Thursday 19 March 2015

De energía y deuda perpetua


´Cuando una estrella se convierte en supernova su explosión emite suficiente luz como para eclipsar al sistema entero´

-Todd Nelsen (1972) escritor estadounidense

Las razones para buscar alternativas al dólar son varias, entre ellas la utilización de la moneda de reserva como arma geoestratégica y política, la manipulación por su dueño de los mercados de metales y energéticos, más la incertidumbre que todo esto genera para los precios a gran escala.

Lo que sorprende a los detractores del dólar es la fuerza que ha tomado el billete verde recientemente, ya que se ha revaluado frente a por lo menos 11 monedas de todo el mundo, incluyendo al peso mexicano.

La causa primaria es su estatus como moneda de reserva mundial, que seduce a los especuladores en tiempos de incertidumbre generalizada como los de ahora. Los capitales golondrinos se han secado hasta cierto punto, ya que la impresión indiscriminada de dólares se ha frenado temporalmente, por lo que muchos están regresando al lugar de origen para reducir el riesgo de sus inversiones.

Por su parte las apuestas para prevenir que el oro y la plata se redistribuyan por el mundo son cada vez más inútiles, ya que es un hecho que las intensas compras euroasiáticas de estos metales son una clara señal de desconfianza hacia el sistema bancario privado que controla al Tesoro de los EUA.

La otra causa fuerte es la baja pronunciada del precio del petróleo, que incentiva a los países a sostener, y en casos incrementar, la demanda de un energético clave para sus economías. Esto por otro lado te exige mantener una reserva sustancial de dólares, ya que son el mecanismo que por lo pronto lubrican el mercado del hidrocarburo.

Lo malo de esto es que al incrementar la demanda de dólares sube la inflación, ya que le das mayor entrada a ese símbolo de deuda perpetua que termina convirtiéndote en adicto.

Sabemos que la banca depende de la deuda que emite, ya que amplifica de forma expansiva el sistema de reserva fraccionaria que originalmente crea el dinero de la nada. Esta ´transubstanciación´ financiero-religiosa es la que le permite a la Fed -institución publico-privada- imprimir ese papel en que alguna vez confió el mundo, pero que debido a que ya no se ancla en oro, ha transformado a la economía estadounidense en una neo mercantilista. Esto quiere decir que simplemente se intercambia papel por los recursos y los bienes de otros, que irremediablemente tienen que acumularlo para mantenerse con vida, dentro del sistema global de mercados que el emisor defiende hasta los dientes.

Es en contrasentido a esto que surge la noticia de que aliados clave de Washington, como son Londres, Berlín, Paris, Roma, y ahora Canberra, se sumarán a la iniciativa China a favor de la des dolarización del mundo, mediante la novedosa Banca Asiática de Inversión para la Infraestructura (AIIB).

Esta serie de actos son una clara señal de alerta para Washington, ya que metafóricamente los planetas ya se cansaron de sentir el extremo calor de una estrella expansiva. Similar a como sucede con los imperios, el sol cuenta con cierta carga de hidrogeno para emitir luz y fuego. Asimismo, el magnetismo, que en nuestra metáfora equivale a frenar la impresión de dinero (disciplina fiscal), controla los flamazos que devoran a tus vecinos cuando no son contenidos.

No hay que olvidar que el dinero es simplemente una nota promisoria, la cual originalmente fue creada para dar certeza a sistemas sociales cada vez más complejos y centralizados. El mundo acordó aceptar estas notas, con la confianza de que el astro que las emitía contaba con el hidrogeno (oro y productividad) suficiente para mantener a todos en equilibrio, pero no para calcinarlos endeudándolos de más.

La deuda pública estadounidense de 18 millones de millones de dólares es el mejor indicador de que el imperio se ha quedado sin combustible. Es por eso que depende del magnetismo y la propaganda para tratar de disuadirnos, del sacrificio que sus excesos le cuestan a todo el sistema planetario que le rodea.

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