Tuesday, 3 September 2013

Solo contra el mundo

EL PERISCOPIO
Solo contra el mundo

“El uso de la fuerza militar estadounidense no puede resolver las históricas disputas étnicas, religiosas y tribales que alimentan este conflicto”

-Martin Dempsey, Jefe del Estado Mayor Conjunto de los EUA (1952 - )

Los fiascos de Afganistán, Irak y Libia han deslegitimado las intervenciones occidentales al grado de que están dejando varado a Obama en Siria. El voto en contra de la guerra por parte del Parlamento inglés fue un golpe durísimo para la ´alianza´ de los neo-cruzados, lo cual seguramente influirá en la decisión del Congreso estadounidense.

La bravuconería y el ímpetu que derrocharon los líderes de la tríada anglo-americano-francesa ha sido atenuado por sus respectivos aparatos legislativos, los cuales, como sabemos, técnicamente representan a la población. En los tres casos, la opinión pública se ha expresado mayoritariamente en contra, lo cual al parecer está teniendo efecto sobre los legisladores.

Según la BBC, el 75% de los británicos entrevistados estuvo de acuerdo en que el Parlamento rechazara la propuesta de intervenir en Siria, mientras que la encuesta de BVA en Francia encontró que 64% no apoya un ataque militar.

A estas cifras debemos sumarle la encuesta Reuters/Ipsos de la semana pasada, que concluyó que el 60% de los entrevistados no quieren que se profundicen los enfrentamientos. Asimismo, a toda esa mezcla hay que agregar la encuesta más reciente de la NBC, que dice que el 80% de los encuestados creen que Obama debe consultar al Congreso antes de ahondar en el conflicto.

En cuanto al apoyo de otras naciones, debemos de considerar que aunque la Liga Árabe discurrió (en la voz de su Presidente, Nabil Elaraby) que Assad fue quien usó las armas químicas, también dijo que la acción militar está fuera de la discusión, y que en su lugar prefiere que se recurra al andamiaje internacional de la ONU para solucionar la beligerancia. 

Por el lado de la Unión Europea no ha habido una declaración conjunta. Sabemos que en el pasado tampoco hubo un apoyo concertado en los casos de Libia e Irak, ni en cuanto al levantamiento del embargo de armas para los rebeldes en Siria. Por eso se antoja difícil  que esta vez se logre algo distinto, ya que la opinión pública europea no quiere más guerras.

La pieza clave en la UE se llama Alemania, la cual debemos saber se abstuvo de participar en la intervención que eliminó a Gadafi en Libia. Esta vez, Angela Merkel se ha pronunciado a favor de hacer algo en Siria, pero en la práctica no ha movido ni un dedo en esa dirección.

Las razones de la abstención alemana son las siguientes: primero, es el país más rico de Europa, la nación que imprime el euro, y el bastión que ha mantenido la  ´estabilidad´ de la Unión. En esa línea, el euro le quita más el sueño a los alemanes que la supervivencia del petrodólar, el motivo principal de la clica energética y financiera estadounidense. Segundo, el país germano tiene una relación muy especial con Rusia --el principal aliado de Assad--, ya que Moscú es el principal proveedor de energía de Berlín. Tercero, la reciente operación  de la troika en Chipre --que fue ejecutada  por  Alemania-- dejó una huella en la psique rusa que hace muy delicada otra intromisión tan pronta en donde yacen los intereses de Putin.

Finalmente , según Der Spiegel, 2/3 partes del pueblo alemán se oponen a más ataques a Siria. Merkel lo sabe, como también sabe que un periodo electoral no es el más propicio para andarse buscando  problemas.

Mientras tanto, el Secretario de Estado de los EUA, John Kerry, anunciaba antier que la evidencia (que aseguró no se compartiría con el público) incriminaba a Assad del uso de armas químicas. Esto me hace recordar las declaraciones similares e ilegítimas de Colin Powell, que en febrero del 2003 justificaron la invasión de Irak.

De lo que sí estoy seguro es de que las fuerzas armadas de EUA emplearon el agente naranja durante la Guerra de Vietnam y el fósforo blanco en la batalla de Faluya en Irak. Cabe resaltar que ambos son armas químicas prohibidas por los estatutos internacionales, mismos que son perennemente citados para apuntarle el dedo a otros.

¡Ahora resulta que Inglaterra le vendió a Assad los componentes que pudieron ser usados para fabricar las mentadas armas químicas en enero de 2013, sólo diez meses después de que comenzó  la guerra civil!

Esperemos que tanta confusión y estupidez institucionalizada tengan un efecto disuasorio y se ponga un freno a la guerra. ¡No se puede salvar al otro bombardeándolo!

danzanegra.blogspot.com
juanguerra@hotmail.com

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