Thursday, 23 February 2012
Friday, 17 February 2012
Paterfamilias
Es  función del padre saber quienes son y donde se encuentran son sus hijos  para mejor establecer el orden, y en si delimitar la jurisdicción de  sus dominios. Pero el padre no esta solo.
Su dominio se  establece mejor si se alinea con otros patriarcas, héroes y demás  deidades comunitarias o nacionales. Es por eso que ese discurso es clave  para su sistema. Común en esta forma de vida es la utilización  indiscriminada de pleitesías e idolatría de estas y otras figuras –  incluyendo a los dioses mismos -  para engrandecer sus confines. El  fijar una base histórica y mítica para ello también funciona para  alargar la flecha del tiempo del lider en turno, en la búsqueda de nuestro sutil  sometimiento a este mandato de forma permanente y eterna.  En pocas  palabras, la espacio-temporalidad del sistema  se reifica socialmente y  se reproduce culturalmente en el discurso.
Pero los  socialismos y capitalismos ‘compasivos’ también toman tintes  matriarcales, al convertirse en el proveedor de servicios, amores y  compasiones que rebasan los rangos de acción del padre  mismo, el cual  esta muy ocupado con nuestro control y recato. Y aunque el padre en la  practica haya relegado a la madre a segundo plano jerárquico, no puede  prescindir de ella en el ejercicio del poder, ya que los funciones de lo  femenino acolchonan y subliman las características mas ‘duras’ del  patriarca en turno. Los elementos femeninos  funcionan como una fachada sutil para el poder patriarcal.
No  nos extrañe, pues, el politeísmo en que convertimos, no solo a la  religión, si no a la política y la vida en sociedad, al haber aparejado  al patriarca cuasi-divino con la madre protectora y perpetuadota de  ilusiones y de amores fallidos. Ella reconoce y canaliza las demandas  emocionales del pueblo para que estos puedan ser mejor cooptados por el  padre en su afán de control y poder.
Las virgencitas  castas son el receptáculo de nuestras sombras mas recónditas, mismas que  buscamos mantener alejadas de nuestro estricto padre  y de nuestra mente consciente. Pero que ingenuos hemos sido al pensar que ella guardara  nuestros mas íntimos secretos.
El socialismo busca encargarse oficialmente de sus 'hijos', llevarndolos de la mano hacia la  felicidad misma. Pero el capitalismo se sirve cada vez mas de estas  estrategias para emplearlas como paliativo a un devastador libre  mercado, que dejado a su propia suerte, no termina entregando esa  justicia y felicidad que  nuestros papacitos socialistas supuestamente otorgan. Por eso, el buscar acompañar a la política con la religión, ha  sido una fantasía de control absoluto sobre nosotros. Héroes, dioses,  patriarcas y demás iconos se alinean en colusión para ‘nuestro’ servicio.
¿Entonces, de que se trataba todo esto de vivir en colectividad originalmente?
¿Entonces, de que se trataba todo esto de vivir en colectividad originalmente?
Thursday, 16 February 2012
Wednesday, 15 February 2012
La Comunidad Expedita: ¿Que hay detrás de la intención de sacar de nuevo el discurso religioso a la calle? / The Expedite Community: What Has Religion Got to Do with President Calderon's Sense of Flailing Authority
La Comunidad Expedita: ¿Que hay detrás de la intención de sacar de nuevo el discurso religioso a la calle?
 Las protestas del 1ero de Febrero del 2012 se  centraron en  las plazas publicas alrededor del país en contra de la más  reciente intención de revertir la pieza fundamental de legislación que  estableció la sana separación de iglesia y Estado, misma que Benito  Juárez firmo en la Constitución de 1857 para la formación liberal del  país. Su plan era catapultar a México hacia una visión moderna y secular  de republica, y para esto fue necesario el eliminar el poder de la  Iglesia Católica del espacio publico y sobre los asuntos de Estado. Pero  la Iglesia Católica (y presumiblemente otras denominaciones religiosas)  están intentando recientemente (con el apoyo del PRI y el PAN)  recuperar su dominio de la consciencia publica y de nuestra cultura, en  un país que atraviesa por un vacío de poder y de debacle social.
Si  el articulo 24 constitucional es modificado, esto pudiera arrojar de  nuevo al espacio publico el discurso religioso. Esto  posibilitaría la  adquisición medios de comunicación impresos y electrónicos, abriéndoles  la puerta también para intermediar en la educación publica. Esto  expondría a los niños  a un pletórico contenido religioso en posible  sustitución o de relleno a la ausencia de materias ecolares de corte  cívico y racional.
Felipe Calderón esta  apoyando este cambio  con el plausible afán de legitimar su posición con  algo de autoridad,  ya que la ‘guerra contra el narcotráfico’ ha dañado  su imagen publica. Su necesidad de autoridad es mas critica que nunca,  ya que las fuerzas armadas están tomando la delantera en muchos  sentidos. Pero en vez de trabajar para transformar al país en uno  educado en la razón y la ley, el gobierno ha desencadenado una lucha de  facto por el poder, por un lado, mientras por el otro, buscan (el Estado  incluyendo las fuerzas armadas y las instituciones religiosas)  convencer, legitimarse y ganarse la simpatía del pueblo.
 Pero  aparte de legitimar el discurso religioso y buscar autoridad, el Estado  esta buscando establecer una idea de comunidad funcional. Esto porque  nuestra identidad nacional nunca cristalizó, en parte por nuestra pésima  educación publica, pero también por los extremos socio-económicos y las  barreras socio-culturales que nos dividen.
Todo  se remonta al México post-independencia en donde el discurso político  presumía que nuestra mayoría ‘mestiza’ seria el ingrediente principal  para nuestra aventura hacia la modernidad. Pero en practica esto no  sucedió, ya que las elites – de distintas extracciones étnicas – tomaron  el control del destino de esos mestizos y del resto de las comunidades  indígenas, mismos que nunca lograron integrarse por falta de interés  propio y del Estado. La iglesia gradualmente abandonaría la arena  política, pero nunca perdió su atractivo, al ser posiblemente la única  fuerza unificadora detrás de un Estado que a regañadientes echaba para  adelante. Más aun, la educación publica moderna nunca terminó de educar  al pueblo en lo civil y lo racional, ya que las elites sabían que esto  podría transformarse en una perdida de poder sobre el pueblo que  representaban.
El siglo XX vio nacer el surgimiento y  consolidación de una sociedad industrial y semi-moderna - con una clase  media concomitante - pero esto fue una pantalla para el sentido de  comunidad. No todos los mexicanos se movilizaron socialmente. Y mientras  los corajes y envidias se mantuvieron a raya gracias a la manipulación  de la información y la homologación de  los medios con los intereses del  Estado, la división social creció de forma alarmante.
El  día de hoy la era informativa Internet expone las enormes redes de  compadrazgo, nepotismo y corrupción a lo largo del país. Pero también ha  abierto canales de comunicación alternos. Así es como el  neo-liberalismo ha sido revelado como un sistema fallido e injusto. Y la  gente se esta rebelando. En este sentido, la guerra contra el ‘mal’ no  es más que un paliativo para una situación social terriblemente  compleja. Esto no parecerá como una insurgencia o una revolución, pero  la movilidad social ilegitima esta a la orden del día.
Creo  que el calculo de buscar llevar a México de nuevo al oscurantismo  mitológico pudiera coincidir con una idea de  buscar un sentido de  comunidad de forma practica, independientemente del enorme paso para  atrás en términos de la factibilidad de convertirnos en una sociedad  racional y de Estado de Derecho.  Juárez estaría aterrado con esto.
juancarlosguerraperez- feb, 2012
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The Expedite Community: What Has Religion Got to Do with President Calderon's Sense of Flailing Authority
Protesters flocked around central plazas  throughout Mexico on  February the 1st condemning the most recent  political intentions of  reverting the fundamental piece of legislation  that established the  healthy separation of church and state, which was  seen through by  Benito Juarez’s presidency with the signing of the 1857  liberal  constitution. His plan was to catapult Mexico into a modern and  secular  republic, hence to achieve this the Catholic Church was stripped  of  its power over state affairs. But the latter is now coordinating  (with  political support) its comeback as an official political power,  and is  bent on  re-establishing its dominance of public conscience and  culture  in a country that is experiencing a political power vacuum and  social  turmoil.
Mexico  has a wide variety of religious  denominations, comprising catholic and  various protestant groups, and  many other non-Christian organizations,  many of them practicing their  religion. Nevertheless, religious  discourse is legally exempt from the  pubic space. But it could now  re-infuse the streets with its  mythological mantle if the constitution’s  24th article is finally  modified at the hands of the Senate, which is  under pressure by the  president himself. A lower house of congress has  avidly conspired in  favour of renegotiating religious liberties – and  certainly powers -  for all belief-based institutions, as well. This  could potentially open  the door for religious institutions to be able to  possess and utilize  media outlets. They will also be empowered to  peddle their mostly  anachronic world-views in public schools, thus  exposing children with  an already low level of education to a vertical  onslaught of values  from which there is no rational escape.
President  Felipe Calderon is supporting  the change as a logical move  - purportedly of reinvesting his position  with some kind of legitimate  authority - as he is faced with a debacle  of public perception, due to  the prolonged drug war that has taken its  toll on Mexican society. His  need of authority is more critical than  ever, as the armed forces seize  terrain by the day, in every sense. But  instead of working to  transform the country into an educated and  rational law abiding  society, the government has unleashed a de facto  struggle for power, on  one hand, and for hearts and minds, on the other.
But,  besides legitimizing religious  discourse and seeking authority, what  the state is trying to do is to  establish some sense of a functioning  community. This because Mexico’s  national identity has not crystallized  hitherto, partly because of its  uncompetitive public education and  extreme economic and cultural  inequalities. It has not cemented because  the community itself that  functions as the base for national identity  is ripped apart, due to  these harsh social divisions.
It  all dates back to post independence  Mexico, where political and  postcolonial discourse was claiming that the  emerging ‘mestizo’ make-up  of the population would be the main  ingredient for the country’s lurch  towards modernity. But in practice  this never happened, as various  elites with different ethnic backgrounds  took control of the destiny of  millions of mestizos and other  indigenous populations. The church  would gradually exit from the arena  of political power, but it never  lost its appeal, as it remained very  plausibly as the only unifying  force underlying a struggling  state. Moreover, modern public education  was never meant to ‘fully  educate’, as elites knew that a real  democracy could curtail their power  over those same people they  represented.
The 20th century saw the  emergence and  consolidation of an industrial and semi-modern society,  with an  emerging middle-class, but it nevertheless was a smokescreen for  an  ailing sense of community. Not everyone mobilized. And whilst  grudges  and grievances were kept asunder (by a manipulated media),  ultimately  the chasm between groups grew alarmingly wider.
Today  the information age has  effectively exposed enormous webs  of  corruption and cronyism  everywhere. But it has also opened up alternate  channels of  communication and power. Neo-liberalism has been revealed  as an unjust  economic system as a failed project, and the people are  now rebelling.  In this sense,the all- out war versus evil drug dealers  is just a  palliative for a very complex social situation. This may not  look like  an insurgency or revolution, but illegitimate social mobility  is the  order of the day.
I reckon that the  calculus of pulling  Mexico back to a state of mythological resonance  could coincide with the  covert idea of building up a sense of  community, regardless of the  gigantic step backwards in terms of the  feasibility of becoming a  rational and law abiding society.   Juarez  would be appalled.
by Juan Carlos Guerra -  Feb 14th 2012
Labels:
Comunidad,
Cultura,
Religión / Espiritualidad,
Sociología
Thursday, 9 February 2012
Thursday, 2 February 2012
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