protegía. Es gracias a su inmenso capital que la bolsa doblegó a la democracia y las regulaciones del Estado. En cuanto a la identidad, el capital nos sedujo con fantasías de felicidad individual para arrebatarnos el sentido de pertenencia y el patriotismo.

La tecnología de la información catapultó al capitalismo, ya que gracias a ella logró brincarse las barreras geográficas y contextuales que lo limitaban a lo inmediato. Eso que llamamos globalización es en un sentido el recuento del paso del tsunami del mercurio capitalista. Este metal líquido absorbe  voluntades y empareja los gustos, ya que se apoya en la TV y su incisiva publicidad para masificarse. Juntos han logrado estandarizar la vida como ninguna otra creencia humana.

Con la computadora, el dinero se convirtió en meros dígitos, curioso trayecto de un mecanismo de intercambio que alguna vez valía por el peso de la piedra o el  metal en que se acuñaba. Es gracias a esto que el dinero digital puede navegar, especular y conquistar todos los confines del planeta.

El aceleramiento de los procesos socioeconómicos y culturales del capitalismo neoliberal nos hizo entes hiper competitivos. Es así que entre tanta rivalidad olvidamos a la comunidad que nos sostuvo por milenios, la cual está siendo arrasada por una de las maneras más jerarquizantes de todos los tiempos.   
La homogeneización y la estandarización han tenido efectos secundarios, esos chivos expiatorios llamados ‘‘pobres’’, quienes son postulados como amenazas al gozo materialista. 
La furia capitalista extiende cada vez más su mancha, succionando y despojando a la periferia endeudada, forzando a los que allí habitan a emigrar hacia los centros urbanos. De ahí emana la carne de cañón que mantiene bien alimentado el fuego de la bestia. 

El capitalismo neoliberal ha transformado ya el relieve de prioridades éticas y políticas de Occidente a un grado superlativo. Es así que las infracciones legales y los pecados religiosos han cedido en definitiva su lugar a las  culpas del deudor y sus penalidades correspondientes, convirtiendo a nuestra cultura en una apresurada y utilitaria. 

Habrá que ver como le termina de ir al emergente poderío del Estado fuerte asiático cuando digiera al neoliberalismo. Bancos poderosos ya existen, sólo falta acabar de hipnotizar a sus astronómicas poblaciones para coronar a las finanzas y sus deudas como ya hicimos nosotros.

Sunday, 10 May 2015

De alimentación y ciclos naturales



‘‘Cuando pierdes contacto contigo mismo, te pierdes en el mundo’’

Proverbio tibetano

La alimentación, como muchas otras funciones del cuerpo, es un sistema rutinario del cual dependemos para la vida. De eso no podremos escapar mientras compartamos esta tierra, pero lo que si podemos evitar es consumir comida procesada y modificada. 

Una de las industrias más perjudiciales es la de los alimentos, ya que las máquinas y sus químicos nos enferman.

Un día común se organiza de forma lineal, pero cuando hacemos mucho caso al tiempo cronológico –ese que habita nuestras mente de forma psicológica– le proyectamos patrones similares a todo lo que percibimos. Por eso vivir así es encarcelarse detrás de prisas lineales que nos distraen de una naturaleza  cíclica y recurrente.

Por eso te recomiendo primero que nada que comas despacio, poniendo atención a cada mordida. Después te invito a que te des la oportunidad de ver la alimentación no sólo como nutrición –con sus fórmulas de proteínas, carbohidratos y grasas– sino como una práctica con la que nos reconocemos como uno con la naturaleza. 

Eso que comemos se vuelve metafóricamente un hámster, que al desplazarse por tus órganos los va activando, energizándolos con su movimiento. Reciprocidad orgánica le llamaría, ya que lo que viene de la tierra regresa a ella, un preludio a cuenta gotas del desapego existencial al que irremediablemente nos enfrentaremos.

Para entender esto pudiéramos verlo a la inversa, cuando consumimos cosas demasiado densas y procesadas.  La carne tarda mucho más en abandonar tu cuerpo que otros alimentos, esos que entran y salen sin dejar rastro como un buen arbitro de futbol. Nos han engañado al pensar que es mejor comer éste y otro tipo de organismos musculosos y grasosos por su supuesta carga nutricional. Es así que lo que acabamos haciendo es forzar a nuestro cuerpo para digerir masas más duras y sebosas.  

No te digo que dejes de comer res o cerdo, ni siquiera por motivos veganos o religiosos, sólo te invito a que observes por ti mismo cómo este tipo de influjos cobran mucho más factura metabólica que otros. Una pera no te llenará como un pedazo de carne, obviamente, pero si te fijas detenidamente, te darás cuenta de lo poco que la fruta batalló y tardó para navegar tus cavernas. A largo plazo agradecerás el haberlo hecho, cuando vayas recolectando ese sobrante de energía que estará a tu disposición por no haberte dañado tanto.

Ahora toma consciencia de que entre más caro y codiciado el alimento, más tóxicos suele traer para preservarlo, ya que los mercados para su distribución y consumo han movido a la civilización desde antaño. Todo proceso alterado tarda mucho más en ser ‘descifrado’ por tu organismo, que no nació para funcionar intoxicado.    

Prueba todos los grupos de alimentos y su amplia gama de colores. Come granos, cereales, frutas, verduras y plantas, y si quieres también carne, pero no te estanques en lo mismo, ya que lo que se estanca dificulta la evacuación.

Consume lo que se eche a perder pronto debido a su prístina sustancia. Entre más ingiramos cosas que han sido manipuladas para alargar su vida y realzar sus cualidades, más nos someteremos a los designios de aquellos que buscan no más que dinero con lo que producen.

Una vez que te hayas acostumbrado a ver tu alimentación de esta manera podrás tener un mayor control sobre tu peso, ya que la gordura es una consecuencia no examinada de tu forma de comer.  

Para  eliminar eso que te sobra hay dos pasos. Primero hay que separar al instinto que nos obliga a   comer de los estímulos de la publicidad y sus prisas, que desde afuera nos seducen a cambio de nuestra plenitud. Después hay que sentir ese centro emocional que olvidamos detrás de la panza, aquel que acumula sentimientos atorados (inactividad y baja autoestima) debido al quejoso conformismo que sedimentamos por falta de voluntad.

La salud no es la ausencia de enfermedad, como aseguran los que nos examinan bajo el microscopio. La salud es el refrendo cíclico de la conciencia, y sólo lubricándola es como permaneceremos cerca de nuestra esencia, sin necesidad de amarres e intervenciones ajenas. La comida no `cura´, simplemente refina el balance de los ciclos naturales que interpretamos como salud.

Por eso hay que fluir todo el día como el colibrí. Es mejor estar activo en todo momento y no destinar un bloque específico de tiempo para algo llamado ejercicio. Intégrate con el movimiento que nos es propio y déjate llevar.

La liberación es entenderle a los ciclos de la naturaleza de la cual formamos parte. La naturaleza es una maestra muy sabia, sólo necesitamos alinearnos con ella sutilmente.


Correo: juanguerra@hotmail.com

JUAN CARLOS GUERRA: Licenciado en Estudios Internacionales por la UDEM, con Maestría en Sociología por la Universidad de Essex, Reino Unido. Especialista en Teoría Social y Política. Actualmente locutor y analista del programa de   radio Global-es, en la Universidad de Monterrey.


Thursday, 7 May 2015

Italia inconforme por su educación

`La escuela pública no se vende´
-Lema de protesta en la Plaza del Pueblo de Roma, Italia, 5 de mayo de 2015

La base de la democracia está en el manejo de la educación pública, ese instructivo que nos enseña a ser mejores ciudadanos.

Hace unos días me tocó reportar desde Roma sobre una protesta generalizada en relación a la educación pública italiana, la cual paralizó sus labores a escala nacional debido a la inconformidad de profesores, maestros y estudiantes de todos los niveles de aprendizaje, en relación a una reforma que está a punto de ser aprobada por el legislativo. 

La intención de la reforma gira alrededor de dos ejes fundamentales. El primero es de corte administrativo, donde se contempla reducir la plantilla de profesores y maestros. Esto equivale en meter en cintura a un sistema burocrático anquilosado, ya que los académicos de la nación son un poder en si mismos.

El Estado busca renegociar los  contratos de su plantilla educativa, como también  reducir el numero de cursos que se ofrecen, para con ello tratar de concentrar un poco más de poder en los directores y demás encargados de las escuelas y universidades. En ese sentido, uno de las metas es reducir el numero de gente que hoy se hace  cargo del conocimiento institucionalizado, de donde irónicamente surgieron los organizadores de la notoria protesta del 5 de mayo.

El otro eje de la reforma es el financiero, ya que al deuda pública italiana es profunda, y por ello se quiere rebajar la tajada que se destina al sector educativo. La paradoja es que Italia -la tercera economía de la eurozona- ya de por si gasta poco en educación, un poco menos del 5%, por lo que recortarle más la afectaría considerablemente.

Otro de los objetivos de este eje financiero es reducir el gasto para lograr cumplir con las exigencias de Bruselas, que pide a sus miembros que mantengan una disciplina fiscal sana, algo que se vuelve más difícil con el paso del tiempo y las recurrentes crisis políticas y económicas de la Unión Europea.

Un eje extra encubierto, esto según los manifestantes, tiene que ver con la centralización y la privatización de la educación, consignas que fueron externadas sin cesar por las masas de protestantes y su liderazgo durante las dos horas que duró la expresión de inconformidad en la Plaza del Pueblo.

`No al corporativismo y la reducción del financiamiento educativo´, gritaban los del grupo que tuvieron acceso al podio y el micrófono, enunciados que acompañaban a las preocupaciones de estudiantes como a la que me tocó entrevistar durante el evento.

`Es cada vez más difícil encontrar trabajo como egresado´, me dijo una chica bajo el caluroso sol de mediodía. Asimismo, no muy lejos del lugar de mi conversación se leían mantas con frases como `La educación no se reforma con arrogancia e incompetencia´, un buen ejemplo del sentir de muchos de los que se dieron cita ese día.

La protesta terminó de forma civilizada en Roma, pero sus contrapartes de Milán, Turín y Palermo no corrieron con la misma suerte. No obstante, confieso que lo que más me sorprendió fue la calidad de la organización y la cantidad de asistentes, los cuales abarrotaron una de las plazas de más insignia en esta bella ciudad.

Este álgido suceso al que asistí me recordó a lo acontecido en México hace un año, con aquello de las protestas en contra de las examinaciones que finalmente fueron repelidas por los que se aventaron a la calle en clara desaprobación. Siempre he pensado que la única constante es el cambio, y que la renuencia a aceptarlo por los sindicatos, mafias y demás grupúsculos de maestros aferrados a su posición no ha sido buena para el avance del país. Dicho eso, enfatizo que la insensibilidad también ha caracterizado a nuestros gobernantes. Y aunque para ellos parezca fácil, las cosas no se arreglan con simples plumazos y vueltas de hoja.

Las reformas a la educación y su operación debiesen ser los laboratorios mismos de la democracia, ya que es en la enseñanza y sus contornos donde se aprende a tolerar y negociar por el bien de todos. Ulteriormente, y como se observa acá en Italia, las cosas no deben subir tanto de tono, al grado de echar a perder lo poco o mucho que se ha caminado en esto de las colectividades.

Estoy tan en contra de la privatización de la educación como de la venta de los recursos naturales, no por que sea anti capitalista o anti iniciativa privada, si no por que evidencia existe de sobra de que muchas de las decisiones son tomadas por un pequeño grupo para su propio beneficio.

Ojala y pudiéramos hacer consciencia de la necesidad de definir los roles de cada quién en este experimento llamado comunidad. Si no distribuimos equitativamente las cuotas del poder, no podremos salir nunca adelante como sociedad, sea esto en México o en Italia.

Tuesday, 5 May 2015

De analogías imperiales y salvaciones fallidas

"La historia de los imperios es la historia de la miseria humana"

               -Edward Gibbon ( 1737 - 1794 ) historiador británico


Militarización, revueltas internas, dinastías en el poder, teatro electoral, politización de la religión; todas características del sistema político imperial romano, mismas que se repiten en las sociedades contemporáneas de EUA y México.

El siglo III de la historia romana marcó un declive profundo en la funcionalidad del Imperio, lo cual afectó de forma considerable a sus provincias. Para mediados de aquel siglo, el Ejército había tomado el control de la política, imposición que se escudó detrás de emperadores escogidos por las altas filas militares para con ello tratar de mantener la imagen de una gobernabilidad legislativa. 

La analogía con lo que sucede en la Norteamérica de la actualidad aplica sustancialmente. Ambos países con eje en el Río Grande tienen autoridades representativas, pero en la práctica vemos cómo la creciente militarización de la vida social afecta las decisiones sociopolíticas de manera considerable. Es así como México se ha convertido en el principal comprador de armas, lo que nos tiene ya encabezando la lista de 39 naciones latinoamericanas.  Por su lado, es cada vez más evidente que el Pentágono y sus filiales armamentistas apuntalan la política exterior del Imperio, haciendo quedar mal al –en teoría– Comandante de las Fuerzas Armadas. La mejor evidencia de esto son todas las promesas incumplidas de campaña del presidente Obama, quien para muchos es un títere de las corporaciones.

Después están las revueltas internas –símbolos de una rampante desigualdad– como las que nos asustan casi a diario de este lado de la frontera, las cuales espejean a las suscitadas de ese lado en Detroit, Ferguson, y las más recientes de Baltimore. Ambos peleamos guerras fratricidas contra los más desposeídos y los diferentes en raza, quienes carecen de una defensa tangible por no tener acceso a nada.  

Washington no mantiene un Imperio territorial como el romano, pero el neomercantilismo financiero ha convertido al sistema de deuda en una forma de control monopólico.  La casa imperial, los senadores y demás familias patricias no podían subirse a un avión privado, mucho menos cargando monedas que valían por su peso en el metal que se acuñaban. Muchos de los especuladores responsables de las crisis económico-financiera de ahora tienen el poder  de transformar su dinero –ya de por sí valorado arbitrariamente– en  dígitos canjeables en cualquier computadora. 

Otra práctica con la que nos parecemos a los EUA es en eso de consumir sin producir mucho, ya que hemos abusado de la globalización para proveernos de materias primas y productos terminados. Existe el comercio bilateral, pero cada vez más dependemos de procesos y cosas que nos son enviadas desde esos mismos países hacia donde externalizamos lo que alguna vez fabricábamos en casa.  

Y qué decir de las dinastías de poder. Por ahí andan los Clinton y los Bush de nuevo peleándose por el mando, algo muy característico de la decadente política romana. De este lado tampoco hay sorpresas. Entre Grupos Atlacomulco y demás dinosaurios, hemos concentrado el poderío en menos del 1% de la población, porcentaje que se jacta mostrando una riqueza por la cual, en muchos casos, no se trabajó para amasarla.

Para el teatro electoral no batallamos. Sólo hay que voltear a ver a la ristra de candidatos que nos hemos recetado para esta votación, la cual tiene entretenidas a las masas cual Coliseo romano. Con ello se nos disuade de las estructuras fallidas que subyacen, fracturas sistémicas de las que se nos distrae con un espectáculo mediático permanente.  

La reaparición politizada de la ´magia´ religiosa no es casualidad, ya que esta estrategia cupular suele usarse para paliar las necesidades de una mayoría olvidada. Es cierto que la pobreza de EUA no es la de México, pero eso no quita el hecho de que el fundamentalismo Republicano ha llegado para quedarse. Ya sea por moralismo o mera conveniencia, nuestros vecinos están agitando el crucifijo y la Biblia de forma aterradora.

Nuestro país perdió parte de su territorio en el siglo XIX, pero no fue hasta 1982 que la primera vacuna crediticia del FMI infiltró nuestra  soberanía financiera, dando inicio a la integración forzosa de nuestra nación como provincia del Imperio. 

Es en este sentido que hay que entender la privatización de la banca y demás recursos naturales, el Tratado de Libre Comercio, la Iniciativa Mérida y la corporatización de ambos Estados. Los dos hemos perdido el control de la política pública, presionados por una bola de oportunistas que eliminaron el régimen constitucional para tratar de salvar un barco hegemónico que, por contingencia histórica, siempre está destinado a encallar.

Sunday, 3 May 2015

La violencia engendra mas violencia

‘‘Si te acercas a la gente con violencia, así es como reaccionará’’

Nelson Mandela (1918-2013) Expresidente de Sudáfrica


México lidera ya las compras militares de Latinoamérica, claro indicador de que nuestro sistema político se ha endurecido desproporcionadamente. 

Urge analizar las causas del descontento social, para con ello hacer consciencia de lo que necesitamos para recuperar la paz y la armonía de la comunidad.

Lo primero a considerar es el ya conocido conflicto contra el narcotrafico, el cual honestamente no terminará hasta que el problema no se corte de raíz. Seguimos tratando de pelear al mismo nivel contra el enemigo, por lo que, de seguir así, no obtendremos resultados positivos.

Ya no hay que esperar a que nuestros socios norteamericanos legalicen las drogas para hacerlo nosotros. Si no intervenimos en el asunto con la licitud en la mano, terminaremos destruyendo la poca civilidad que nos queda. Ley significa ‘‘orden sutil’’, cosa muy distinta al enfrentamiento directo contra algo imparable. En esta misma línea debe combatirse el lavado de dinero, ya que sin atacar las fuentes de financiamiento no lograremos trascender nunca al narcotráfico y sus formas.

Después, está el sistema de seguridad cuasi dictatorial que se ha emplazado con nuestros impuestos, el cual no ha hecho más que impedir el crecimiento económico y la convivencia social de la nación. No podremos volar libremente con miedo y excesiva seguridad, ya que lo que traemos bien puesto es el freno de mano. 

No hay más que voltear a vernos para observar cómo se ha complicado la vida colectiva. No obstante, en esto no somos monopolio. Nuestro vecino del norte ha entrado en una etapa de parálisis, también debido a la exagerada seguridad que le provee a su gente. Muchas personas ya empiezan a sufrir por tanta obstaculización, siendo un claro ejemplo sus aeropuertos y los cada vez más comunes atrasos en sus vuelos.

El autoritarismo termina siendo insustentable, ya que se acaba burocratizando de más, paralizándolo todo en el camino. ‘‘Securititis tramititis’’ es como hay que llamar al fallido orden que nos recetamos.

Por otro lado, una de las más pauperizadas –ademas de la economía y la sociedad– es la identificación con el proyecto nacional mexicano, realidad sociocultural que seguirá desangrando si no cambiamos de fórmula. 

Agresión es negación. Hemos transformado nuestra cultura política y social en una salvacionista, la cual siempre tiene a héroes y víctimas contrapuestos en eterno combate. Es así que cuando agredimos buscando resolver algo, lo que hacemos es eludir las causas y las mismas soluciones al problema.

Y qué decir de la situación económica. Hemos priorizado nuestra relación con EUA, pero los más recientes números que emanan de su economía son desalentadores. Apenas un 0.2% creció en el último trimestre debido a causas que le son propias a un imperio en debacle, que por más que juega con las cifras, no logra estabilizar la nave. 

Pasar factura al pueblo de la represión equivale a opresión, ya que los impuestos que tendrían que estar lubricando lo público, terminan persiguiendo al que los paga.

Ha llegado la hora de discutir las alternativas, pero primero hay que aceptar que lo que estamos haciendo ya no funcionó. Punto.