Sunday, 31 January 2016

Obama a punto de cruzar el Rubicón


‘‘Introduciré una autorización para el uso de la fuerza militar contra ISIS que no este limitada por tiempo, geografía o recursos’’
Lindsey Graham (1955- ) Senador de los EUA
El legislativo está dispuesto a sacrificar su legítima representación para defender la hegemonía global de Washington.
La autorización para el uso de la fuerza militar (AUFM) técnicamente le otorga poderes tiránicos al ejecutivo, ya que este podrá hacer la guerra sin el consentimiento del Congreso, institución que bajo condiciones normales autoriza cualquier intervención bélica.
De hecho Obama ha venido rompiendo sus promesas pacifistas lanzando más guerras que el mismo George W. Bush, para ello se ha apoyado de la AUFM otorgada a Bush en 2001, la cual en teoría se autorizó para combatir a Al-Qaeda, grupo que en esas fechas fue propagandeado como la amenaza global del momento.
Las razones detrás de la agresiva intención de actualizar la AUFM contra el ISIS son tres. Primero que nada es darle un marco legal a la cruzada contra el ISIS, ya que Obama rompe la ley al abusar de los poderes otorgados a Bush. La segunda tiene que ver con la construcción simbólico-lingüística de un nuevo enemigo y chivo expiatorio convencional. Y aunque en la práctica Al-Qaeda e ISIS son casi lo mismo, el establishment estadounidense busca presentar ambas amenazas como distintas. Saben que algún día la historia los juzgará por sus excesos, y por eso es que manipulan el discurso político para suavizar el impacto mediático.
La tercera razón es la más importante, y tiene que ver con la urgencia de prevenir que un embalado Oriente consolide su control de los recursos energéticos y financieros del mundo. Saben que si no le ponen un alto a Putin en Medio Oriente y a Xi Jinping en el Mar de la China Meridional se aceleraría el fin del dominio planetario del Tío Sam.
Lo más increíble de la nueva AUMF, que Obama viene solicitando desde el año pasado, es que no tendría límites de ningún tipo. En esta línea, el Senador demócrata Christoper Murphy dijo que dicha autorización es ‘esencialmente una declaración de ley marcial internacional, una dramática transferencia de poder militar al Presidente, que le permitirá enviar tropas a cualquier lugar del mundo, por casi cualquier razón, con absolutamente ninguna limitación’.
Todo hace sentido, estimado lector. Ahora que Washington ha perdido su autoridad moral en Medio Oriente y el mundo, y que Putin les ha sacado ventaja en varios frentes, es que los poderes fácticos quieren sacar al César de la caja de los contrapesos, para que haga y deshaga lo que tenga que deshacer para preservar la hegemonía.
Esto incluye al territorio mismo de los EUA, el cual sabemos han puesto en riesgo debido a tanto abuso de poder. Apenas la semana pasada el Estado tuvo que responder con prontitud aniquilando un movimiento contestatario que se gestaba en Oregon. A esto hay que sumarle la novedosa pretensión de desarmar a una población que se ha venido armando desde la Guerra Civil.
La ironía de lo que sucede con nuestro vecino del norte es, que ambas intenciones, la de darle rienda suelto al ejecutivo en el mundo, y la de desarmar al pueblo, juegan una contra otra. Dicho de otra forma, el segundo enmiendo de la Constitución –que permite que la gente se arme para derrocar a un gobierno tiránico– será fundamental para frenar al gobierno tiránico que ahora se vislumbra.
Los EUA están siguiendo el mismo destino de la Roma imperial de ayer.
Financieramente ya no son una República desde 1971 que rompieron con el patrón oro, siendo la deuda soberana de más de $18 millones de millones de dólares la mejor evidencia de ello. En lo militar fue Bush quien acabó con la República, y ahora Obama el que busca estirar todavía más los limites de un imperio en decadencia.
El gobierno de Washington se ha convertido en un lobo en su afán de comerse a otros lobos. Sin embargo, los restos de esos lobos devorados han engendrado en el estomago del imperio una bacteria que ha carcomido los bacilos democráticos que ahí habitaban.

Tuesday, 26 January 2016

De abusos coloniales y creaciones agresivas

‘‘La mejor alternativa al Estado Islámico (ISIS) es un estado sunita independiente’’ 

John Bolton (1948- ) Diplomático estadounidense

EUA y Turquía han iniciado la invasión terrestre del norte iraquí y el noreste sirio, con miras a crear el Sunnistan, territorio que en teoría realzará su influencia en Medio Oriente.

La misión de las tropas ‘especiales’ de EUA en la frontera turco-siria (cerca de la ciudad de Raqqa) es establecer una base desde donde pueda cristalizarse el proyecto de nación ‘Sunnistan’, ya hecho público por algunos neoconservadores. Por su parte los turcos ya incursionaron hace algunas semanas en Mosul, enclave kurdo al norte de Irak, que irremediablemente formará parte del nuevo ‘país’ sunita.

Las justificación pública para dicho intervencionismo imperialista, que claramente rompe la ley internacional, es crear un Estado bufón para  frenar el avance de  ISIS en la región. Sus creadores aseguran que Irak y Siria han dejado de existir como naciones independientes y soberanas, por lo que deben actuar rápidamente. Otra razón secundaria es tratar de detener el flujo de migrantes hacia Europa, el cual se ha exacerbado desde que se lanzó la neocruzada.

A estas alturas, estimado lector, el mundo entero ya conoce los verdaderos motivos de la urgencia occidental por su ‘pedazo del pastel’ territorial. Primero, tomando en cuenta que el plan de derrocar a Al-Assad ha sido torpedeado por Vladimir Putin, la idea es tratar de arrebatarle al neo-zar algo del poder que ha venido  amasando desde que se metió a defender al presidente sirio.

Después están las ganancias del petróleo ilegal iraquí, del cual se han beneficiado muchos, entre ellos el gobierno turco. La destrucción de sus camiones por parte de Putin obliga a Ankara a buscar alternativas, siendo Sunnistan la mejor opción. Además, Erdogan prefiere cualquier cosa antes que un Estado nacional kurdo, por lo cual el nuevo territorio serviría a sus intereses nacionalistas. Crear un país en medio de las distintas etnias kurdas dividiría y debilitaría aún más al milenario pueblo. Por su lado Washington tiene la orgánica necesidad de mantener al petrodólar, cueste lo que cueste.

La tercera razón encubierta para el Sunnistan tiene que ver con la destrucción del Estado-Nación y el nacionalismo chiíta en Medio Oriente. En esa línea, Sunnistan será una base militar gigante y un laboratorio mercenario para lanzar nuevas aventuras imperialistas. Esto sirve a los intereses de EUA, así como los de Israel y Arabia Saudita, que desde su propia posición buscan expandirse proporcionalmente en  detrimento de lo que destruyen.

Ulteriormente el Sunnistan contiene geoestratégicamente la expansión Euroasiática de Moscú y Beijing, a la vez que bloquea la integración chiíta entre Irán, Siria, Irak y el Líbano. 

Lo más paradójico de todo este siniestro proyecto para dividir y vencer es que corona al sectarismo religioso y al discurso del terrorismo que los mismos occidentales y sus socios petroleros sauditas han prostituido. Hoy es más claro que nunca que el conflicto eterno les genera ganancias en muchos frentes, por lo que esta devastadora inercia no se detendrá.

La balcanización de Medio Oriente no está sucediendo por culpa del Islam o los supuestos pueblos ‘retrogradas’ que ahí habitan. El desmantelamiento de la región se acelera por las prisas imperialistas de algunos, que abusan del discurso humanitario para apenas barnizar la ristra de misiles y bombas que lanzan y dejan caer, con todo el peso del odio y el desprecio patriarcal.

Este ‘deporte’ de crear países como el Sunnistan ya se aplicó anteriormente en la ex-Yugoslavia.  La provincia de Kosovo le fue arrancada a Serbia, para darle gusto a esos que se creen portadores de un poder casi divino, egomanía que tristemente define el destino de millones de personas alrededor del mundo.

Sunday, 24 January 2016

La balanza virtual


‘‘...en cuanto a la riqueza, ningún ciudadano deberá ser tan rico como para comprar a otro, ni tan pobre como para venderse a sí mismo’’
Jean-Jacques Rousseau (1712-1778) filósofo francés

El conflicto entre taxistas y Uber es una radiografía de lo que le sucede a una sociedad sin reglas.
Reglas mínimas para la convivencia es lo que los sistemas politizados que habitamos necesitan, ya que entre más grande la comunidad más requiere de lineamientos para que funcione. Esta es la base del contrato social, el cual se refiere a las obligaciones que cada parte tiene con la otra de acuerdo a los objetivos que todos se han fijado en común.
Lo malo es que confundimos reglas con intervencionismo patriarcal, ya que hemos llegado a un nivel de hartazgo increíble.
Hemos privilegiado la seguridad al grado de sacrificar nuestras libertades. Por eso ya no nos asusta el que una Policía Federal, armada con alto calibre, detenga arbitrariamente a quien considera sospechoso de ser uberista. Ulteriormente, esto sí es intervencionismo patriarcal, y del más antiguo.
Necesitamos darnos cuenta de que el autoritarismo que ahora sufrimos es el efecto lógico de una sociedad que no se impone límites. Al final, cuando nadie respeta nada siempre tendrá que enfrentar la represión autoritaria.
Quién sabe cuándo fue exactamente que se nos convenció de que la mejor forma de salir adelante y progresar es dejárselo todo a la competencia desenfrenada y a los libres mercados des-regulados.
Cuidado, no propongo el socialismo, pero sí es fundamental que entendamos que proteger al medioambiente y los bienes públicos no es socialismo. Estas son piezas clave para la armonía y el buen vivir, alimento para la república que tanto presumimos.
Empresas como Uber, independientemente del buen servicio que ofrezcan, simbolizan el triunfo de la sociedad despersonalizada, esa que apenas requiere de la mínima interacción para proliferar. Si mal no recuerdo, el intercambio de cosas, favores, productos y hasta dinero alguna vez se vendió como la base de cualquier comunidad.
Es en ese sentido que los billetes –mismos que la economía posmoderna busca eliminar en pro del crédito– llevan impresos los héroes nacionales. Se suponía que en el intercambio de esas imágenes estaba la construcción simbólica de la patria y el sentido colectivo de la comunidad. En esa línea, el dinero acuñado e impreso sustituyó a los íconos religiosos del pasado, que a su vez servían funciones similares desde la perspectiva religiosa.
El hiperindividualismo es la joya de la corona del neoliberalismo, ideología económica y cultural que prioriza el interés individual sobre el comunitario. En cuanto al discurso político, el neoliberalismo se ampara en todo tipo de eufemismos (¿reformas?) y demás alteraciones lingüísticas para tratar de seducir a la comunidad de entregar sus bienes públicos. Todo para que el sector privado supuestamente le de a la gente la calidad de vida tan añorada. Eso sí, una cosa es ser iniciativa privada y echar a andar negocios y empresas. Otra muy distinta es ser un apostador aprovechado del bien común.
Esto, porque bajo la justificación de que hay quien es mucho más eficiente hemos privatizado Pemex y la banca, mientras que al nivel micro hemos permitido que las grandes corporaciones alimentarias destruyan al campesino y al abarrotero citadino.
El descontento social que actualmente sufrimos no emana de gente floja ni maligna, como muchos medios de masa lo aseveran. El enojo institucionalizado que desestabiliza a nuestra sociedad tiene causas específicas, siendo la más reciente la destrucción y venta del manglar de Tajamar, en Quintana Roo.
Por eso propongo que en vez de seguir buscando culpables mejor hagamos presencia en espacios públicos para gradualmente reconstruir el tejido social. Debemos saber qué es lo que nos corresponde, para después no sorprendernos cuando nuestros 'ilustrados' gobiernos traten de llevarnos a sus estadios privados nuevos, así como el que ahora fraguan para beneficiar a los Tigres.
Ya sabemos cuáles son las prioridades de esos que se presumen como nuestros ‘‘líderes’’. La pregunta es ¿les seguiremos creyendo o por fin reclamaremos lo nuestro?

Saturday, 23 January 2016

El termómetro de la justicia

'La armonía social es un valor no mercantil que requiere de la voluntad colectiva para realizarse' -Donald Worster (1941- )

El dilema entre Uber y los taxistas tradicionales no debiese girar únicamente alrededor del precio y la calidad de los servicios.
Sé que la gente esté molesta por la actitud de los taxistas. Empero no es momento de venganzas. Es hora de reflexionar sobre lo que nos ha llevado hasta este punto como sociedad, situación que tiene a los órganos de nuestro cuerpo colectivo luchando por la supervivencia.
La violencia que arrecia por la disputa del pasaje se debe a tres causas estructurales, lo cual como quiera que sea no eximen de culpa a quien lanza puñetazos en la calle.
La primera es la transformación de la ideología política y el sistema económico de nuestro país durante los últimos tiempos. La segunda es el uso generalizado de la tecnología como medio de interacción social.
La tercera es la corrupción institucionalizada, condimento que exacerba los efectos de las causas anteriores.
No discuto el que la idea en sí y el uso de la tecnología de punta por parte de Uber sea mejor que el sistema tradicional del taxi. Es obvio que las cosas en la era de servicios informativos que vivimos han cambiado nuestra cultura en todo sentido.
Uber conecta directamente a los choferes con la empresa matriz sin necesidad de otros intermediarios, como son los sindicatos y los inversionistas acaudalados.
Lo irónico es que en muchos casos (no es legal en todo el mundo) Uber ni siquiera respeta a los gobiernos mismos. Esto porque el sistema Uber, similar a otras empresas de la nueva era, atomizan los mercados laborales y los de consumidores (P2P –peer to peer– red entre pares), dificultando su regulación y el cobro de impuestos.
Tenemos más de 30 años de experiencia en eso de dejarle los asuntos colectivos a fuerzas económicas supuestamente autorreguladoras. Los resultados son más que evidentes. El Estado se ha despreocupado cada vez más de lo público a favor de lo privado. En esa línea, el desorden social a gran escala se debe, en parte, a que carecemos de un arbitraje político concreto. Ingenuamente creemos que menos gobierno es mejor para el progreso. Sin embargo, no es cuestión del tamaño de la burocracia, sino de la eficacia de sus regulaciones.
El que hayamos transitado a una economía de servicios informáticos no implica destruir lo que había. Debemos trascender e incluir lo que ya existe, y no permitir que la férrea competencia y la supuesta eficiencia económica organicen nuestra comunidad. No se trata de hacerse a un lado para que el mercado se encargue de las funciones de gobierno, en el proceso delegando más poder a la incertidumbre y los grandes intereses de unos mercados ya de por sí manipulados.
Las calles siempre han sido reguladas por el Estado, y de ahí emana la justificación primaria de su poder. O sea, que más allá de que el Estado sea el ente más poderoso de la sociedad –y que por eso debe mantener su monopolio sobre la ‘‘seguridad” de la comunidad– su legitimidad depende de su congruencia a la hora de establecer reglas claras para todos.
No se trata de simplemente de otorgar permisos, sino de también darles un seguimiento político. El mantener al servicio de taxis tradicionales en óptimas condiciones es una responsabilidad doble para Estado. Por un lado debe regular, mientras que por el otro debe cumplir con su función básica de representar dignamente a la ciudadanía.
En ese sentido, el dumping de rebaja de precios que Uber efectuó hace unos días, en venganza a la violencia que sufrieron, es exactamente el tipo de prácticas que deben regularse.
No nos vayamos por el interés propio de un bajo precio. ¿Qué acaso también defenderíamos al hipermercado HEB si fuese atacado por los pequeños abarroteros que por economía de escala han quedado fuera?
Veamos todo el panorama. Muchos de los millones de mexicanos inconformes alguna vez participaron de un sistema que los incluía. Entonces, ¿por qué vamos a dejar que tanto taxista se quede sin trabajo porque así lo dicta la tecnología de punta?
Esta crisis de los taxistas es una gran oportunidad para reformar al gremio y meter en cintura al sindicato. Esto a su vez ayudará a limpiar algo de la corrupción que ha viciado ese ambiente.
Démosle algo que hacer al gobierno. Sin regulaciones claras y justas no habrá convivencia pacífica.

Tuesday, 19 January 2016

La renuncia polaca

‘‘Debemos continuar nuestro camino sin ceder a la presión de la Unión Europea’’ 
Jaroslaw Kaczynski (1949-), político polaco

El gobierno de derecha polaco está desafiando a Bruselas, ya que su abierto nacionalismo e intención de controlar las cortes judiciales, el servicio público y los medios de comunicación, va en contra de la filosofía y las leyes de la unión.
El partido conservador de Ley y Justicia (PiS), euro-escéptico y de inspiración católica, accedió al poder con tres objetivos fundamentales.
El primero es tratar de recuperar algo de autonomía sobre el destino de la nación, ya que mucho del control político, así como la soberanía económica y financiera de los miembros de la Unión Europea (UE) ha pasado a manos de Bruselas y Berlín. Es en ese sentido que el Estado polaco impondrá a los jefes de radio y televisión pública, un anuncio que inmediatamente lanzó las masas a la calle en protesta.
Lo segundo tiene que ver con ideas grandilocuentes de expansión territorial e influencia cultural sobre países de Europa del Este que alguna vez formaron parte del reino y la esfera de influencia polaca, como son Lituania, Bielorrusia y Ucrania.
Lo tercero es frenar un posible entrometimiento ruso en tierras polacas, realidad con la que Varsovia ha tenido que vivir por más de 1,000 años.
En cuanto al primer punto el accionar del gobierno polaco está generando una cascada de críticas, que se centran en su autoritarismo antidemocrático. En esa línea, Bruselas está considerando sancionar a Polonia, lo cual de proceder significaría la eliminación del subsidio multimillonario que le corresponde como miembro de la UE. Por el lado político el asunto que tiene dividido a Bruselas y Varsovia son las cuotas de nuevos migrantes extra-europeos, tema que se ha agudizado desde el comienzo de la crisis de los refugiados sirios.
El gobierno polaco anterior aceptó la entrada de 7,000 migrantes. Sin embargo, el nuevo gobierno ha puesto dicho plan en la congelador, esperando con ello conseguir otras concesiones de Bruselas.
En referencia al segundo punto es pertinente decir que a través de su historia los gobiernos polacos han desarrollado dos grandes visiones geopolíticas. Una prioriza la relación e influencia cultural de Europa occidental. La otra tiene que ver con lo que Varsovia llegó a conquistar en cuanto a territorio y poder en Europa oriental. No hay que olvidar que el auge del Reino de Polonia y el Gran Ducado de Lituania se dio durante los siglos XVI, XVII y XVIII, una vez que desterraron a la orden teutónica germana.
Es obvio que el día de hoy sería imposible recuperar dicha influencia sin enardecer a Bruselas, Berlín y Moscú. No obstante, algunos en el poder están jugando con la idea para por lo menos establecer una sana distancia con la UE. En ese sentido, el gobierno polaco se ha acercado con Hungría, país que últimamente ha perdido la confianza en el proyecto europeo, y que abiertamente ha contrariado las políticas migratorias continentales.
Tan alineados están ambos gobiernos en lo de la migración que Budapest ha dicho que bloqueará cualquier intento político de eliminar los subsidios económicos polacos.
El tercer punto es realmente un intento de manipular a la OTAN para que refuerce su presencia militar en Polonia. Esto, porque Moscú no ha amenazado a Polonia ni a sus vecinos bálticos con una invasión militar o anexión territorial. Varsovia simplemente desea una reforzada presencia militar para disuadir a cualquiera de intervenir en el país. Para esos fines el gobierno conservador del PiS está negociando directamente con los mandones de la OTAN, Londres y Washington.
Alemania no está de acuerdo en otorgarle una base militar a Polonia, y por eso es que Varsovia especula con los angloamericanos. La estrategia es dividir y vencer a Berlín y Bruselas, mediante un arreglo político y militar que contrapese su influencia en los asuntos polacos.
Tanta es la urgencia de amarrarse con la OTAN que el PiS está dispuesto a permitir, a cambio de la base militar, que los ingleses le retiren los derechos a los polacos y demás migrantes intraeuropeos en el Reino Unido y el resto de la UE.
Definitivamente que la democracia en Europa ha cedido su paso al pragmatismo más cruel y cortoplacista.

Sunday, 17 January 2016

El espíritu de Santa Anna


‘‘¿Vender yo la mitad de México?’’
Antonio López de Santa Anna (1794-1876) dictador mexicano
Las semejanzas entre el sistema sociopolítico actual y el de los tiempos de Santa Anna son asombrosas.
Primero que nada está la lucha por la identidad nacional, la cual describo en las columnas anteriores –‘‘El restaurador y el enderezador de identidades’’–. Básicamente lo que vemos ahora, con eso de tratar de homogeneizar la identidad nacional (Secretaría de Cultura), para sobre ella montar al alfil católico (Francisco), se parece mucho a lo que el Estado Independiente (1821) hizo con la Iglesia Católica.
El nuevo orden independiente aprovechó la estructura religiosa católica para mantener una identidad cultural homogénea, creyendo que con eso se facilitaría el control de la población. De ahí emana la principal causa que mantiene a la institución religiosa como una de las más influyentes en Latinoamérica, a diferencia de otros países de la región, que desde el inicio se aseguraron de erradicar la magia del espacio público.
Unos años después (1824) el Estado le arrebató a la Iglesia el poder sobre la educación de la nación, mismo que mantiene hasta nuestros días. No obstante, la Iglesia ha logrado acercarse de nuevo a la educación. Es en ese sentido que presionó al PAN de Calderón para modificar el artículo 24 constitucional, con miras a reformar el artículo 3 y el 40, o sea, los cimientos del Estado laico.
Y aunque en la teoría todavía somos un Estado laico, en la práctica no está claro. Que mejor ejemplo de ello que el poder del clero mexicano en la política nacional, así como la preferencia del Estado por el Papa, sobre los demás líderes religiosos de mundo.
Otra similitud con siglos pasados es la insistencia por el autoritarismo dictatorial, que en su proceder arrasa con la gobernabilidad, el sistema de partidos y la pluralidad de opiniones. Es por eso que no hay que sorprendernos de las entradas ‘triunfales’ al poder a caballo, así como muchos otros cacicazgos regionales.
Y aunque en la teoría somos una federación que respeta las autonomías estatales, en la práctica la militarización de muchas de las funciones del gobierno han afectado el proceder del resto de las entidades del país. Nuevo León es un caso sobresaliente.
En cuanto al accionar de la figura presidencial, ésta es exaltada de forma cuasi monárquica en nuestra era por la TV, con la intención de multiplicar su presencia entre la multitud
de televidentes.
La solidez e integridad de la nación está muy en duda, no sólo porque la cruenta guerra contra las drogas la ha debilitado, si no porque también la soberanía se ha entregado desde que hicimos del neoliberalismo nuestro compañero de cama.
En esta línea, y similar a como el liberalismo clásico jugó un papel fundamental en el México independiente, lo que tenemos hoy es una profunda dependencia en inversión extranjera y deudas astronómicas, que nos sirven para perpetuar el mito del crecimiento.
Nuestro sometimiento depende de los dólares que hemos intercambiado por recursos naturales, y por eso es que no necesitan ocuparnos como hicieron en el pasado. No obstante, el poder que las corporaciones trasnacionales tienen sobre nuestro territorio es apabullante.
Ulteriormente la ruina económica, el desorden sociocultural y la ausencia de un proyecto nacional es producto de muchos factores, pero ciertamente uno de ellos es la lucha de poder entre una burocracia cada vez más abultada e inútil.

Thursday, 14 January 2016

El enderezador de identidades

‘‘El más hábil es arrastrado por el más débil y aburrido, quien necesariamente establece la norma, ya que no puede elevarse, mientras que el otro sí puede caer’’
James George Frazer (1854-1941) antropólogo escocés

La pesquisa del “Chapo” representa el triunfo del bien sobre el mal, por lo menos desde la mitología de la guerra contra las drogas.
Ulteriormente, lo que el Estado busca es reposicionar al Presidente como la figura central de la identidad política de la nación. El Ejecutivo debe parecer lo suficientemente fuerte y capaz ante la ciudadanía, para tratar de apaciguar el descontento que por distintos motivos ha desestabilizado la gobernabilidad. Aparte de esto está la obvia urgencia por capturar a alguien tan popular como “El Chapo”, que hace quedar mal a los líderes oficiales por sus cualidades empresariales efectivas, aunque ilícitas.
Esta práctica, de empoderar al líder desde lo propagandístico, es tan antigua como la civilización. De hecho, pudiera aseverarse que la leyenda de Gilgamesh (Mesopotamia, 2,700 a.C.) fue uno de los primeros intentos profesionales de seducir al pueblo, utilizando relatos donde se agiganta la figura del monarca, quien enfrenta y vence a su némesis.
Dichos relatos suelen presentar batallas heroicas entre buenos y malos, siendo estos últimos los chivos expiatorios, que deben ser sacrificados para darle continuidad y orden a la colectividad.
El enemigo tiene una cara doble, por un lado cumple con la función antropológica de unir al grupo bajo un fin común. “Nos identificamos como similares a diferencia de aquellos”. Y por el lado político, tiene la finalidad de encumbrar al líder del grupo que representa nuestra identidad.
Éste se encargará de lanzar la batalla contra el enemigo en cuestión, ese que pone en entredicho nuestra supervivencia. Esto fortalece al líder en ambos sentidos, en la homologación del grupo, y en el refrendo de su poder al frente del mismo.
En este sentido “El Chapo” no es más que un actor. “Bandidos” como él conforman la narrativa novelada que se le presenta al pueblo como política pública, y tristemente como significación cultural. Se creyó que con esto técnicamente solventaríamos, o por lo menos reprimiríamos psicológicamente, la imperante crisis estructural e institucional de la nación. Se nos unió como pueblo “cruzado” bajo la bandera del bien, en contra de aquellos que “sacrifican” nuestro presente y nos roban el futuro.
Lo más interesante de todo este espectáculo es que fue coordinado con la algarabía y propaganda que se está generando previo a la visita del papa Francisco. La razón es también histórica. En la columna anterior le platique sobre cómo algunos políticos utilizan la religión para reconstruir la base de la identidad cultural de las naciones.
En esta línea, la telenovela de la captura del “Chapo” tiene la función de tratar de reforzar la punta de la pirámide de la identidad política. En síntesis, identidad cultural e identidad política suman la identidad nacional, esa que bajo condiciones normales debiese construirse gradualmente, educando y ofreciendo trabajo digno para lograr la movilidad social tan añorada.
En el ajedrez dicha movida se llama “enroque”, donde la torre rompe con urgencia su protocolo natural para proteger al desvalido rey. Cabe destacar que el enroque es la única ocasión en donde se hacen dos movimientos a la vez, así como la coordinación propagandística de lo del “Chapo” y lo del Papa.
Irónicamente, al Papa le tocará darle el “visto bueno” a un líder empantanado.
Sin embargo, en un país donde la gente todavía se refiere a sus representantes como “nuestro señor gobernador”, todo este circo será visto y reportado como un evento cualquiera.

Tuesday, 12 January 2016

El restaurador de identidades

‘‘Cuando la moral es suficiente, la ley es innecesaria; cuando la moral es insuficiente la ley es inejecutable’’, Emile Durkheim (1858-1917) sociólogo francés

La visita del Papa será, desde lo político, la 'coronación' de una serie de intentos para darnos una identidad colectiva que funcione, una que logre prevenir el caos social.
El retorno del elemento religioso al espacio público realmente empezó desde Carlos Salinas de Gortari, cuando éste restauró la personalidad jurídica a la Iglesia Católica. Dicha personalidad jurídica es simplemente, desde lo legal, un artificio para autorizar a quien sea lo que puede hacer o decir en la calle.
Como sabemos la relación Iglesia-Estado ha sido una históricamente compleja.
En teoría vivimos en una República, donde debería ser ilegal que ciertos cultos y creencias predominen sobre otros, eventualmente controlando las variables fundamentales de la sociedad.
No obstante CSG le abrió la posibilidad a la Iglesia Católica para que recuperara la influencia extraviada desde siglos anteriores. O sea, CSG intentó barnizar su versión del neoliberalismo con tintes religiosos como amortiguador a la sistemática privatización de la vida social.
El gobierno de oposición panista foxista siguió con el guión religioso y conservador implementado por el PRI. Esto porque al Estado, independientemente de partidos, siempre le conviene tener cerca a los expertos en cuestiones de identidad, como son las religiones.
Con Calderón la relación no hizo mas que profundizarse. De hecho, el país sufrió un brusco giro hacia la derecha, con eso de la síntesis entre la guerra contra las drogas y el conservadurismo religioso. Primero que nada el PAN actuó por la inercia que ya traía el Estado desde CSG. A esto hay que añadirle el elemento ideológico del mismo PAN, partido que sabemos es de inspiración demócrata-cristiana.
Bajo Enrique Peña Nieto se modificó el articulo 24 constitucional, ese que prohibía a cualquier culto ejercer sus creencias en la calle. Dicha modificación fue después implementada a nivel estatal por la mayoría de los estados de la república, con lo cual finalmente se consiguió el objetivo deseado. Se le devolvió el poder a todos los cultos, técnicamente desde lo legal, para que otra vez pudiesen llevar sus ideales a la calle.
La modificación se vendió como pluralista, dado que son todos los cultos, y no nada más el católico, los que en teoría pueden aprovechar dicha apertura constitucional.
Sin embargo, es determinante ver cómo en la practica es sólo el culto católico el que es privilegiado por el Estado. Esto puede corroborarse con la reciente y férrea intención de traer, otra vez, al líder político y moral de la Iglesia Católica a México.
A esto habría que sumarle el poderío real de dicha institución, para aclarar que no todos los cultos pueden competir efectivamente contra el dominio multidimensional de la Iglesia.
Pero eso es otro tema. La clave es seguirle la pista al Estado, que como digo, claramente beneficia a la institución Católica.
La razón principal, además de los intereses ya existentes por siglos, es la urgencia de nuestro Estado federal por darnos una identidad exprés, ante la debacle socioeconómica y política de la nación. Por eso es que Enrique Peña Nieto continua con el mismo guión de gobiernos anteriores.
Tan urgente es la identidad, como pegamento social, que el Estado ha sido capaz de destruir al Estado laico para tratar de regresarnos a la magia como sociedad. Esto con el simple afán de centralizar y estandarizar todas las diferencias y creencias bajo un par de directrices, ciertamente autoritarias.
En esa línea va la dichosa Secretearía de Cultura con la cual eliminarán la autonomía de Conaculta, con la intención ulterior de fusionar todas nuestras diferencias milenarias en una sola visión supuestamente ‘moderna’.
No es casualidad que este proceso se ha acelerado durante el neoliberalismo.
Los arquitectos de dicho sistema saben que deben vender otro tipo de identidades, ya que el consumismo plástico de eternas deudas deshumaniza y despersonaliza a las sociedades al grado del desprecio comunitario.
El Papa viene a tratar de restaurar la base de la pirámide de la identidad mexicana, su columna vertebral, que se ha desgastado por interminable guerra, la corrupción, la pobreza y la mentira institucionalizada.
En la siguiente columna le diré como al mismo tiempo los de arriba buscan forzar el pico de la pirámide. Su obsesión es amarrar este bolso de identidades en una sola, ingenuamente creyendo que la confusión colectiva puede transformarse en orden unitario. Creen que es posible lograrlo desde arriba, sin necesidad de hacer los ajustes estructurales, que saben son necesarios, pero que por negligencia burocrática prefieren ignorar.

Sunday, 10 January 2016

Ping pong de espectáculos

‘‘El Papa traerá paz y tranquilidad a México’’
Miguel Ángel Osorio Chong (1964-) secretario de Gobernación de México

La recaptura del ‘‘Chapo’’ Guzmán y la visita del Papa son fenómenos mediáticos y populistas, utilizados por el gobierno para apaciguar a la población, ante una fantasía macroeconómica que no se acomoda con la realidad.
Dólar a $18 pesos, precio del petróleo por los suelos, efectos de reformas estructurales que no llegan, desprestigio internacional. Definitivamente que el pueblo no comparte el optimismo de nuestros gobernantes. No obstante, Videgaray logra hacer algo de sentido cuando dice que la súbita devaluación es sistémica, y pone como ejemplo las devaluaciones similares en otros países.
Comoquiera que sea, esto no lo exime a él ni al resto del gobierno de muchas de esas otras variables cubiertas de retórica y demagogia, las cuales simplemente no están dando los resultados prometidos. Es por eso que, hoy como siempre hay que abrir los ojos para percatarnos de la mentira institucional en la que hemos convertido a nuestra cultura política.
Boquetes en la bañera se ven por todas partes, tanto en el campo como en las ciudades. Los campesinos molestos porque se les arrebata su forma de vida, mientras que la población urbana se queja de la excesiva corrupción y los rampantes impuestos.
Por eso no hay que sorprenderse de que los políticos se arrepientan de sus promesas para engañar abiertamente. El ciclo político mexicano es uno vicioso, afectando tanto a lo federal como a lo estatal y lo municipal.
La credibilidad del Estado se ha venido abajo, y esto ya no es nada más de partidos. Es así que, detrás de los resultados económicos (cuando los hay) de los lengüetazos propagandísticos en TV (como la novela del ‘‘Chapo’’), lo que impera en el México contemporáneo es el miedo. De miedo, está lleno ese hueco social que dejó la confianza al esfumarse.
Dicho todo esto, es importante también considerar que una buena parte de la crisis tiene que ver con el sistema de interminables deudas del cual dependemos, mismo que irónicamente se está colapsando frente a nuestros ojos.
Culpar directamente a los EUA de nuestros problemas es algo del siglo pasado. Esto porque el día de hoy los responsables de muchos de los problemas del mundo no presumen identidades nacionales. Estos han enterrado lo que alguna vez les dio identidad para intercambiarlo por simple dinero y especulación.
Específicamente me refiero a la pandilla de abusivos apostadores que comprenden lo que entendemos como Wall Street. Irónicamente, el derrumbe de la bolsa de ésta semana nos recuerda lo atados que estamos como país, a lo que un puñado de ‘especialistas’ considera como destino apropiado para todos.
Simplemente debemos aceptar que mucho de lo que nos sucede tiene que ver con la concentración del poder en las decisiones financieras corporativas. Si usted se pregunta, estimado lector, porque la deuda no deja de incrementarse sólo observe a su alrededor.
México y muchos otros países tienen su soberanía limitada a lo que la mafia del dinero dispone. Dólar, petróleo, drogas, lavado de dinero, y las telenovelas del ‘‘Chapo’’ Guzmán y la visita
del Papa.
Al final todo parte de un espectáculo masivo, con el que aquellos que juran defendernos tratan de manipularnos, otra vez, para creer en su juego de interminables mentiras.

Saturday, 9 January 2016

Geopolítica global 2016, segunda parte

Lo primero que hay que denotar es que Oriente forja cada vez más su propio destino, gracias a su despegue económico, cultural y militar. Sin embargo hay por ahí todavía algunas naciones, como Japón, Filipinas y Vietnam, que prefieren a Washington que a Beijing, ya que eso les ayuda a reducir un poco de la presión que el gran dragón ejerce sobre ellos.
Es así que con China tendremos que ser cautelosos, ya que de su paz social y crecimiento económico depende buena parte de la estabilidad macroeconómica global. En esa línea, si Beijing decide incrementar su expansionismo y beligerancia en la región del Mar del Sur de China, esto alejará a algunos de sus más importantes socios comerciales de ASEAN. Por otro lado, habrá que ver si la diplomacia de Obama en el Sudeste Asiático surte los efectos deseados. Hay que tener en cuenta que la proximidad geográfica y similitud cultural de Tailandia, Laos, Camboya y Malasia es con China y no con los EUA.
En especifico habrá que estar pendientes de la consolidación política de Aung San Suu Kyi en Myanmar (Birmania), y si ésta acerca a esta rica nación en materias primas hacia la órbita de Washington o si Beijing hace algo para prevenirlo.
En cuanto a Asia Central hay que ver si la Unión Económica Eurasiática, liderada por Moscú, logra unir a las repúblicas exsoviéticas, con miras a fusionarlas dentro de la arquitectura geoestratégica ulterior llamada nueva Ruta de Seda, apuntalada por China. Es obvio que un año es poco tiempo para que esto se consolide. No obstante, hay acuerdos clave pendientes
por firmar en próximas fechas.
Asia del Sur, que incluye a Afganistán, India y Paquistán entre sus miembros más grandes, será una región dominada por el seguro empoderamiento de Nueva Delhi, que gracias a su crecimiento económico y relaciones políticas más allá de sus fronteras, mantendrá a sus vecinos en alerta. Islamabad, naturalmente más cercano a Beijing, como contrapeso a Nueva Delhi, buscará establecer sus propias alianzas para mantener su sana distancia.
En particular habrá que ver si el nuevo acercamiento de la India con Japón es parte de un plan para acercarse a EUA, o si simplemente se trata de una intención de diversificar intereses en distintas latitudes del planeta. También habrá que seguir la intervención china en Medio Oriente, destacando su enemistad con una Arabia Saudita que está manipulando a Paquistán y Afganistán para disuadirlos de su relación con el dragón.
En Oceanía no se esperan grandes cambios, ya que Australia se mantendrá sin contratiempos como fiel baluarte de Occidente.
Por último y no por eso menos importante está Norteamérica, con un apresurado y beligerante EUA a la cabeza. Habrá que estar pendientes de la novedosa intención de Obama de modificar las leyes que le permiten a la ciudadanía portar armas. Para mí esto de llorar en televisión por las víctimas de los asesinatos escolares en masa no es más que una excusa mediática sentimental para recogerle todo tipo de pistolas y ametralladoras a un súperarmado pueblo. Esperemos que si dicha modificación a la ley pasa que el sobrante de armas no termine en México.
En ese sentido, habrá que seguir con mucho interés lo que acontezca en cuanto a la muy factible legalización de la marihuana a nivel nacional, tanto en Canadá, México y EUA. Esto es algo urgente, debido a que la guerra fallida contra las drogas se ha convertido en un súperanacronismo, y ciertamente un impedimento a la paz y el desarrollo de las sociedades.

Tuesday, 5 January 2016

Geopolítica para el 2016


2016 será un año en que las piezas del tablero geopolítico se acomodarán de acuerdo a los cambios de poder del año pasado.
El dilema y conflicto fundamental seguirá siendo Siria, el ‘tapón’ que mantiene la relativa paz del mundo. Es así como China, Rusia e Irán seguirán luchando del lado de Assad para evitar ser tragados por el poderío del petrodólar americano.
Del otro lado estará Occidente y los árabes y turcos sunitas, todos aferrados al orden mundial actual. En pocas palabras, esta lucha por la hegemonía del mundo pudiera desencadenar la Tercera Guerra Mundial.
Otra región que será interesante observar es Sudamérica. Primero que nada está el reciente triunfo de Mauricio Macri en Argentina, el cual pudiera significar un cuestionamiento serio a la izquierda política que lleva ya tiempo marcando los destinos del subcontinente.
No hay que olvidar que las principales potencias de la región, en cuanto a geografía, recursos naturales y ciertamente política exterior (Brasil, Ecuador, Bolivia, Perú, Venezuela y la misma Argentina) se han liberado hasta cierto punto del imperio americano. China y la misma organización Brics han llenado el vacío de poder estadounidense, comprando las materias primas que abundan, a la vez que facilitan los créditos para aprovechar la bonanza. Dicho de una forma, el fin de la Doctrina Monroe en Sudamérica tuvo mucho que ver con su despegue económico, gracias al boom de materias primas (commodities), la principal razón de peso que les permitió a muchas naciones irse hacia la izquierda para cuestionar a EUA.
Con todo y esta nueva realidad regional, la banca trasnacional y su maquinaria endeudadora se mantiene operando en la región. Por ahí dicen que Macri tomó el poder sólo como una imagen, con la prioridad de hacer el trabajo sucio para la banca, que en esta ocasión quiere egresar a la Argentina al ‘flujo’ de sus créditos y estratagemas financieristas.
No olvidemos que la consigna de ambos Kirchner fue de romper con las finanzas trasnacionales. En ese sentido fue que se dio el gran default en que incurrió Nestor hace ya algunos años, y que le costó la reputación al país como destino de confianza para los grandes prestamistas. Por eso es que el triunfo de la derecha en Argentina puede volver a poner en la mesa de debate el asunto de las deudas y las grandes inversiones que EUA y China tienen en Sudamérica, todo parte de su competencia por la hegemonía regional.
Habrá que ver cómo la ya prolongada crisis económica brasileña y el inesperado triunfo y repunte político de la oposición al Chavismo en Venezuela, afectan a lo financiero.
En África habrá que estar pendientes de la disputa militar, comercial, económica y diplomática entre EUA y China por las lealtades del afligido continente. Materias primas en demasía, mano de obra superbarata, y nuevos mercados son las prioridades para ambos gigantes. Es por eso que seguramente en estos frentes veremos más de lo mismo que el año pasado.
Los medios en masa nos llenarán de terror con respecto a África. Inventarán epidemias y muchos ataques ‘terroristas’ para justificar la intervención y salvación occidental, todo mientras China sigue llenando las bóvedas africanas de monedas, préstamos e inversiones. Las lealtades geopolíticas cuestan mucho dinero y paciencia. Beijing lo sabe.
Europa se dividirá aún más en todo sentido, siendo la parálisis burocrática en Bruselas y el triunfo de la Troika, los mejores síntomas del colapso del alguna vez democrático proyecto continental. A su vez, los efectos de la crisis de los migrantes terminarán por consolidar a la ultraderecha en París y algunas otras capitales. ‘Schengen’, el acuerdo de fronteras libres, será recordado como un mero apéndice de la constitución europea. Habrá que ver si París y Berlín se enemistan aún más durante todo este proceso.
El resto del análisis de los grandes rasgos de la geopolítica global del 2016 lo presentaré en la siguiente columna. Gracias.

Sunday, 3 January 2016

Monterrey en la encrucijada

Los regiomontanos tenemos que priorizar el medio ambiente y la comunidad si queremos recuperar la  calidad de vida que alguna vez tuvimos.

Evidencia del olvido de lo público abunda en la ciudad de Monterrey. Desde las gruesas e ineficientes burocracias, pasando por las  excesivas privatizaciones y desenfrenadas adquisiciones, hasta la urbanización fuera de control, la sociedad regia es una con mucha prisa. En ese sentido, una de las principales victimas de nuestra forma de vida  es el  medio ambiente, que ha sufrido la depredación correspondiente a una  sociedad que fantasea con urbanizarlo todo.

 Nos hemos convencido de que urbanizar equivale a crecer y modernizarse, pero ignoramos  los irreversibles daños  al hábitat. Ya no podemos negar que tenemos uno de los peores aires para respirar de todo el país, si no es que de toda Latinoamérica, como aseveran algunos.

 No es momento de buscar culpables individuales. La verdad es que todos nos creímos el mito de que era posible alcanzar las metas de riqueza –tan repetidas por la política y la televisión– sin arrasar con nuestro entorno en el camino.

 La ciudad de Monterrey no fue planeada para ser una urbe industrial cuando se colonizó hace más de 400 años.  La economía local de aquella época dependía básicamente de la ganadería. No fue  hasta un par de siglos después que la industrialización despego, con la lógica y  consecuente urbanización que se fue volviendo necesaria para acomodar a  una población en crecimiento.   Hoy ya no podemos seguir así, contaminándolo todo con nuestros vehículos, empresas y construcciones. Esto porque vivimos entre montañas que frenan el fluir del aire,  que bajo condiciones normales limpiaría mucho de la polución que  nos sofoca.

El Plan Nacional de Desarrollo Urbano recomienda lo siguiente: Distribución armónica de la población, integración territorial para un mejor aprovechamiento de los recursos, desarrollo equilibrado en los centros de población, accesibilidad a los servicios públicos y preservación del medio ambiente.  Aquí mejor se la dejo a usted, estimado lector, para que a consciencia haga una evaluación honesta de como va Monterrey con éstas recomendaciones.  

Seamos realistas, el problema de Monterrey es sistémico. Por eso creo que  corresponde a cada quien tomar responsabilidad de su participación individual en todo ello. Dicho de otra forma, ese torbellino de prisas y necesidades llamado capitalismo neoliberal se ha instalado permanentemente en Monterrey, lo cual curiosamente no afecta a la burocracia.  En pocas palabras, desde arriba nunca va a venir esa solución que buscamos, ya que ellos siguen contentos con el negocio que de ahí emana. Al final sabemos que la solución  esta en cada uno de nosotros.

Eso de querer imponer un nuevo impuesto para lo de la verificación vehicular es un remedio tópico, superficial, de acuerdo al problema sistémico que describo.  No digo que no se necesite reducir el uso del coche. Pero considero que crear otro brazo burocrático para tratar de salvarnos desde arriba no resolverá nada.  

Los gobiernos excesivamente legalistas se vuelven  impositivos, cobrando por todo. Esto invariablemente conduce a la corrupción. Todo por que los que mandan  se  aprovechan de que la sociedad no se atreve a cambiar los hábitos que ayudarían a todos. Entre más indecisión individual y colectiva, más  dependencia   En directrices políticas.  Ulteriormente, delegarle la responsabilidad a otros de algo que nos corresponde es empoderarlos todavía  más sobre   nosotros.

De hecho lo público puede verse como una capa 'protectora' del medio ambiente, por lo que si no respetamos lo  de otros, es lógico que tampoco respetaremos al medio ambiente.

Reforestar pudiere ser un buen remedio para parar el sangrado. Sin embargo, si no hacemos consciencia de como cada uno de nosotros participa del sistema depredador,  que despersonaliza nuestras relaciones humanas en afán de competencia y dinero, no cambiará nada.  Eso sí, si no cambiamos ahora tendremos que enfrentar más tarde los efectos multiplicados de nuestros actos.

Debemos desarrollar la madurez necesaria para aceptar las consecuencias de nuestra huella urbana. De no hacerlo,  sufriremos cuando la naturaleza nos fuerce a ello.

La comunidad fluye sin prisa. La naturaleza respira si no la arrancamos de raíz, creyendo que con parchesitos verdes podremos salvarla de nuestras fantasías progresistas.

Si no sembramos virtudes no cosecharemos comunidad.