Saturday, 4 April 2009

El Secuestro de la Republica

Definitivamente se vino abajo el supuesto orden que daba continuidad a la República Mexicana. El problema de la inseguridad no es mas que el violento reflejo de la realidad que nosotros mismos hemos creado y una lección sobre el profundo cambio que tiene que dar el país para recuperarse a si mismo.

Los actores de este drama son varios, pero todos actúan dentro del país. Primeramente son los gobiernos los responsables no nada mas de la autoría de su propio privilegio, si no de también del perpetuar este mismo a niveles que polarizan, no nada mas económicamente, si no que generan un vacío social y cultural prácticamente insalvable para muchos de los gobernados. Para ejemplo no hay que ver más allá de nuestro sistema educativo.

Otro actor es una parte del empresariado, que al deshacerse de una fracción de su fuerza laboral al sentir los estragos de la crisis económica, nos muestra lo falso y superficial de su supuesta consigna de emplazar a la “Responsabilidad Social” como eje de su columna vertebral que teóricamente funcionaria como contrabalanceo a sus practicas monopólicas. ¿Que papel jugó el “capital humano” en esta película?
Y que decir de la Iglesia, institución que se ha encargado de legitimar las abismales diferencias en pro de una mejor vida posterior, solidificando así, el orden social y justificando el despilfarro de las élites de las cuales ellos forman claramente parte.

La lista de contribuyentes a esta causa no podría completarse sin la actuación más que dramatizada de los medios de comunicación, que con la realidad novelada que proyectan, buscan acolchonar el descontento social con una narrativa que puede interpretarse de manera simplificada como “No importa si no estas con los de arriba mientras no pierdas tu dignidad y tus valores”, mientras simultáneamente intentan hacerle ver a la masa popular que la vida de los que estan arriba no es más que un conjunto de superficialidades, calumnias y complejos.


La violencia que vive México se cierne sobre estos actores de manera inesperada, y pone en evidencia la coordinación tácita de estos mismos para mantener la hegemonía socio-cultural, política y económica de estos sobre muchas otras agrupaciones nacionales. Este conservadurismo anacrónico, que tilda a cualquier intento social y político de cambiar la composición social y de distribución de poder en la Nación como “retórica de izquierda”, también a considerado a la ignorancia del adversario como el eterno elixir de la estabilidad.

El “secuestro de la República” se dio mucho antes que la ola de secuestros que nos ponen en entredicho. La alternativa de la violencia no es más que el reflejo de una frustración colectiva de distintos grupos de la sociedad mexicana que no han logrado participar en la movilidad social tan discursivamente articulada por la cúpula. Estos grupos han aprovechado las actividades ilícitas para lograr acceder a esos niveles de vida de los cuales las élites se jactan perennemente de ostentar, mismos que en la realidad practica y cotidiana no están dispuestos a compartir. ¿Será esto todavía, a estas alturas del siglo XXI, legado de la Colonia?

Wednesday, 1 April 2009

Raves

Probablemente no exista movimiento musical mas incomprendido que el Rave. Parte de las acusaciones mas comunes se centran en dos criticas. La primera se relaciona al hecho de que el Rave se practica de forma atomizada, donde los individuos bailan de manera independiente. Y según esta critica, el tipo de baile que se lleva ahí acabo, no muestra ninguna coherencia o relación a lo comúnmente entendido y aceptado - como por ejemplo el fenómeno de baile dentro de un salón y con una pareja establecida.

Esta critica pierde fuerza cuando analizamos detenidamente los posibles motivos para la practica del Rave. Si la gente baila sola es porque aquí se brinda una oportunidad para relacionarse directamente con uno mismo, donde se abre un espacio para representarse a uno y su narrativa en comunión con la música. No es necesario nada mas que un buen beat para que la persona experimente con su cuerpo, y con las extremidades del mismo, para así lograr un mejor auto-conocimiento y auto-estima. Es natural que al bailar como parte de este fenómeno tan original, solo es fundamental también que el Disc Jockey busque la empatia consigo mismo y con su música, para lograr sintetizarse y fundirse con cada participante que ahí este presente.

La verdad es que el Rave se asemeja mucho mas a un pasado humano tribal donde pequeñas tribus estaban unidas por objetivos mucho menos ambiciosos que los de la masiva sociedad contemporánea. El supuesto baile normal cumple con determinadas reglas y expectativas. El Rave solo cumple en función de lo que la persona originalmente busque y se lleve en conjunción con la energía del DJ y de los demás asistentes que estén ahí disfrutando. Ambos estilos de baile son rituales humanos. La gran diferencia es que el Rave le permite al participante explorar e ir mas allá de las pocas expectativas que tiene el de salón el cual es básicamente para divertirse. El Rave divierte, pero trasciende al entretenimiento, hasta en ocasiones pudiendo lograr características terapéuticas. Es un estar ahí y ahora consigo mismo sin nada mas que el preciso momento que se tiene. La música es el perfecto acompañante.

Por otro lado esta la acusación de que el Rave es un sinónimo del uso permisivo de la droga. Aquí es donde esta categorización se muestra mas ignorante dado que la droga si es una realidad, pero solo lo es en el sentido que la persona que esta experimentando con si misma la busque para complementar ese momento y la experiencia. Esto quiere decir que generalmente la gente que consume algún tipo de sustancia en un Rave también lo haría en alguna otra actividad la cual lleve acabo. Si la persona decidió “amplificar” o “modificar” su experiencia, es cosa de el o ella. La manera mas fácil de derrotar a esta critica sin fundamentos es que ni el salón de baile común, ni ninguna otra actividad social y humana contemporánea se salva de la utilización de estupefacientes.

Lo mas sencillo es acusar a un movimiento que en teoría “disocia” a la persona de sus valores comunitarios. Pero la verdad de las cosas es que el Rave seguirá siendo el espacio mas abierto para lograr una comunión con uno mismo, la música y la naturaleza.