Los apoderados incomodos

‘‘La historia ha demostrado que las guerras no resultan de una sola decisión voluntariosa, sino de un cada vez más rápido proceso de estupidez’’            -Anónimo

Arabia Saudita está amenazando con enviar 150,000 hombres a Siria con la excusa del combate al terrorismo.

Dichas tropas se suman a las que el mismo Erdogan de Turquía está a punto de enviar bajo el mismo pretexto. Eso sí, tanto Ankara como Ríad no estarían actuando solos, ya que es apenas mediante la autorización de Washington que sus intervenciones se cristalizarían.

Es por eso que a estas alturas ha quedado más que claro que los EUA están alimentando con hechos la nueva Guerra Fría que supuestamente querían evitar.
Hay que recordar que la primera fue luchada principalmente a través de países subsidiarios (proxies), apoderados ya sea por Washington o Moscú. La nueva versión de la Guerra Fría no sólo abusa de mercenarios de todo tipo, sino que ahora también incorpora a países enteros, al igual que la anterior.

De entrar en acción, cualquiera de estos ejércitos, turco o saudí, pudiera provocar el inicio de una conflagración mucho mayor. Esto, porque las fuerzas leales a Assad –lideradas por Rusia e Irán– ciertamente responderían ferozmente con fuerzas propias.

Por un lado, Arabia Saudita intenta ponerle el ejemplo a los otros 34 países islámicos de corte sunita que se sumaron a su coalición ‘contra el terrorismo’. Por otro lado Ríad busca meter el acelerador para tratar de salvar a sus mercenarios que están a punto de ser aniquilados en Siria. Hace unos días las fuerzas leales a Assad, apuntaladas por Putin, lograron rodear la ciudad de Aleppo, la cual es controlada por el ISIS. De concretarse la liberación de esta importante ciudad el bando del Presidente sirio estaría muy cerca de la victoria total.

Muy preocupado está desde su propio frente el Pentágono, lo cual se empieza a ver reflejado en la gradual incursión de tropas terrestres en Siria. Es en esa línea que Obama ha autorizado la triplicación del gasto militar para 2017, estrategia que contempla reforzar la presencia en Medio Oriente, así como también la de Europa del este.

El enemigo es claramente Rusia, estimado lector, poder que ha conseguido mucho en poco tiempo. Primero que nada Putin le puso un alto a Obama en Siria. Es por eso que el hombre del ‘Premio Nobel de la Paz’ busca instaurar la ley marcial a escala global. Después está la autoridad moral que Washington ha perdido, y que Moscú sutilmente acapara. Sin embargo, el triunfo mayor tiene que ver con el control de los mercados energéticos. Apenas antier Irán decidió eliminar al dólar estadounidense de la comercialización de su petróleo. Es en este sentido que la India, Rusia y China hacen lo mismo a favor de divisas propias.

Tan confundida está la cosa en el terreno que el mismo Erdogan se aventuró a reclamarle a su patrocinador, los EUA. Esto porque Washington ha incrementado su apoyo a los kurdos de Siria, lo cual ha enemistado al líder turco. La máxima ironía es que con todo y apoyo económico y militar dichos kurdos acaban de abrir la primera oficina de representación rusa en su territorio, evento muy simbólico en cuanto a sus intereses y prioridades diplomáticas.

Por esto y muchas otras razones la tercera versión de las pláticas en Ginebra no están llegando a nada. Arabia Saudita y Turquía no quieren la paz, mientras que Rusia anhela cumplir con sus objetivos bélicos en Siria. Los EUA tampoco quieren un cese al fuego. Simplemente prefieren cualquier cosa a un triunfo absoluto de su archienemigo moscovita Vladimir Putin.