Lo primero que hay que denotar es que Oriente forja cada vez más su propio destino, gracias a su despegue económico, cultural y militar. Sin embargo hay por ahí todavía algunas naciones, como Japón, Filipinas y Vietnam, que prefieren a Washington que a Beijing, ya que eso les ayuda a reducir un poco de la presión que el gran dragón ejerce sobre ellos.
Es así que con China tendremos que ser cautelosos, ya que de su paz social y crecimiento económico depende buena parte de la estabilidad macroeconómica global. En esa línea, si Beijing decide incrementar su expansionismo y beligerancia en la región del Mar del Sur de China, esto alejará a algunos de sus más importantes socios comerciales de ASEAN. Por otro lado, habrá que ver si la diplomacia de Obama en el Sudeste Asiático surte los efectos deseados. Hay que tener en cuenta que la proximidad geográfica y similitud cultural de Tailandia, Laos, Camboya y Malasia es con China y no con los EUA.
En especifico habrá que estar pendientes de la consolidación política de Aung San Suu Kyi en Myanmar (Birmania), y si ésta acerca a esta rica nación en materias primas hacia la órbita de Washington o si Beijing hace algo para prevenirlo.
En cuanto a Asia Central hay que ver si la Unión Económica Eurasiática, liderada por Moscú, logra unir a las repúblicas exsoviéticas, con miras a fusionarlas dentro de la arquitectura geoestratégica ulterior llamada nueva Ruta de Seda, apuntalada por China. Es obvio que un año es poco tiempo para que esto se consolide. No obstante, hay acuerdos clave pendientes
por firmar en próximas fechas.
por firmar en próximas fechas.
Asia del Sur, que incluye a Afganistán, India y Paquistán entre sus miembros más grandes, será una región dominada por el seguro empoderamiento de Nueva Delhi, que gracias a su crecimiento económico y relaciones políticas más allá de sus fronteras, mantendrá a sus vecinos en alerta. Islamabad, naturalmente más cercano a Beijing, como contrapeso a Nueva Delhi, buscará establecer sus propias alianzas para mantener su sana distancia.
En particular habrá que ver si el nuevo acercamiento de la India con Japón es parte de un plan para acercarse a EUA, o si simplemente se trata de una intención de diversificar intereses en distintas latitudes del planeta. También habrá que seguir la intervención china en Medio Oriente, destacando su enemistad con una Arabia Saudita que está manipulando a Paquistán y Afganistán para disuadirlos de su relación con el dragón.
En Oceanía no se esperan grandes cambios, ya que Australia se mantendrá sin contratiempos como fiel baluarte de Occidente.
Por último y no por eso menos importante está Norteamérica, con un apresurado y beligerante EUA a la cabeza. Habrá que estar pendientes de la novedosa intención de Obama de modificar las leyes que le permiten a la ciudadanía portar armas. Para mí esto de llorar en televisión por las víctimas de los asesinatos escolares en masa no es más que una excusa mediática sentimental para recogerle todo tipo de pistolas y ametralladoras a un súperarmado pueblo. Esperemos que si dicha modificación a la ley pasa que el sobrante de armas no termine en México.
En ese sentido, habrá que seguir con mucho interés lo que acontezca en cuanto a la muy factible legalización de la marihuana a nivel nacional, tanto en Canadá, México y EUA. Esto es algo urgente, debido a que la guerra fallida contra las drogas se ha convertido en un súperanacronismo, y ciertamente un impedimento a la paz y el desarrollo de las sociedades.
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