'Cuando el conocimiento consciente de nosotros mismos se transparenta en función de nuestra participación en un universo siempre emergente, reconocemos que nunca hubo separación desde el comienzo -- todos emergemos en comunión en cada momento, contenidos dentro de la unidad de un universo en continua regeneración.'
-Duane Elgin-
Si los comienzos de la civilización (Sumeria) representaran el inicio de la consciencia colectiva de las sociedades, visualizado en justificaciones cosmologicas para su cultura, la ‘Era Axial’ (800 a 200 A.C.) seria el momento en donde abrimos una rendija para desarrollar el autoconocimiento y por ende de donde surge la idea de la individualidad con su dosis de ego correspondiente. Lo ‘axial’ representa el parte aguas de cómo las cosas se hacían antes y después de ese momento. Con esto me refiero al hecho de que esa etapa axial marca para algunos historiadores y académicos una época en donde básicamente se estructuran las grandes ideas que justifican la organización social bajo la cual hasta el día de hoy nos mantenemos unidos como colectividades: La ciudad, el lenguaje y la tradición escrita, la religión organizada y el Estado político.
Estas realidades tangibles surgieron, entre muchas razones, para darle coherencia y homogeneidad a una enorme cantidad de tribus que lograban una estabilidad espacio-temporal gracias a los avances tecnológicos que permitían el desarrollo de centros urbanos bien aceitados por una cultura propia - reflejo de la aglomeración de dialectos similares, ejércitos, burocracias, sacerdocios, normas sociales y sistemas legales, y el comercio. Importante para la obtención de este orden era la implementación de una serie de directrices formales que buscaban trascender la poca o nula motivación - en reglas y normas - que pudiesen haber caracterizado a las anteriores sociedades tribales que hacían de la guerra contra el otro, al diferente, su manera natural de actuar.
La nueva moralidad y ética defendía la grandeza de la etnia y comunidad en cuestión, y le daba un que hacer común en el tiempo; las sociedades se hicieron lineales y temporales. Al sistema no le sirven las individualidades, y es por eso que el ego colectivo se organiza mejor bajo la razón del patriarca de Estado y la religión colectivizante en turno. De alguna manera esto también se convirtió en la piedra fundacional para los grandes discursos y narrativas que formarían la base de las sociedades por venir.
En el caso religioso, esta era axial vería la apropiación de grandes ideas espirituales transformándolas en las justificaciones de poder para los sacerdocios y los Estados. Un ejemplo de esto fue el mensaje del Buda - mismo que pudiera interpretarse mas como una filosofía de vida, una psicología o un racionalismo - para terminar convirtiéndose en la garantía intelectual para una religión de Estado mucho mayor, como el ejemplo de Ashoka y su imperio Maurya lo constata (260 A.C.) Ashoka tomo las creencias budistas para enarbolar la expansión de un imperio al norte de la India que logro salpicar con su novel contenido discursivo grandes partes del subcontinente, incluyendo el hoy Sri Lanka, y en regiones fuera del mismo, como Asia Central. Este ejemplo es similar a lo sucedido con otros filósofos (maestros espirituales) de la era axial como Lao Tze –que fue tomado por la 1era dinastía Han China para legitimar su orden imperial-, así como también Zoroastro, que formo parte de las bases religiosas del Estado de la antiguo Imperio Persa.
Otra de las características de esta apropiación de ideas espirituales para convertirlas en religiosas fue la sublimación de muchos politeísmos y magia para tratar de convertirlas en explicaciones alternas para las divinidades y demás seres supremos que apoyasen indirecta o directamente al líder de la comunidad o imperio. Ulteriormente comenzaba una etapa de transición a un monoteísmo en donde inventábamos la necesidad de proyectarles a los dioses características humanas y éticas que resonaran con nuestras necesidades aca abajo. El bien y el mal como proyección representa, y puede ser equivalente, a esa lucha egoica interna de los individuos así como de las colectividades. Es por eso que el patriarca busco apropiarse del discurso religioso con el afán de ponerse al frente de todo y colectivizar el ego para llevarnos a todos hacia fines específicos.
Los mitos ahora son escritos. La mente simbólica de la comunidad se construyo con el control del lenguaje y las expectativas sociales de sus habitantes. Ahora nos justificamos ante un dios ético que por fin trascendió al mundo convertido en justiciero. Mucho de esto se logro gracias a que el hombre termino subyugando a la emancipada mujer del periodo de la horticultura que la había visto surgir como una pieza mucho mas que funcional para aquella antigua sociedad en los albores de la agricultura. El elemento femenino en debacle incluiría gradualmente también a la madre tierra, que comenzaba a ser controlada por un hombre cada vez mas ambicioso.
Por eso las sociedades axiales son urbanas, individualistas (y grupales), y depositan mucha energía en una cosmovisión espacio-temporal que las consolide y las reivindique. El legado de eso puede ser visto el día de hoy, todavía, con la defensa a ultranza de los sitios ‘sagrados’ de las religiones judeo-cristianas como la ‘Tierra Santa’ de Israel y Palestina. Mas aun, los mitos fundacionales de estas y otras religiones orientales suelen ser monologicos. No dejan lugar al dialogo, al cuestionamiento o el debate.
Comoquiera que sea, las filosofías que fueron tomadas para legitimar todo esto comenzaron y se mantuvieron individualistas así como también las religiones en las que influyeron. La ley dorada del ‘No hagas al otro lo que no quieres que te hagan a ti’, es el mejor ejemplo de la mentalidad de aquellos tiempos. Al Estado le funcionaba el código moral de respeto para buscar un respeto similar a lo ajeno en el ámbito legal. El reconocer los derechos de otros seria la tarea que habría que cumplirse con creces con el devenir de los decenios, siglos y milenios.
Pero originalmente lo que había surgido en esa Primera Era Axial eran dos corrientes que estaban por lógica, en contraposición y competencia. Por un lado esta la complejidad socio-cultural, política y económica de la ciudad Estado descrita en párrafos anteriores. Y por el otro, esta la corriente de inconformidad reflejada en las propuestas de austeridad, simpleza, ascetismo y racionalismo por algunos individuos de los cuales también resaltan Platón, Sócrates, Mahavira, Confucio, y los brahmines reformistas de los Upanishad post-vedicos. Como quiera que sea, el resultado de la unión de estos fenómenos independientes nos dio como síntesis la justificación y en engrandecimiento de las sociedades gobernadas con base en esas grandes propuestas originalmente filosóficas y místicas. Pero a grandes rasgos la reacción en contra del sistema que presentaron los maestros espirituales termino siendo colonizada por el mismo sistema para defenderse y perpetuarse como lo hace hasta el día de hoy.
Siguiendo esta lógica no pudiéramos colocar a la Ilustración (circa 1700 D.C.) como una época a considerar en la búsqueda de una ‘Segunda Era Axial’, ya que a grandes rasgos esa etapa histórica buscaba coronar a la razón sobre otras estructuras humanas para hacer sociedad. Esto quiere decir que la era axial no debe ser entendida como únicamente una protesta o una contestación a algo. Esta incluiría mas, como ya se explico, la materialización de nuevas formas de entender la vida en sociedad, y no solamente la justificación de una alternativa o camino para su construcción y funcionamiento. Aparte de esto, la Ilustración era otro eslabón mas en ese afán de disociarnos de nuestra base orgánica y material, proceso que ya se dijo, comenzaba en aquella era axial antigua ya descrita.
Otro motivo que no nos permite posicionar a la Ilustración como axial es porque esta era la reserva de minorías Europeas, y aunque estos pensaran que poco a poco seria posible incluir a muchos mas en la racionalización del mundo, nunca aseveraron que esta facultad fuese factible de desarrollarse para cubrirnos a todos, así como la buena vida de Platón o Marco Aurelio tampoco estaba intencionada a que fuese algo popular.
Es por eso que no solo es romántico abrir la posibilidad de un cambio de era espiritual y el espacio de representación para la misma en nuestro mundo contemporáneo. Todo parece indicar que estamos ya bien adentrados, ahora si, en una nueva era axial, la segunda. Al igual que en aquel periodo, hoy experimentamos una crisis, pero también existen oportunidades para algo distinto. Las características son las siguientes:
Crisis de paradigmas civilizatorios:
Creo que es factible postular la enorme falla en muchos sentidos del sistema que se emplazo desde antaño como evidencia de una crisis de paradigmas. Aquí la lista,
* La gobernabilidad y la viabilidad del Estado Nación - El abuso de los libres mercados y la crisis del capitalismo - El feudalismo contemporáneo - La calamidad financiera crediticia mundial y la crisis de la globalización - La perdida de motivación colectiva - Ausencia de virtudes y valores comunitarios - El calentamiento global - La guerra – La escasez de los recursos naturales - La Republica y la democracia en duda- La crisis institucional de la razón misma como la base de la modernidad – La sobrepoblación y el consumismo - La imposibilidad de que los sistemas expertos y las religiones organizadas puedan responder a nuestros dilemas existenciales mas apremiantes.
Por otro lado, también es cierto que existen características que hacen este periodo uno diferente, y que así como en el caso de la primera era axial, abren la posibilidad para que algunos denoten sus principales puntos positivos, mismos que pueden ser extrapolados como base para legitimar esa nueva era tan ansiada, que no necesariamente arribara desde fuera de nosotros mismos (de forma metafísica) los involucrados e interesados.
Oportunidades:
* La duda en las religiones clásicas - El surgimiento de nuevos movimientos religiosos, espiritualidades y misticismos alternativos – Una consciencia comunitaria global – Tecnologías de la información como la Internet que han liberado posibilidades para poder conocer lo inimaginable.
Se puede decir que todas estas son el resultado de la interacción de las fuerzas sociales que se gestaron a partir de la era axial anterior. Y parte de la recomendación que se hace para finalmente reconocer a la nueva era axial como existente seria el intentar hacer la transición de forma pacifica, no buscando la protesta violenta o la eliminación sistemática de las estructuras antiguas. Estas se colapsaran por si mismas - implosionando – si las mayorías pasamos a la construcción de lo nuevo en y para si mismo.
Lo que realmente marca la supuesta llegada o articulación de la nueva era es la combinación de un sistema en crisis en simultánea cohabitación con las características que la pueden trascender en cualquier momento. Solo se trata de que nos subamos al tren del cambio. Esto quiere decir que todo efecto nos abre el potencial modificar sus causas, que en ausencia de consciencia y aceptación de las mismas, pudiesen repetirse y reproducirse perennemente. En ese sentido tomamos lo bueno que derramo el pasado para tomarlo como un hilo conductor, que al estirarse, afloje y desate lo que se había tejido con antelación, para de ahí convertirlo en la punta de lanza para lo que nosotros mismos hagamos que venga.
Es por eso que creo honestamente que las bases para la Segunda Era Axial ya están aquí. Estas son fundamentalmente globales y comunitarias, en donde la búsqueda humana se da en pro de una sola tribu global que haga de la reconexión y readaptación con su medio ambiente (su base orgánica) y por ende la Naturaleza, su hogar definitivo. Con esto se terminaría con el afán de proyectar dioses fuera de este mundo. También seria bueno reconciliarnos con esa Naturaleza que excluimos hace milenios en nuestro afán de desarrollo y progreso. Esto para mi equivale a algo que llamo la ‘reciprocidad orgánica’. Y clave en esto es la inclusión del elemento femenino, mismo que por fin se equipara con el masculino. El Yin y el Yang en unísono. Esto por lógica transforma el monologo de la era mitológica en un dialogo, en donde otros, incluyendo la mujer, participan en la recreación de la sociedad y su cultura. Pero esto tampoco pudiera reducirse a la supuesta época que según algunos ya vivimos y que se llama la Posmodernidad.
Cabe resaltar que cualquier moción u actividad a favor de un cambio debiese de imitar el liderazgo y la creatividad de los antiguos maestros espirituales que marcaron la Primera Era Axial. Con esto me refiero al hecho de que la mayoría de estos no fueron revolucionarios violentos (en la definición clásica del termino). Todos propusieron alternativas al status quo para buscar trascenderle en un contexto nuevo con sus respectivas características distintas.
El reavivamiento espiritual coincide con una interculturalidad y pluralismo que comoquiera que sea son productos no deseados de nuestras ideologías y sistemas económicos jerárquicos y separadores. Es por eso que uno de los mitos mas antiguos - el cielo como hogar de nuestro ego aferrado a su identidad -, finalmente pudiera ceder su puesto a nuestro lugar de origen, nuestro propio mundo planetario contextual y simbólico, obviamente el mismo hogar de nuestro espíritu. El ego en este sentido, se alinea mas con su base terrenal, limitando las proyecciones al exterior, incluyendo un cielo en el espacio sideral. No prescindimos completamente del ego, pero lentamente podemos hacer consciencia de como su existencia, no solo nos divide esquizofrénicamente con nosotros mismos y nuestras esencias, si no que también nos separa a nosotros de ellos - los otros -, y de ellas las mujeres, como elementos femeninos que tanto nos urge incluir en nuestras narrativas monocromáticas.
Una de las cuestiones fundamentales de esta nueva era seria la inclusión de una visión de plenitud espiritual para entenderla como el agregado de todo lo que vemos, sentimos e intuimos. Esto quiere decir que no se pude seguir tomando en cuenta a una espiritualidad aislada o única, como si esta fuera un ritual o una practica distinta a todo lo demás que hacemos. En este sentido la nueva espiritualidad es holistica, ya que lo incluye todo como parte del espíritu. Es por eso que el darnos cuenta de que ya somos todo lo posiblemente espiritual contenido en un cuerpo y en un universo será fundamental para sanar esas heridas tan arraigadas en nuestra especie.
Para mi la Segunda Era Axial no es equivalente al mero cuestionamiento de un sistema en si, de una religión o una forma de organización socio-política y económica. Me parece que tendría que ser mas un cuestionamiento a la autoridad en general como concepto. Aquí incluyo la autoridad externa (ego colectivo) como la interna (ego individual). Por eso creo que el desarrollo personal de la consciencia contemporánea coincide con la crisis del sistema y viceversa. Ulteriormente el objetivo seria abrirnos completamente para pasar a construir un nuevo hogar de forma global y comunitaria, pero en el aquí y el ahora, trascendiendo los juicios de bien y mal que hemos generado de forma bipolar, buscando con esto la aceptación de todos como somos a partir de nuestra propia naturaleza.
Pero clave también es decir que lo nuevo que se de no tiene que ser únicamente dentro de un contexto o acuerdo socio-cultural especifico. Es mejor que la nueva era sea entendida como una mentalidad distinta, pero de preferencia apoyada en un nuevo nivel de consciencia con su correspondiente perspectiva de la vida. Aquí todavía podemos ser racionales, pero no es el ultimo estadio ni la meta, es solo un camino. Pudiéramos ver metafóricamente la era como la del espejo, en donde todos nos ayudamos entre nosotros mismos para poder ver hacia adentro en la búsqueda de una proyección mas real de nuestra esencia. Debemos ceder un poco de ego para poder admirar esa consciencia comun que nos une.
-- juan carlos guerra --- Nov 28,2011
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