Wednesday, 27 June 2012

La Corporación y la anarquía mundial





Vivimos en una época  en la que el poder del capital privado compite peligrosamente con el poder del Estado mismo,  el cual en muchos casos  ya fue  superado. La forma de organización que el sector privado utiliza para su expansión global es el de la corporación transnacional, misma que logra corromper y debilitar a gobiernos alrededor del orbe.  Un resultado de esto es la excesiva privatización de espacios públicos, ya que el Estado  ha sucumbido en su función de ser garante de ellos, ante el poder avasallador de la corporación. Y la respuesta natural del Estado ha sido crecer en tamaño e incrementar la burocracia, en ese supuesto intento de equiparar el tablero político, con los que hasta cierto punto les indican que hacer.

Como ejemplos están las enormes sumas de dinero que lubrican las campañas políticas en México y EUA, pasando por  los sobornos de Wall Mart en el continente, hasta  los gigantes intereses e influencia que tienen las empresas mineras, petroleras, de agro-negocio y de bio-tecnología en todo el mundo. En pocas palabras,  la burocracia no ha sabido ni querido contenerles. En muchos casos no solo se ha pliado ante ellos, si no que se ha corrompido y vendido abiertamente. La política se ha convertido en un negocio para esta tacita unión de carácter neo-feudal - por el tipo de relación de lealtad y fidelidad que los convierte en oligarquías - en cual esquema nosotros estamos a su merced. Y la enorme paradoja es que nos venden una libertad de corte material que les hemos comprado con el producto de nuestro trabajo y servidumbre crediticia. Esto mientras otros países lo pagan también con la pesadilla de verse excluidos  de tierras que solo en nombre les pertenecen.

Mas aun, los profundos niveles de desempleo que se viven en el hoy no solo son producto de una demografía que alcanza siete mil millones de habitantes, si no son producto lógico de un sistema tecno-económico  que ha hecho de la eficiencia - mediante  la racionalización y la automatización de los procesos - la norma de los negocios y los mercados mundiales. La expansión del capitalismo alrededor del mundo, en regiones que no lo habían implementado de lleno como en las asiáticas,  han hecho que la estandarización de formas de trabajo y las  practicas de consumo se parezcan cada vez mas a las occidentales. Muchas corporaciones han trasladado sus negocios a lugares en donde se manufactura por una pequeña fracción de lo que cuesta en casa. Como resultado el trabajo domestico sufre, dada la ventaja competitiva que tienen países donde la mano de obra es abundante.

Es por eso que se ha hecho costumbre influir y manipular los medios de comunicación para mostrar todo menos esa realidad que subyace a la civilización occidental. La improductividad local no es culpa de la fuerza laboral, que comoquiera que sea, ha venido preparándose por mas de cien años para fabricar productos industriales que ahora se externalizan a países que lo hacen a menor costo. Entonces el surgimiento de la ultra-derecha (con su ya conocido odio y  xenofobia), mas la practica novedosa de emplazar Estados policíacos y autoritarios en Norte América y partes de Europa, no es mas que un paliativo ante la incertidumbre que vivimos. Los migrantes en Europa y EUA son atacados por ser diferentes y por ser portadores de  culturas incomprendidas, pero detrás de eso reluce una verdad que describe a personas que mantiene las industrias primarias y de algunos servicios que las poblaciones originarias mismas les han delegado para poder disfrutar de los niveles de vida que presumen.

Este contexto sirve para entender el porque muchas regiones (exceptuando posible y únicamente a África que no ha logrado articular una defensa efectiva) están siguiendo alternativas propias de desarrollo - que no excluyen totalmente a fuerzas de mercado en afán socialista -  pero que si las han atemperado para lograr sacar la cabeza del lodo en que se les tenia. Los chinos se han convertido en una amenaza para occidente, dado que su capitalismo de Estado autoritario ha funcionado por lo menos para reforzar su identidad colectiva con una economía que ofrece oportunidades reales de movilidad social similares a las occidentales. Rusia ha cerrado filas y esta buscando una unión económica (y hasta cierto punto reivindicar el acercamiento político que siempre ha existido) con las ex-republicas  soviéticas. La India y su sistema mixto aceptan consejos y critica de occidente, pero a grandes rasgos esta despertando como potencia gracias a si misma. Y que decir de Latinoamérica, en donde se practica un capitalismo mixto de Estado grande (semi-proteccionista), que ha hecho de la dependencia con EUA un anacronismo (exceptuando a Chile y Colombia).

El resultado fundamental de esto es que la arquitectura económica y financiera - legado de la época de la posguerra mundial (Bretón Woods, circa 1944) – se ha puesto en entredicho, dado que las ultimas reuniones del G20 lo han constatado abruptamente. Es por eso que los mercados globales de materias primas y de comercio han entrado a una clara etapa de anarquía, misma que en este momento es mucho mas obvia por ese cóctel multipolar que ha puesto a EUA (que buscaba dominar el crecimiento del capitalismo y la dirección de sus libres mercados) en una encrucijada.

La expansión  de la corporación, en este mundo sin claridad económica, se asemeja de forma analógica a lo que alguna vez fueron las compañías de las Indias Orientales francesa, holandesa y británica. Estas operaban técnicamente desde su base nacional, pero como ya se dijo de las corporaciones actuales, no respetaban los sistemas socio-políticos ni la cultura de los países donde hacían negocio. Las corporaciones de hoy no solo reproducen esto ultimo, si no que  tampoco se han mostrado muy patriotas al hacer pedazos el empleo remunerado en la sede que los vio nacer.

Pero una  característica fundamental de este monstruo corporativo es que tampoco ha buscado destruir completamente al Estado en su afán de poderío y dominación, ya que todavía es cierto que las visiones sociales y de servicios públicos no  están muy arriba en su lista de prioridades. El modelo de Estado-Nación  no se trasciende por el hecho de que el Estado tampoco se ha permitido quedar fuera de la jugada, y por eso ha preferido crecer en funciones, mas allá de las que un sistema liberal tradicional toleraría.

El incremento del militarismo, de la vigilancia, y de la oferta de ‘seguridad’ no solo estan creciendo  para contener levantamientos generalizados, si no que se dan en función de la relevancia, en lo que a gobernabilidad y significación  social compete, en un mundo secularizado que cada vez mas privatiza y comercializa sus formas de interacción humana. La paradoja es que no hemos podido trascender este modelo de organizarnos (que es producto del siglo  XIX) porque este feudalismo que vivimos - con el crecimiento de sus oligarquías correspondientes -  se ha globalizado. Y por eso es que los gobiernos han decidido mantenerse firmes, a la vez que se  hacen participar en una sistema económico que comoquiera que sea los beneficia, mismo que es saneado con finanzas publicas cuando  toca fondo, como lo ha venido haciendo recientemente.


La nueva religión es el consumo, y para mantener la ilusión de que esta forma de progreso puede mantenerse intacta, han recurrido de nuevo a chivo expiatorios conocidos, como  la migración y los ataques a las etnias diferentes, pero también al supuesto surgimiento del socialismo latinoamericano. A grandes rasgos, el interés privado acusa al Estado  por su tamaño e influencia, y han apoyado el desmantelamiento de sus funciones publicas y de servicios, antes  que aceptar que su  propia forma de vida comercializada no solo no es sustentable - por la escasez de los recuros naturales - si no que la misma ya no es costeable para los muchos que han hecho de la especulación y el crédito la droga cotidiana que los mantiene con esperanza de ser alguien en este mundo.

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