Sunday 7 June 2015

Subsidios incorporados


"El derrocamiento de fue el golpe de estado más descarado de la historia"

George Friedman (1949- ) Director ejecutivo de STRATFOR

Nuevas revelaciones en el caso Ucrania demuestran que la manipulación Occidental del gobierno de Kiev se da por distintos frentes. No obstante, la misión geoestratégica para desestabilizar a Rusia está fracasando.

La intervención del mercado petrolero y las sanciones económicas en contra de Moscú no lograron su acometido, ya que no se tomó en cuenta la intercesión financiera de China, que salvó al rublo del ataque de los especuladores. Quien si resultó perjudicada fue la economía de Unión Europea (UE), ya que Putin respondió a las sanciones frenando el comercio con el viejo continente. Todo esto fue finalmente reconocido por el NY Times, que en una de sus recientes columnas aceptó que las sanciones no funcionaron.

Lo que tampoco ha logrado detener la caída libre del hryvnia (moneda ucraniana) es el `préstamo´ en marzo de este año por 15 mil millones de dólares del FMI, dinero que, técnicamente, iba destinado a estabilizar la situación económica.

De esto está consciente el inversor en neoliberalismo trasnacional y manipulador de divisas y de organizaciones no gubernamentales (ONG), George Soros, a quien se le interceptó correspondencia con el alto mando en Kiev. El colectivo hacker Cyberberkut reveló la forma de operar de este siniestro personaje, mismo que alguna vez financió al partido demócrata en EUA, y que además estuvo involucrado en la crisis de Kosovo de la década pasada. 

Soros quiere que la Reserva Federal inyecte más dinero, aparte del que ya entrego el FMI a Kiev. Este paladín de la `libertad´ sugiere también el envío de armas letales americanas a Kiev para que recrudezca su conflicto con Moscú. Es plausible que su inspiración provenga del presidente de la ONG National Endowment for Democracy, Carl Gershman, que en Septiembre del 2013 proclamó que Ucrania `es el premio mayor, y un importante paso interino para derrocar al Presidente ruso Vladimir Putin´.

Soros admite que las sanciones económicas contra Moscú no lograron el efecto deseado, por eso propone que la prioridad sea salvar al sistema financiero ucraniano. En esa línea le pide a la UE que asigne otros 1,000 millones de euros por año. Comoquiera que sea todo esto no será gratis, ya que a cambio de su`salvación´, las pirañas financieras le están recetando el mismo dogma de austeridad a Kiev que a Grecia, y demás economías periféricas.

Petro Poroshenko y Arseni Yatseniuk, ambos títeres occidentales impuestos a la fuerza, están respondiendo a sus amos, y hasta ahora han congelado las pensiones para los retirados, así como la manutención de los veteranos de la Segunda Guerra Mundial, los discapacitados y las víctimas de Chernobyl.

La desgracia no termina ahí, ya que este dúo acaba de firmar una nueva ley que permite que se alaben a los grupos nacionalistas ucranianos que estuvieron vinculados en el holocausto Nazi como luchadores por la`libertad´. La nueva ley honra a grupos como el Ejército Insurgente Ucraniano, que está acusado de haber asesinado a 100,000 civiles polacos durante la Segunda Guerra Mundial. En pocas palabras, el `Estado subsidiario´ de occidente está reconociendo oficialmente sus raíces y su contemporaneidad fascista.

No hay más que voltear atrás un año, al 2 de mayo, para corroborar que se ha legitimado esta dura e inhumana forma de operar. Ese día `milicias callejeras´ incendiaron el edificio de la Unión de Comercio de Odessa, que era utilizado como refugio por docenas de rusos étnicos, los cuales perdieron la vida en el siniestro.

Otro acontecimiento increíblemente surreal es el reciente nombramiento de Mikheil Saakashvili como gobernador de la provincia ucraniana de Odessa. Saakasvilli fue aquel Presidente Georgiano, amigo de George W. Bush, que en 2008 incitó a Putin a un conflicto en la región de Abjasia, lo cual resultó en una terrible invasión que dejó al país sin una provincia entera. 

Saakasvilli tuvo que migrar de los EUA para la toma de poder como burócrata ucraniano, y para lograrlo se deshizo de su nacionalidad georgiana en el camino. Este notorio político no vivía en Nueva York por gusto. Estaba exiliado ahí porque en su país penden sobre el graves acusaciones por corrupción, aunadas al oprobio moral del pueblo por haber provocado una guerra que terminó en la pérdida de Abjasia. 

En resumidas cuentas, al `filantropo´ George Soros no le importa que la Fed sea tesoro público, como tampoco el que las armas letales violen el cese al fuego Minsk II, acordado entre Berlín, París, Moscú y Kiev, en Bielorrusia. 

Por su parte, la asistente de la Secretaria de Estado de EUA, Victoria Nuland, no se ha arrepentido de haber transgredido el protocolo diplomático en, por lo menos, un par de ocasiones. Esta fue la mujer que dijo `Fuck Europe!´, mientras aclaraba (conferencia disponible en youtube) que Washington había invertido 5,000 millones de dólares, a través de sus ONG, para arrebatarle Ucrania a Rusia. La BBC publicó en febrero de este año una conversación entre esta política y el embajador estadounidense en Ucrania. `Yatsenuk es nuestro hombre´, confesó Nuland.

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