Wednesday 30 September 2015

El Papa en la ONU

'El dinero debe servir, no gobernar'
_Papa Francisco

El papa Francisco resaltó frente a la ONU los excesos de un sistema que causa extrema pobreza y genera millones de refugiados.
El Papa utilizó frases que incluyen términos como el capitalismo, la corporación y el sistema financiero, entre otras, postura que apenas hace unos años era tachada de antisistema, lenguaje que, según sus críticos, es característico de gente inconforme, radical y de izquierda.
El mismo patriarca de la Iglesia ha sido víctima de dichas acusaciones en repetidas ocasiones. Sin embargo, este último discurso corroboró lo que muchos en el poder prefieren ocultar. Dicho de otra forma, el mundo reconoce cada vez más las causas de nuestra miseria como especie, y en este sentido el Papa, como figura pública de peso, simplemente asumió el rol que le corresponde.
Evidenciar la crisis sistémica ha sido el pan de cada día en esta columna. Pero qué mejor que presentar lo más reciente para constatarlo.
Tomemos la inconformidad popular en una veintena de países, entre ellos México, cuya población apenas hace unos días se arrojó a las calles en masa para recordar a los 43. Sumémosle a esto años de protesta por la falta de representación política y la represión imperante. Asimismo, reconozcamos a los cientos de miles de desplazados internos, que ya sea por robo de tierra, víctimas del narco o refugiados del calentamiento global, son removidos de sus lugares de origen, para formar parte de la masa desposeída.
Ahora volteemos hacia otras latitudes, y comprobemos que la gente allá también está alborotada.
Finalmente, recurramos a la antigua teoría científica del mecanicismo, que explica los fenómenos naturales, y algunos sociales, por medio de las leyes mecánicas del movimiento.
Todo esto nos servirá para comprender que existen causas y responsables en lo que nos sucede, y que aunque todos somos parte del sistema, hay algunos que se benefician mucho más que otros. Es a ellos que se dirigió el papa Francisco.
Es un hecho que este papa ‘posmoderno’ –más apegado al Cristo que al templo conservador que representa– retomó la tradición franciscana del cuidado del pobre y el desvalido para hacer relevante el discurso católico en el Siglo XXI. Esto es irónico, ya que la Iglesia misma es un engrane de ese mismo sistema que el Papa critica. Esto porque El Vaticano es un ente rector –esencial– de las relaciones de poder internacionales e interinstitucionales de este mundo.
Al parecer es más fácil criticar a los de arriba para llamar la atención de los medios, que invitar a los fieles a que se autotransformen como personas. ¿Por qué no mejor promover la autenticidad y la autonomía a nivel personal? ¿Por qué no educar a la gente para que desarrolle sus propias herramientas en contra del consumismo, perpetuo combustible del sistema capitalista que el jerarca religioso reprocha?
Me encantaría ver que la Iglesia pasara de la retórica a la acción directa, convirtiéndose en un centro educativo a tono con la problemática que enfrentamos como civilización.
En resumidas cuentas, considero que la óptima educación debiese ser la autodidacta, y que para ese fin tendríamos que concentrarnos en el ser como actor mismo que experimenta su propia narrativa.
Es momento de dejar atrás el clientelismo y el aferramiento con las membresías a clubes de estructuras ideológicas anquilosadas, para mejor enfocarnos en cada uno de nosotros, como células de un todo que corre peligro por negligencia institucional.
Los de arriba no van a cambiar si nosotros no cambiamos primero.

Amenaza a la vista

‘‘No estamos bajo amenaza, somos la amenaza’’
Oliver Stone (1946-) cineasta estadounidense
Los EUA han emplazado misiles nucleares en Alemania para amenazar a una empoderada Rusia que tiene el sartén por el mango en la crisis siria.
Putin ha respondido a la intimidación de Washington (que se rehúsa a aceptar la postura antiterrorista de Moscú) con la misma medida, anunciando que colocará misiles nucleares en Kaliningrado, un pequeño territorio situado entre Alemania y Polonia que controla desde finales de la Segunda Guerra Mundial.
Es así que la crisis siria ha dejado muy en claro que el Tío Sam y la madre Rusia pelean una segunda versión de la Guerra Fría, vergonzosa situación que tiene a los gorilas que nos ‘gobiernan’ agitando otra vez sus mortíferos misiles de punta fálica.
Sin embargo, la diferencia más importante entre la primera versión del bipolarismo enfrentado y el de la actualidad es que incluye a China, potencia que ha venido consolidándose como la más poderosa del mundo después de EUA. Tan determinante es la participación de Beijing en la geopolítica contemporánea que los mismos egipcios abrieron las compuertas del Canal de Suez para dejar pasar a los buques chinos, con destino final en las costas mediterráneas de Siria, en donde hicieron presencia junto a su aliado ruso.
Dicho ‘enroque’ chino responde a dos factores. El primero es de orden geoestratégico, y tiene que ver con el hecho que Beijing y Moscú han finalmente establecido una alianza estratégica, en respuesta a los avances de la OTAN, que se vienen excediendo desde la caída de la URSS. El símbolo más característico de dicha ‘unión’ fueron los recientes desfiles militares conjuntos en Moscú, cuando Putin celebró junto a Xi Jinping el 70 aniversario del final de la gran guerra contra Hitler.
El segundo factor es geopolítico, dado que tanto China como Rusia cuentan con una gran población islámica (Cáucaso ruso y la provincia de Xinjiang), que pudiera ser desestabilizada por el ISIS o cualquier otro grupúsculo, ya sea fundamentalista o mercenario de algún gran poder hegemónico competidor.
Por otro lado están las modificaciones al tablero de poder de Medio Oriente, esquema que se venía respetando de acuerdo al poderío estadounidense en la región desde la década de los 40, pero que ha llegado a su fin con la crisis Siria. Lo primero tiene que ver con el Egipto del general Al Sisi, que llegó al poder gracias al financiamiento saudí, catapultado por su animadversión contra un Washington, que había impuesto a Mohhamed Morsi de la Hermandad Musulmana tras la caída de su títere Hosni Mubarak.
Al Sisi derrocó a Morsi con dinero ajeno al americano, es por eso que su consolidación en el poder ha seguido la línea del nuevo arreglo geoestratégico entre China y Rusia (a quien le está empezando a comprar armas, lentamente alejándose de EUA), quienes han dejado en claro que el Medio Oriente forma parte del nuevo eje multipolar eurasiático.
La otra pieza clave en la ecuación es Israel, que también ha tenido que adecuarse al vacío de poder que está siendo creado por Washington en la región. El acuerdo de Obama con Irán fue visto como una puñalada por la espalda por el establishment israelí, algo que ciertamente ya cambió el statu quo que se venía respetando desde la creación del estado sionista.
Es así que lo más factible es que la seguridad de Israel en el mundo multipolar gradualmente irá marcando una diversificación interesante, siendo la Rusia de Putin el principal responsable. Es en esta línea que se dio la última visita de Netanyahu al Kremlin, lo que anuncia el comienzo de una nueva y convenenciera relación. Ulteriormente, Tel-Aviv no se quedará con las manos cruzados en el nuevo orden, por lo cual seguramente se estará preparando para beneficiarse de la nueva seguridad militar proveída por la dupla de poder eurasiática, aunada a las jugosas oportunidades comerciales que su presencia traerán a la región.
La navegación de barcos chinos a través el Canal del Suez, emblema de 200 años de imperialismo angloamericano, es la mejor evidencia de la transformación de las relaciones de poder internacionales. En pocas palabras, el Tío Sam ya no patrulla todas las aguas del planeta.

Thursday 24 September 2015

Incongruencia europea

‘‘La globalización nos ha hecho más vulnerables. Nos dio un mundo sin fronteras’’
Anna Lindh (1957-2003) política sueca
Europa se está endureciendo en respuesta a la crisis de la migración, de refugiados o de desplazados, como usted prefiera llamarle.
Esto porque las medidas para detener el flujo de gente hacia el norte rico europeo, el destino final de la mayoría de los desplazados, van desde cancelar temporalmente acuerdos fundamentales de la Unión Europe a(UE) como Schengen –que eliminaba fronteras y aduanas entre países miembro–, hasta la directa construcción de murallas y la militarización de las fronteras como está haciendo Hungría.
Budapest le está reclamando a los miembros ricos, entre ellos Alemania, que por tierras húngaras entran la mayoría de los humanos que actualmente inundan a la Europa dividida. Dividida porque nadie está respetando el acuerdo que tenían para distribuir la cantidad de gente que llegaba. Dividida porque el rico norte hace caso omiso de lo que le sucede a miembros como Hungría, Croacia, y la misma Grecia, países a donde llegan los humanos expulsados por décadas de intervencionismo occidental en tierras ajenas.
Más divididos que nunca están los miembros de la UE, ya que no hay una respuesta conjunta a la crisis. Francia, Inglaterra y algunos en Alemania, quieren remover a Assad junto con Washington, creyendo que con eso detendrán el flujo migratorio.
Este es el club de la pantalla, que siempre recurren a la misma excusa humanitaria, esa que ha causado más de un par de millones de muertos en Medio Oriente, Asia y África, debido a los excesos de la OTAN.
Sin embargo, una de las incongruencias de plano increíbles, es que Alemania deja entrar a la gente porque irónicamente los necesita. La tasa de fertilidad en Alemania es baja, y sus líderes saben que necesitan de la mano de obra barata para mantener el sistema encarrilado a largo plazo.
Obvio que ni Grecia, ni Hungría, ni Croacia, ni muchos otros, necesitan mano de obra extra, ya que sus economías están prácticamente tronadas, esto por la centralización de poder que el Euro, y la súper competitivad germana, han concentrado en Berlín, epicentro político, económico y financiero del Viejo Continente.
Es por eso que el cansado discurso del Estado benefactor, ese que critica la migración de acuerdo al peso que la misma impone a las redes sociales proveídas por el Estado, ya no aplica. El Estado benefactor prácticamente ha desaparecido en Europa continental, pero no es Escandinavia, pueblos que saben lo valioso que es mantener la cordura en lo comunitario.
En resumidas cuentas, unos países europeos quieren gente y otros no, porque no la necesitan.
Algunos ganan pagando bajos sueldos, otros tienen ya mucha gente como para aceptar más.
Quién sabe, pero lo que sí le digo, estimado lector, es que esto de la migración está logrando que el racismo de siempre justifique, otra vez, la aplicación de remedios autoritarios para resolverlo, esos que sabemos perfectamente que no llevan a nada bueno, como la Europa de 1939 bien lo experimentó.

Tuesday 22 September 2015

Rusia en Siria

'Siria podría ser liberada de ISIS en unos meses con la ayuda de Rusia'

Nicolas Sarkozy (1955-) expresidente de Francia

La presencia rusa en Siria modifica el orden de fuerzas en el multifacetico conflicto.

Siguiendo la misma línea del discurso del terrorismo, Moscú está reforzando su ayuda para el vilipeniado régimen de Bashar Al–Assad, con miras a construir una nueva base militar que le permita controlar todavía más los destinos de la región, así como asegurar su salida al mar Mediterráneo.

Vladimir Putin dijo hace unos días que el terrorismo de grupos fundamentalistas como ISIS pone en riesgo a varias naciones de Medio Oriente, lo cual lo hace ver como un protector moral y, ciertamente, un policía de los asuntos de esa convulsionada parte del mundo. En pocas palabras, Putin le arrebató el chicote a Obama.

Dicho apoyo será fundamental, ya que los cuatro principales enemigos de Damasco –Israel, Arabia Saudita, Catar y Turquía– se han aliado para conspirar en su contra. La razón sionista es aderezada por las ganas del presidente turco Erdogan de derrotar de una vez por todas a la ‘‘insurgencia’’ kurda, mientras que Arabia Saudita, al igual que Catar, desean eliminar a Assad para poder atravesar por Siria sus oleoductos y gasoductos. Es por eso que a todos conviene la imposición de un régimen de corte Sunita, que encima de todo contrapese al chiísmo iraní.

Por su parte, EUA realmente no quiere deshacerse de los extremistas, ya que son la terrorífica justificación en turno de su intervencionismo, como también la herramienta mercenaria que le permite tejer las redes para perpetuar el statu quo de su petrodólar. Asimismo, Washington quiere privar a Rusia de su aliado Assad y de la salida al mar Mediterráneo, lo que en síntesis serviría para profundizar la presencia estadounidense en Medio Oriente, con miras a bloquear la consolidación del bloque eurasiático.

Por eso es que el Pentágono escala su amenaza militar contra Rusia. En esa línea, el ejecutivo de finanzas Michael McCord ha dicho que el presupuesto militar de 2017 reflejará la preparación para un enfrentamiento con Moscú.

Otra de las urgencias para dicha institución bélica es tratar de prevenir que Israel sucumba ante la presencia Rusia, ya que ésta limita en gran parte la política exterior de Tel–Aviv.

Y mientras todo esto acontece, los sirios expresan su inconformidad con la presencia estadounidense, a quien ademas culpan de haber creado a ISIS. El 80% de los encuestados por ORB International constatan esta última afirmación.

La ironía de la lucha americana es que su fin ulterior es remover a Assad y no eliminar a ISIS, como su propaganda lo asevera. Fue en 2012, cuando el conflicto apenas había causado 7,500 muertes, y no 250,000 como ahora, que Moscú ofreció pactar la salida de Assad a EUA, Francia e Inglaterra. Éstos declinaron la oferta, ya que aseguraron que Assad estaba a punto de caer.

Todo esto fue declarado por Martti Ahtisaari, expresidente finlandés y ganador del Premio Nobel de la Paz en 2008, quien además aclaró que el rechazo de la oferta rusa había agravado el conflicto fuera de toda proporción.

Este hecho, sumado a la subida de la beligerancia del complejo burocrático industrial y militar de Tío Sam, comprueban que su prisa es por mantener la hegemonía sionista en Medio Oriente, algo que ciertamente está causando estragos entre algunos miembros de la OTAN.

La ministra de Defensa alemana, Ursula von der Leyen, dijo la semana pasada al diario Der Spiegel que ‘‘la intención de Putin de luchar contra ISIS era bien recibida, ya que se trataba de un asunto de interés mutuo’’. En este mismo sentido se dio la declaración del ministro de exteriores austríaco, Sebastian Kurtz, quien subrayó la necesidad ‘‘del involucramiento de Assad en la lucha contra ISIS’’. Enfatizó que ‘‘esta lucha no será posible sin Rusia e Irán’’.

Sin embargo, existen corrientes de pensamiento en Inglaterra, Francia y la misma Alemania, que consideran que la remoción de Assad no es negociable, posición que se ha recrudecido con la reciente crisis de los refugiados en Europa. Algunos creen que el principal responsable de la masiva migración es Assad mismo, por lo que es muy factible que se mantendrán en oposición a la presencia Rusa.

La verdad de las cosas es que el accionar de occidente dependerá mucho de lo que haga Alemania, potencia que en el pasado se ha mostrado renuente a intervenir en Libia, Ucrania y el mismo Siria.

Ojalá y esto se resuelva a favor de las mayorías, las cuales otra vez se han convertido en las principales victimas de las grandes potencias, que usan y desusan territorios y culturas ajenas para sostenerse en el poder.

Sunday 20 September 2015

Pirañas corporativas

‘‘Maximizar el valor del accionista es la idea más tonta del mundo’’

Jack Welch (1935-) empresario estadounidense


El desenfrenado poder de los grupos de cabildeo corporativo ponen en entredicho la gobernabilidad y la democracia. 

Los grupos de interés son característicos de los sistemas democráticos, ya que permiten la expresión colectiva de ideas políticas y necesidades sociales de todo tipo. De hecho, Alexis de Tocqueville consideraba que la libertad de asociación era la garantía básica contra la tiranía de la mayoría, la cual, por su tamaño, simplemente abruma a cualquier minoría desorganizada.

Sin embargo, una cosa es organizarte desde lo comunitario para expresar tu opinión, y otra muy distinta es utilizar grandes cantidades de dinero para sobornar a la clase política, tratando con ello de favorecer tu causa privada.

Fue en este sentido que James Madison, uno de los padres fundadores de los EUA, nos alertó de la posibilidad de que dichos grupos de interés actuaran realmente como facciones, capturando la maquinaria del Estado para coaccionarla en su propio beneficio y en contra del bien común.

Es en esta línea que actualmente se conducen los grupos de cabildeo institucionales, que representan los intereses de un manojo de corporaciones, y que con su accionar limitan el poder de la política para lograr cambios fundamentales en la sociedad.

Las principales estructuras políticas del Estado son sus tres poderes tradicionales –ejecutivo, legislativo y judicial–, el ‘sedimento’ burocrático que detenta el poder esencial de la república.

Dicho sedimento está siendo metafóricamente ‘frackeado’ por los grupos de cabildeo, que con su interesado proceder succionan la miel que lubrica los haberes de las mayorías. Dicho de otra forma, las corporaciones –gracias a la intercesión del cabildeo– no sólo acumulan cada vez más riqueza en el pico de la pirámide de los unos por cientos, sino que, gracias a su influencia mercantilista, también controlan cada vez más las decisiones políticas que a todos nos conciernen. 
Entonces, no sólo los mercados son intervenidos para dirigirlos a favor de los poderosos, sino también la política y las variables económicas mismas. Es así que de facto hemos transitado hacia un capitalismo corporativista que planea la economía. Esto es algo totalmente contradictorio a la ideología imperante, si consideramos que la planeación económica sucedía únicamente bajo regímenes socialistas y comunistas.

Los adversos efectos de esta forma de operar son muy evidentes. El más obvio es la desigualdad socioeconómica, que como sabemos, exacerba la represión y la violencia. Otro resultado negativo es la productividad económica, que se ha venido abajo por una combinación de factores, entre ellos una recesión global aderezada con la centralización de la productividad.

Me explico. La productividad por lo general se determina colectivamente, ya que implica a la sociedad en su totalidad, que con sus actividades de trabajo e intercambio, generan ese valor agregado que lubrica a la economía. En su lugar lo que tenemos ahora es a un pequeño grupo de corporaciones al frente de la productividad, ya que su influencia política le ha arrebatado a las mayorías la opinión política y la participación económica, que alguna vez fueron clave para determinar el rumbo de la nación.

Dichos monopolios corporativos destruyen las cadenas productivas. Encima de esto, los cabilderos usan su influencia política para reducir el salario de los trabajadores, lo que a la postre afecta el poder de compra, arrastrando con ello la demanda por los bienes y servicios, cuyo flujo determinan la salud de cualquier economía.

Es así que lo que sistematiza es la corrupción, la desigualdad y el influyentismo para beneficio de unas cuantas facciones, que como dijo Madison, provocan el descontento y la ingobernabilidad de las naciones.

Thursday 17 September 2015

De migraciones y convenciones

‘‘La historia en su aspecto más amplio es un registro de la migración del hombre de un ambiente a otro’’

Ellsworth Huntington (1876-1947) antropogeógrafo estadounidense

La verdad es que la especie humana siempre ha estado en movimiento, pero esto no siempre es de utilidad para el patriarca, que prefiere delimitar los espacios y frenar los desplazamientos para incrementar su poder.

Miles de años le tomó al hombre acomodarse en los continentes que hoy conocemos, esos que damos por un hecho que siempre estuvieron poblados. Eso quiere decir que los así llamados aborígenes tampoco son originarios de la tierra que reclaman como propia. Los aborígenes por lo general pertenecen a las sociedades tradicionales, las cuales ejercen ciertas prácticas que los atan al lugar en donde viven, por ejemplo, los mayas y su cosmovisión particular a la selva del ahora sureste mexicano.

No es que los mayas se consideraran aborígenes. Simplemente se vincularon con la naturaleza inmediata que habitaron, y por eso es que su identidad apuntaba hacia la pertenencia de su medio ambiente.

El término de corte académico 'aborigen' se refiere más a un fenómeno colonialista divisorio, en donde suelen enfrentarse dos culturas, la invasora y la última que ocupaba la tierra antes de serle arrebatada. En pocas palabras, uno sólo resalta su cultura y sus tradiciones cuando son cuestionadas o puestas en riesgo por otro poder o colectividad externa.

Es importante hacer esta aclaración, ya que todavía hoy en el Siglo XXI hay muchos que matan por territorio, asegurando que intrínsecamente les pertenece de acuerdo a su mitología.

No podemos entender dichos reclamos sin primero considerar a la nación, uno de los más antiguos constructos socioculturales de nuestra civilización, y ciertamente el arreglo de identidad colectiva que ha organizado al mayor numero de personas bajo una misma causa.

Fue la nación, en conjunción con la economía moderna y la urbe, la que finalmente se impuso sobre la sociedad tradicional. Sin embargo, dicha modernidad nunca resolvió el dilema de nuestra existencia, ese que suele salir a la superficie cuando las cosas no transcurren como se promete.

La estandarización (homogeneidad) de los individuos en una colectividad es un costo alto a pagar en cuanto a libertad personal. Por eso es que la nación siempre debe abrir mecanismos competitivos, para que algunos puedan sobresalir y ponerle el ejemplo a otros. Esta sana competencia limita, y a la vez canaliza, nuestros impulsos innatos de movimiento.

Dicho de otra forma, estamos confinados a la ciudad por nacimiento y por cultura, y sólo en circunstancias muy adversas es que salimos a buscar fuera lo que en casa no existe.

La gente suele inconformarse cuando la economía (leyes del hogar en griego) no funciona, y por ello es que se vuelve imperativo abrir la posibilidad a la emigración. De lo contrario, se acumulará mucha presión social, afectando drásticamente a la cultura sede.

Las naciones modernas sólo recurren al nacionalismo cuando la economía no permite la movilidad social, que es un substituto local de clase social a nuestro instinto migratorio. Si puedes ascender en lo socioeconómico te mantienes contento. Si no hay forma de abandonar tu país buscas culpables.

Por eso es que la política del odio y el chivo expiatorio son recursos fáciles para el demagogo, que sabe que la única manera de coaccionar al pueblo es señalando a aquellos que alguna vez se les permitió la entrada (cuando las vacas estaban gordas).

En resumidas cuentas, la pureza racial y la homogeneidad cultural son ilusiones y estratagemas políticas, ya que la humanidad siempre ha fluido espacio-temporalmente en búsqueda de mejores oportunidades. En esta línea, los puristas y racistas son los nacionalistas, que simplemente atacan a otros cuando la economía se estanca.

Basta con mencionar, que sin las migraciones del Siglo XIX y XX, ni los EUA ni Europa hubieran podido consolidarse como potencias industriales, ni mucho menos haber transitado a la era informática y de servicios.

En ese sentido, la sociedad pluriétnica que hoy tanto critican es el resultado natural de la confluencia de los elementos más ágiles y flexibles de cada cultura, que fueron lo suficientemente valientes para dejar lo que tenían y cambiarlo por algo mejor.

Por eso no hay que sorprenderse de que algunos patriarcas traten todavía de reforzar una identidad colectiva uniforme, lo que a estas alturas es algo ya arcaico. Creo que en vez de estar debatiendo a quien le pertenece cierto territorio o cultura, mejor sería exigir justicia en la distribución del poder económico.

Las élites que lo acumulan todo deben rebajar sus astronómicas expectativas. Sólo así se le devolverá la cordura y la reciprocidad a nuestra multicultural existencia.

Tuesday 15 September 2015

La distracción ejecutiva


'Todas las culturas encuentran excusas para no actuar'
Martin Palmer (1953-) historiador inglés

El hecho de que Joaquín López-Dóriga esté recibiendo dinero de las altas esferas de poder, comprueba que la propaganada es parte de una estrategia institucional de control mediático.

Diversos medios alternativos filtraron los nombres de Vicente Fox, Felipe Calderón, Enrique Peña Nieto, la Sedena, la Marina y el IMSS, como los financiadores de la sesgada opinión de López-Dóriga, el principal propagandista del país y el responsable de la manufactura del consentimiento de nuestra cultura.

Se sospechaba de su participación en esquemas de este tipo, pero ahora, estas nuevas revelaciones confirman que la susodicha televisora forma parte del aparato publicitario del Estado, contubernio neofeudal que les ha servido para disuadir a la opinión pública de las realidades sociales que nos asfixian.

Es así, que mientras este ‘flautista de Hamelín’ hipnotiza a las masas con sus fantasías televisivas, los acontecimientos desafortunados pintan una línea ascendente en cuanto a su gravedad.

Primero que nada, está el incremento en la militarización del país, todo bajo la supuesta bandera de seguridad, que al igual que el discurso propagandístico de buenos y malos, tienen ya más de una década alimentando nuestros miedos.

Mientras se reducen cada vez más los presupuestos de educación pública y cultura , el rubro castrense y el policiaco se disparan, siguiendo una tendencia similar a la deuda pública.

Y qué decir del circo de Carmen Salinas, la cual, como muchos otros políticos, son figuras emanadas del corporativismo entre medios y política que tanto daño nos hace.

Todo esto me pone a pensar que lo que sucede en Nuevo León, con los susodichos candidatos (ahora electos) independientes es más de lo mismo. Ahora resulta que no podrán cumplir con todo lo prometido, incluyendo la eliminación de la tenencia y la investigación al gobernador Rodrigo Medina, que en buena parte motivó a la ciudadanía a votar por la alternativa independiente.

La verdad de las cosas es que el sistema está tan viciado que es muy difícil que los mecanismos tradicionales para lograr los cambios funcionen, incluyendo la ideología, ya que la burocracia misma los manipula y les pone cada vez más trabas para salirse con la suya.

Ahh pero eso sí, la parafernalia y los grandes discursos llenan nuestras pantallas de Televisión, sólo para que unos meses después descubramos que todo fue una farsa.

Que bueno que la ciudadanía está presionando para que obras como la de Monterrey VI sean detenidas. Sin embargo, creo que los del poder están aprovechando la concentración de la energía pública en ese tema para distraernos de otros asuntos de igual o mayor importancia, como es la militarización del estado y la obvia perdida de libertades civiles que esto conlleva.

Considero que hay que poner el dedo en la llaga lo antes posible, lo cual, en esta guerra civil que libramos, debería ser la exigencia de la paz y la concordia. Es prácticamente imposible tratar de corregir un problema inflando la misma causa, por lo cual echarle más leña de fuerzas armadas al ruedo en llamas, no hará más que complicar, aún más, nuestra ya reprimida civilidad.

Urgente es que empecemos a dudar de la propaganda bipolar que intenta convencernos de que las víctimas de las fosas comunes, que son cada vez más comunes, son siempre del crimen organizado.

Digo, basta con leer el reporte de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, sobre el destino de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, para percatarse de las ‘‘mentiras histórica’’ con las que somos enjuagados cada día.

Sunday 13 September 2015

De causas y consecuencias

‘‘Seremos bienvenidos como liberadores’’

Dick Cheney (1941-) exvicepresidente de los EUA

Este catorceavo aniversario de los atentados del 11 de septiembre en Nueva York es también una factura, que trae a cuenta la desastrosa política exterior de la guerra contra el terrorismo.

Ya quedo más que claro, independientemente de quien perpetró el ataque, que el mismo fue la excusa para implementar una política intervencionista a largo plazo, con la intención de extender los tentáculos del imperio estadounidense alrededor del mundo.

En esta línea, el chivo expiatorio islámico fue sembrado junto con las cenizas de las torres gemelas, ya que son precisamente los musulmanes los que han sufrido más perdidas humanas y la destrucción de su cultura durante estos últimos 14 años. Básicamente esta narrativa de buenos y malos nos ha convencido de que el conflicto es uno religioso-civilizatorio, cuando en verdad se trata de un exterminio cultural neocolonialista.

Para este fin se alinearon los medios de masa, que perpetuamente arrojan imágenes de propaganda, que mezclan turbantes y barbas largas, efectivamente estereotipando a 1,700 millones de personas.

De hecho, podemos dividir estos 14 años de terrorismo de Estado en dos etapas de siete. La primera, que se inauguró con los atentados fue de expansión sistémica, concluyó con la crisis financiera de Wall Street de 2008. Dicha crisis ‘anunció’ el fracaso de unas finanzas abusivas basadas en deuda, que no habían sido antes puestas en entredicho por la falta de organización y poder real de las demás naciones.

A partir de ahí comenzó la segunda etapa de contracción sistémica, que finaliza con la consolidación de alternativas geopolíticas y estratégicas al unipolarismo hegemónico de unos EUA obsesionados con el dominio planetario. Aquí podemos nombrar a los BRICS y al proyecto de Nueva Ruta de Seda China, que será lubricado con el financiamiento del Banco Asiático de inversión en Infraestructura, todo anclado en la la Organización de Cooperación de Shanghai (SCO) y el súper militarismo más cruento. El símbolo disparador de este nuevo orden multipolar fue la reciente devaluación del yuan chino, manotazo ejecutivo que puso a temblar al establishment estadounidense.

Otros efectos de esta contracción sistémica los vemos en la persona de Vladimir Putin, que ha reforzado su postura anti-occidental en respuesta a la arrogancia de sus líderes. La respuesta a este despotismo monárquico oriental, cristalizado en el capitalismo de Estado del neozarismo ruso y el Partido ‘comunista’ chino, es la figura de Donald Trump, que representa el triunfo radical del corporativismo y la corrupción a gran escala.

Más aún está la crisis de los migrantes, la cual es el tortuoso resultado de haber cambiado tanto régimen ‘incomodo’, como el de Saddam Hussein y el de Muammar Gaddafi. Y qué decir del fracaso de la manipulación de la provincia mexicana, nación que fue obligada a sacrificar su soberanía para poder seguir recibiendo su adictiva vacuna neoliberal.

Por otro lado está la cultura del miedo imperante, que con sus manías de seguridad y vigilancia, ha transformado el relieve sociopolítico de Norteamérica y Europa por igual.

Todo esto gradualmente nos condujo de vuelta a los nacionalismos, que colorean las relaciones domésticas e internacionales del mundo, y que actualmente se postran con sus ejércitos alrededor de Siria, similar a como las potencias nacionalistas en 1914 se preparaban para el colapso del Imperio Austro Húngaro en los Balcanes, el pleno corazón de Europa.

No puedo despedir esta columna sin incluir algunas de las circunstancias de la caída del Imperio Romano, mismas que han sido repetidas por subsecuentes imperios, entre ellos el de los EUA.

Las principales son, la sobreextensión imperial y el astronómico gasto militar, cuyos efectos pueden palparse en la pérdida de poder adquisitivo, sumado a la enorme deuda soberana y exterior, que irónicamente tiene en Beijing a su máximo acreedor. Después está una sociedad que produce cada vez menos lo que consume, y que por priorizar bajos costos, empodera a esos otros que le maquilan.

Además está la devaluación del dólar, si consideramos la inflación acumulada en un tipo de cambio que se desprendió del oro, para ampararse como moneda de reserva en energéticos y la impresión indiscriminada de billetes.

Otra señal de que se aproxima el final de los tiempos políticos del imperio es el exceso en entretenimiento, que ha hecho del espectáculo una necesidad orgánica.

El mejor ejemplo de esto es el fenómeno ISIS, que cumple con la función principal de disuadirnos de la realidad geopolítica que ocurre en Medio Oriente. Ninguna telenovela podrá borrar el hecho consagrado del expansionismo israelí, como tampoco distraernos de la inexorable realidad, de que el único y más terrible califato es el de Arabia Saudita, proveedor del jugo negro que lubrica al petrodólar, y que sostiene al andamiaje llamado Occidente, por el cual luchan y mueren todo tipo de gladiadores mercenarios.

Thursday 10 September 2015

Siria es México

‘‘El genio del capitalismo consiste precisamente en su falta de moralidad’’

Lewis H. Lapham (1935-) escritor estadounidense

El capitalismo contemporáneo se beneficia de los refugiados que el mismo sistema va creando en el camino. Es así que la desigualdad no sólo es el resultado de la falta de oportunidades económicas, sino también de la injusta distribución de poder en el tablero social.

Por un lado están las intervenciones políticas directas o indirectas en los asuntos de otras naciones, como lo es el caso sirio y el mexicano. La crisis de los migrantes en Europa, resaltada por los medios de masa, nos ha hecho centrar nuestra atención en Siria, de donde escapan muchos de los refugiados que ahora buscan asilo en todo el mundo.

Sabemos que aquel país, con todo y sus problemas políticos domésticos, está siendo intervenido por una plétora de intereses, entre los cuales destacan los de EUA, que simplemente abusan de su poder para intentar manipular el destino del régimen de Bashar Al-Assad.

Dicho intervencionismo tiene varios objetivos, que son similares a los del ocupado Irak. El principal es acomodar la geoestrategia para el beneficio de varias estructuras, entre ellas las fuerzas armadas, que expanden la guerra mientras difunden su ideología castrense y aumentan sus ganancias de venta de armas. Después está la presidencia ‘imperial’ misma, que construye enemigos perpetuos para después justificar su intromisión en asuntos lejanos en nombre del ‘‘salvacionismo’’.

Por otro lado están las corporaciones como las constructoras y las de seguridad privada, las cuales ganan con la reconstrucción y la imposición de la fuerza ‘‘ejecutiva’’. Y qué decir de las petroleras y demás trasnacionales energéticas, financieras y mediáticas, las cuales lentamente se establecen en los nuevos mercados ‘‘liberados’’ por el gobierno con el que se coluden de forma corporativista.

Todo esto aplica en Siria e Irak, pero si observamos minuciosamente, hay características que se repiten en México, cuya guerra civil también se ha exacerbado por la injerencia de cada vez más elementos externos.

Empecemos por la supuesta guerra contra el narcotráfico, la cual se libra contra un enemigo invencible, debido a un mercado de la droga en crecimiento, aunado al billonario lavado de dinero en la banca trasnacional. Dicha guerra, que tiene más de nueve años subsidiada por Washington, ha fracasado en sus difusos objetivos, pero comoquiera que sea ha logrado desestabilizar por igual a la sociedad mexicana y a su régimen político.

Y mientras todo se tambalea, tanto el gobierno actual estadounidense (y el potencial, con gente como Donald Trump), como su empresariado, aprovechan las vacas flacas de este lado de la frontera para hacerse de capital político y de recursos naturales, esto último con la participación de nuestra burocracia.

Ulteriormente, lo que une al refugiado sirio con el mexicano es que ambos son víctimas del capitalismo de guerra, que como nube tormentosa, azota los haberes de nuestras culturas. Dicho de otra forma, tanto la guerra contra el terrorismo como la guerra contra el narcotráfico han destruido la estabilidad social y enrarecido el ambiente en que se desenvuelven las cultura y sus relaciones económicas.

En teoría son contextos distintos, pero en la practica los efectos siguen una lógica económico-capitalista idéntica. Hoy como siempre, los efectos más perjudiciales se concentran en los sectores más desprotegidos de la sociedad; el semillero de los refugiados. Un día se le abre la puerta al migrante y otro día se le construye una muralla para impedirlo, dependiendo de cómo anden los mercados laborales en EUA y Europa.

Por eso digo que en vez de preocuparnos por refugiados lejanos, mejor hay que ponerle atención a la masa de desplazados internos mexicanos. No es cuestión de identidades nacionales o preferencias étnicas. Es más un asunto de urgencia e inmediatez, de eso que tenemos enfrente y que hemos preferido negar.

Lo que hay que hacer es cambiar la mentalidad, ya que somos reflejo uno del otro, víctimas del mismo sistema depredador. Si corregimos lo que pasa aquí ayudamos a que allá cambien las cosas.

Estamos todos interconectados.

Sunday 6 September 2015

Karma colonialista

"La avalancha de refugiados a Europa se debe a las agresiones imperialistas de Estados Unidos y la Unión Europea"
Milos Zeman (1944-) Presidente de la República Checa
Una sociedad ocupada consumiendo no se dio cuenta de los efectos colectivos de sus actos.
Nuestra forma de vida consumista es el combustible del sistema capitalista depredador, nos guste o no, porque le damos excusas al poder para irse a meter en países ajenos llenos de recursos.
Tuvo que ser la imagen del niño ahogado, que le ha dado la vuelta al mundo, la que nos despertó de nuestro letargo consumista, para enfrentar, por unos instantes, la realidad de la que todos participamos.
No es personal, pero la verdad es que le hemos creído la mentira a nuestros gobiernos, de que es posible adquirir todas las cosas materiales que deseemos sin destruir por igual a la sociedad y al medio ambiente en el proceso.
Simplemente hay que analizar los mercados de materias primas internacionales para darse cuenta a qué grado llega la lucha por obtener los recursos para que todos podamos cumplir con nuestras fantasías de consumo en el camino.
Con esto me refiero al neoliberalismo, el disfraz ideológico el capitalismo depredador contemporáneo, que ha transformado nuestras vidas y cultura profundamente. Esta inhumana forma de organizar las relaciones económicas prioriza al individuo y sus necesidades sobre el resto de la comunidad, y para ello es que se alinean todos los sistemas, tecnologías y formas de poder existentes.
Con esta realidad me refiero al sistema económico que tenemos, el cual requiere de recursos inagotables para sobrevivir. Esto por lógica produce conflicto, ya que tarde o temprano necesitas de los recursos ajenos para sostenerte.
‘‘La avalancha de refugiados a Europa se debe a las agresiones imperialistas de Estados Unidos y la Unión Europea (UE) en Irak, Siria y Libia’’. Ahora, si tomamos esta cita del presidente checo Milos Zeman como buena, en la que responsabiliza a Europa y a EUA de la crisis migratoria, estaríamos reconociendo el fracaso de una forma de vida incuestionada.
El mundo occidental, más específicamente EUA y Europa, están cosechando 14 años de una mala siembra en lo que se refiere a los intervencionismos en Medio Oriente, Asia y África. Este neomercantilismo colonialista es el principal responsable de la migración desbordada, la cual comoquiera se viene empeorando por el calentamiento global, con sus múltiples sequías e inundaciones.
14 años de cosecha de una forma de ver limitada, egoísta, la cual todos hemos aceptado sin mucha queja por comodidad y conveniencia. 14 años de sometimiento europeo a la política imperialista y de exclusión estadounidense, lo que la hace igualmente responsable en la crisis migratoria.
Europa tiene razón en que los sistemas de seguridad social no pueden absorber tanta gente. Sin embargo, lo que le falta reconocer es su responsabilidad en siglos de colonialismo, que no se borrarán nunca si no dejan de apoyar ciegamente la política exterior de EUA, como dijo Vladimir Putin.

Tuesday 1 September 2015

La estafeta comercial

'Aquel que controla el flujo de dinero es el dueño del comercio'
James A. Garfield (1831-1881) Vigésimo Presidente de EUA

El fortalecimiento del yuan chino a escala global es el fiel reflejo de una potencia comercial a la alza. Es por eso que las repercusiones del gradual establecimiento de Beijing como hegemonía comercial están causando estragos al actual orden internacional, liderado por EUA desde finales de la Segunda Guerra Mundial.
De hecho, puede aseverarse que la ideología, los valores y la cultura de cualquier nación, aspirante al estatus de súper estrellato planetario, no se difunden sin una economía y fuerzas armadas de igual tamaño a sus aspiraciones.
En en sentido, el fuerte gasto militar del dragón, que tiene aterrado a sus vecinos y a Washington, tiene mucho más que ver con su consolidación como potencia comercial que con las supuestas amenazas que se le imputan.
Lo que hay que dejar muy en claro es que la estrategia de Beijing es a largo plazo. Por eso veremos un incremento gradual en las fricciones con EUA, que a su vez se arma sin cesar para tratar de mantener el status quo.
Para contextualizar este cambio de estafeta comercial contemporánea podemos referirnos a la transición histórica del Imperio Británico al de EUA, suceso que cristalizó en 1944, con la celebración de la cumbre financiera de Bretton–Woods.
Los británicos dominaron el comercio mundial durante dos siglos gracias a su enorme flota naviera y a sus corporaciones colonialistas, como la East Indian Company. De hecho, para finales del Siglo XVIII, la Norteamérica británica se había convertido en una de las más productivas del imperio, ya que recibía el 57% de las exportaciones, a la vez que proveía el 32% de las importaciones del imperio.
No es casualidad que ésta haya sido la época en que la provincia americana declaró su independencia del imperio británico. El comercio con Londres había enriquecido a un enorme grupo de americanos, los cuales finalmente se unieron –primero en revolución y después en lo político– para romper lazos con la hegemonía del momento.
La corona británica estaba llena de orgullo y excesiva arrogancia, prolongada actitud que inexorablemente aceleró la perdida de cada vez más provincias y su eventual colapso.
No hay que olvidar que en teoría dicho imperio se amparaba en la filosofía económica de Adam Smith de libre mercado como los EUA de ahora, la cual promueve un libre comercio de corte pacifista y antiesclavista. No obstante, (similar a cualquier otro episodio imperial de la antigüedad) los británicos endurecieron cada vez más sus relaciones internacionales para defender sus rutas comerciales, lo que a la postre les costó la supremacía.
Es en este sentido hegemónico que las monedas de reserva global, como alguna vez lo fue la libra esterlina, pierden su esencia como instrumento de cambio comercial, para terminar siendo símbolos de abuso financierista. En pocas palabras, no puedes tapar el agujero de un déficit comercial manipulando la moneda en los mercados financieros por mucho tiempo. Tarde o temprano los demás despiertan a estos excesos.
Esto es exactamente lo que hizo la aristocracia corporativa estadounidense. Soltó el patrón oro en la década de los 70 para tratar de globalizar al mundo mediante la deuda, sistema que hoy ha se ha puesto en entredicho por China y muchos otros jugadores del nuevo orden multipolar.
En esta ocasión, Beijing le avisa a Washington que está listo para cambiar su dependencia por independencia, espacio que le permita administrar su nuevo sueño comercial de Ruta de Seda, que promete unir a billones a través del intercambio.
Ya sea la moral victoriana inglesa o el sueño americano ensalzado con democracia humanitaria, todas estas y otras ideologías sólo pueden perdurar cuando existe un dominio comercial que las respalde. Especialmente cuando utilizas la moneda como punta de espada para condicionar a tus socios.